Vaivén de emociones asiáticas en el Mundial de Fútbol de Catar

Los jugadores japoneses con el primer ministro nipón, Fumio Kishida. | 首相官邸ホームページ
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Madrid. Argentina se ha proclamado en la tanda de penaltis campeona mundial de fútbol, el único trofeo que le faltaba a Leo Messi, frente a la Francia de Kylian Mbappé, que tendrá que esperar a 2026 para conquistarlo por segunda vez. Concluye así la Copa Mundial de Fútbol de Catar 2022, que con la eliminación de las selecciones de Corea del Sur y Japón en la fase de octavos ha servido para realzar el fútbol asiático al llegar a octavos de final, que, junto a Australia, fueron las únicas selecciones de Asia en pasar la fase de grupos.

En el torneo se encontraban también representando a Asia la selección de Catar (que al ser el país anfitrión tenía la plaza asegurada), IránArabia Saudí. Australia, pese a estar en Oceanía, pertenece a la Confederación Asiática de Fútbol.

Siendo el país anfitrión, la selección de Catar ha acabado en la última posición del torneo con 0 puntos, ya que perdió todos los partidos de la fase de grupos. La selección de Irán, por otra parte, comenzó con una desastrosa derrota ante Inglaterra por 6-2, aunque mejoró realizando un gran partido ante Gales ganando 2-1 y estuvo cerca de clasificarse ante Estados Unidos en la última jornada del grupo, pero finalmente no pudo igualar el gol inicial marcado por los estadounidenses.

La selección de Arabia Saudita dio la sorpresa ganando su primer partido y tuvo, por tanto, una trayectoria justo a la inversa que Irán, ya que sorprendió a Argentina en el primer partido remontando y ganando 2-1 gracias a un juego de presión fuerte y defensa adelantada que dejaba en constante fuera de juego a los atacantes argentinos, pero no fue suficiente para pasar a la siguiente fase por sus posteriores derrotas ante Polonia y México.

Australia realizó la hazaña de remontar su derrota inicial por goleada ante Francia y con una defensa fuerte y bien organizada sacó su billete para octavos derrotando a Túnez y, de manera totalmente inesperada, a Dinamarca. En la fase de octavos de final jugó contra Argentina. Aunque tuvieron un inicio dubitativo encajando dos goles, casi logran empatar en el último minuto por medio de una ocasión de Kuol, un joven prometedor de la selección australiana, en un último intento de forzar la prórroga, aunque finalmente ganó y pasó a cuartos Argentina.

Por otra parte, la selección japonesa dio la sorpresa al clasificarse como primero en el llamado «grupo de la muerte», conocido así por estar compuesto por grandes selecciones que habían sido hace no mucho campeonas del mundo: Alemania y España. Antes de este Mundial, en Japón se recordaba lo que denominaron «la tragedia de Doha», debido a que en la fase de clasificación para el Mundial de Estados Unidos de 1994 quedaron eliminados por un gol iraquí en el último minuto del último partido celebrado en la capital de Catar. En dicho partido participaba el actual seleccionador de Japón, Hajime Moriyasu. De esa manera, el mismo seleccionador, después de las victorias de la selección japonesa sobre Alemania y España en este Mundial, lo ha renombrado como «el milagro de Doha». No obstante, en el segundo partido de la fase de grupos, Japón tuvo una inesperada derrota frente a Costa Rica, dificultando así su pase a la fase de octavos de final, dependiendo de lo que parecía una milagrosa victoria ante España.

Es de destacar que el partido ante España se presentaba complicado para Japón, ya que llegaron al descanso con el marcador en contra, 1-0. Pero en el segundo tiempo, tras unos cambios en la formación japonesa, lograron remontar el encuentro en pocos minutos, aunque no exento de polémica, debido a un gol que tuvo que ser revisado, porque no se tenía claro si el balón había traspasado previamente la línea de fondo. Los autores de la jugada de este gol fueron Kaoru Mitoma y Ao Tanaka, actualmente el primero juega en el Brighton, y el segundo en el Düsseldorf. Compartieron equipo en la escuela primaria, y ya a nivel profesional en el Kawasaki Frontale, donde, además de ellos dos, en esta selección actual hay hasta nueve jugadores que son o han sido miembros de ese club.

Actualmente, siete de esos nueve jugadores están en equipos europeos, y de toda la convocatoria de este Mundial, diecinueve jugadores de los 26 del total están jugando en Europa. En el primer Mundial que jugó Japón, el de Francia 1998, solo uno de los jugadores japoneses estaba jugando fuera de Japón, en una época en la que apenas había dieciocho equipos profesionales en Japón, frente a los sesenta y dos que hay ahora. No obstante, otro impulso que ha recibido el fútbol japonés para su progreso ha sido la firma de diversos convenios desde el año 2014 hasta la actualidad con la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), por el cual se facilita la incorporación de preparadores, árbitros y entrenadores a Japón, e incluso los futbolistas españoles que formen parte de la plantilla de algún equipo japonés no ocupan plaza de extranjero actualmente. Horas antes del partido de Japón contra España en este Mundial, el 1 de diciembre, se firmó la renovación de este convenio.

De esta manera, la selección japonesa ha llegado hasta la fase de octavos de final del Mundial de Catar 2022, ronda en la que se enfrentó a Croacia. Tras un partido bastante igualado en el que se adelantó Japón en el primer tiempo e igualaron los croatas en el segundo, el encuentro llegó a la prórroga sin variación el marcador, lo que llevó a la ronda de penaltis, donde perdió Japón y solo consiguieron marcar una vez de los cuatro lanzamientos realizados, mientras que Croacia marcó los tres lanzamientos. Una vez más, la selección japonesa no ha podido lograr el ansiado pase a la fase de cuartos, a la cual nunca han podido acceder en sus siete participaciones mundialistas.

A pesar de no conseguir llegar muy lejos en los mundiales que ha disputado, la afición japonesa sigue siendo fiel a la selección, y un nutrido grupo de fans ha seguido asistiendo con asiduidad a los partidos, entre los que pudimos ver a los ya conocidos Kabuki Boys, un grupo de aficionados que se suelen disfrazar con atuendos tradicionales japoneses y que lleva asistiendo a los partidos internacionales de la selección japonesa desde el año 1998.

También se ha conocido el orden y limpieza de la afición japonesa. Desde el partido inaugural se hicieron famosas las imágenes de la afición limpiando la basura acumulada en las gradas durante los partidos, e incluso el propio equipo dejó limpio y recogido el vestuario junto a unas grullas de origami (también conocido como papiroflexia) y un mensaje de agradecimiento en japonés y en árabe para los anfitriones.

Llegando hasta el mismo punto del torneo, la selección de Corea del Sur también ha sido eliminada en la fase de octavos de final, en su caso frente a Brasil, con un partido en el que los surcoreanos fueron claramente arrollados por la selección brasileña, que les marcó los cuatro goles del partido en los primeros 36 minutos. En el segundo tiempo, con pocas probabilidades de remontar, el equipo surcoreano no perdió la esperanza y consiguió el tanto de la honra gracias a Paik Seung-ho.

Previamente, durante la fase de grupos, Corea del Sur tuvo una actuación irregular. Comenzó con un prometedor empate sin goles contra la siempre competitiva selección de Uruguay. Era un partido bastante reñido entre los dos equipos, en el que los uruguayos estrellaron dos veces el balón en el palo, y los surcoreanos, a pesar de hacer buenas jugadas de ataque, no lograban rematar sus jugadas, en parte debido a que uno de sus delanteros, Cho Gue-sung, pasó muchos minutos del partido sentado en el banquillo esperando su oportunidad. Las imágenes de este jugador sentado en el banquillo se popularizaron hasta tal punto que la cuenta de Instagram del jugador pasó de 30.000 seguidores antes del partido contra Uruguay a tener actualmente casi tres millones. Este jugador, conocido por «el 9 de Corea», se ha hecho famoso no solo por su juego (fue el que marcó los dos goles en el partido contra Ghana, además de ser el máximo goleador de la liga coreana este año) sino por su aspecto físico, teniendo incluso que apagar su teléfono móvil durante los días de la competición debido a las numerosas notificaciones y mensajes que recibía.

Sin embargo, los goles de Cho Gue-sung no fueron suficientes para derrotar a Ghana, que en el primer tiempo había marcado dos goles. En los primeros compases del segundo tiempo, entró al campo el jugador del Mallorca, Lee Kang-in, en sustitución de Kwon Chang-hoon, que nos sorprendió por su saludo militar al salir del campo y durante la ceremonia del himno nacional, debido a que está realizando el servicio militar obligatorio, y por ello pertenece al Gimcheon Sangmu FC (equipo perteneciente a las Fuerzas Armadas de Corea del Sur y al que se inscriben los jugadores profesionales mientras realizan dicho servicio). Nada más entrar al campo Lee Kang-in, Corea del Sur marcó sus dos goles del partido, pero no fueron suficientes, porque en su mejor momento recibieron otro gol en contra que rompió el empate. Corea del Sur no dejó de intentarlo incluso a la desesperada, pero el tiempo del partido se acabó justo antes de un saque de esquina. Tras el pitido final, el seleccionador que dirige a Corea del Sur, el portugués Paulo Bento, fue expulsado por el árbitro por su enérgica protesta de haber prolongado el partido menos tiempo de lo que debería haber correspondido. De esta manera, tuvo que presenciar el tercer partido contra sus compatriotas de Portugal desde la grada.

Para poder pasar a la fase de octavos de final, la selección surcoreana tenía que ganar a Portugal, y que, por otro lado, el otro partido del grupo empatara, o que Uruguay venciera a Ghana, y por no más de 2-0 en el marcador. A pesar de todos estos requisitos, Corea del Sur logró vencer a Portugal con un gol en el tiempo añadido del partido. Sin embargo, el partido de Ghana y Uruguay tuvo más tiempo de prolongación, por lo que los jugadores y la afición surcoreana estuvieron en tensión durante ocho minutos mientras veían a través de sus móviles los últimos minutos del otro partido. Así, se pudo  ver a Son Heung-min, el capitán del equipo surcoreano, romper a llorar al enterarse de que su equipo se clasificaba para la siguiente ronda.

Aunque estuvo a punto de perderse el Mundial debido a una lesión sufrida tres semanas antes en el pómulo izquierdo, Son Heung-min no quiso faltar al evento por nada y al final decidió participar, pero llevando una máscara para proteger la zona que tenía recién operada. Para apoyarle, varios fans llevaron puestas máscaras, al igual que el futbolista. Y es que este jugador, máximo goleador de la Premier inglesa en la anterior temporada, no solo es el jugador más famoso en su país, sino que además es la principal estrella de su selección. Ello quedó demostrado en el partido contra Portugal, ya que fue el creador del segundo tanto, después de recorrer con el balón de su área al área contraria, perseguido por cinco jugadores rivales, para finalmente asistir a su compañero Hwang Hee-chan, logrando así el definitivo 2-1 que les llevó a la victoria y a la posterior clasificación, que fue celebrada con gran entusiasmo tanto en Catar como en Corea del Sur.

Este Mundial también ha puesto la mirada en Corea del Sur incluso para los que no son tan aficionados del fútbol, ya que Jung Kook, del grupo BTS, grabó y presentó en la gala de inauguración del Mundial de Catar una canción compuesta expresamente para este torneo con el título ‘Dreamers’.

Tras este Mundial de altibajos emocionales para las selecciones asiáticas, ahora es momento de preparar la próxima competición internacional, que será la Copa de Asia de 2023, que tendrá sede de nuevo en Catar. Es un nuevo reto para Corea del Sur, ya que hace sesenta años que no gana este torneo, y una buena oportunidad para que la selección japonesa consiga su quinto título después del fiasco que supuso el perder la final frente a Catar hace cuatro años.

Pilar Calatayud Hernández

Graduada en Lenguas Modernas y sus Literaturas, Máster en La UE y el Mediterráneo en la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Estudiante del idioma y la cultura coreana e investigadora de temas relacionados con la península.

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