Joe Biden busca en Europa apoyos en su pugna contra China
Madrid. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, viaja a Europa esta semana con el objetivo de tranquilizar a sus socios del viejo continente, cuyas relaciones Donald Trump las tensó demasiado, en una visita que incluye la cumbre del G7, la de la OTAN y sus mandatarios y el encuentro con el gobernante ruso, Vladimir Putin, con la meta de asegurarse el respaldo para afrontar los retos con China en su lucha por frenar su influencia económica y su propia hegemonía en el tablero internacional.
Desde su llegada a la Casa Blanca el pasado mes de enero, el 46 presidente de EEUU ha venido insistiendo en el multilateralismo, dentro de un mundo global, y en su decidida lucha contra la COVID-19, así como en la importancia que su política está desarrollando en el cambio climático, lo que supone, entre otros factores, aligerar los desencuentros durante la Presidencia de Trump con Europa, que llegó a calificar a la OTAN de “obsoleta”.
No obstante, pese a que Rusia y China forman también parte del protagonismo político de Biden con sus socios europeos, la Unión Europea (UE), organismo con muchos vaivenes y poco sólido en la actualidad, mostró su descontento con EEUU en la forma en que anunció su retirada de Afganistán y tampoco sentó muy bien al organismo comunitario la lenta distribución de vacunas estadounidenses a otros países o la falta de reciprocidad entre ambas partes de reabrir sus fronteras a los viajeros de Estados Unidos.
Biden en Cornualles (Reino Unido) asistirá a la cumbre del G7 (Alemania, Canadá, EEUU, Francia, Italia, Japón y Reino Unido) y en Bruselas celebrará la cumbre de líderes de la OTAN y la de UE-EEUU, para luego finalizar su viaje de ocho días en Ginebra (Suiza) con su cita con Putin. Y donde asuntos como Ucrania, Bielorrusia, el destino del opositor ruso encarcelado Alexéi Navalni, los ciberataques, entre otros, marcarán la agenda política, con la determinación de mejorar las relaciones entre países y evitar tensiones que conduzcan a los viejos tiempos de la “guerra fría”.
Sin embargo, China no estará ajena a la gira europea de Joe Biden, que busca conseguir un mayor respaldo de sus aliados europeos en su principal prioridad internacional, como es la intensa competitividad existente entre Washington y Pekín, pues el propio Biden quiere que de este viaje a Europa salga una fuerte unidad transatlántica en lo relativo a China, sobre todo cuando la UE comercia más con China que con EEUU y el principal socio comercial de Alemania es China.
A favor de Biden está que a la propia UE y, en particular, Alemania, les molesta tener que elegir entre relacionarse con EEUU y con China. Sin embargo, ello no ha impedido que Biden, desde que tomó posesión de su cargo en enero pasado, junto a los países comunitarios hayan endurecido su posición contra el gigante asiático e, incluso, el organismo comunitario impuso en marzo sus primeras sanciones a China en más de tres décadas a raíz de “supuestos abusos a los derechos humanos de los uigures en la región autónoma de Xinjiang”.
Otras de las prioridades estratégicas de Biden a escala global radican en frenar las pretensiones de China por aumentar su poder en el océano Pacífico y de ahí el intensificar su arma aérea para proteger a Taiwán, que junto a los asuntos de Hong Kong, los litigios de los mares de China Meridional y Oriental o la situación en Xinjiang, entre otros, ha servido a la Casa Blanca para enconar posturas diferentes en realidades políticas distintas.
Mientras tanto, el Banco Mundial (BM) acabar de revisar al alza sus previsiones de crecimiento para la economía mundial, que crecerá este año un 5,6 por ciento y un 4,3 por ciento en 2022, en lo que representa el mayor ritmo de expansión tras una recesión en los últimos 80 años y gracias precisamente al rebote de las economías avanzadas, lideradas por Estados Unidos.
Y China también mejora las perspectivas de crecimiento en seis décimas para este año y dos décimas para 2022, hasta el 8,5 por ciento y el 5,4 por ciento, respectivamente, y luego en 2023 se espera un ritmo de expansión del 5,3 por ciento, pero sin olvidar el crecimiento de India hasta el 8,3 por ciento en 2021 y el 7,5 por ciento en 2022.
En suma, tras la pandemia de la COVID, China, EEUU e India liderarán el crecimiento mundial. Pekín seguirá con sus políticas de no permitir injerencias internas de ningún país y EEUU tratará de evitar que el gigante asiático le controle económica y políticamente. El presidente chino, Xi Jinping, lo tiene claro y destaca la importancia de la «independencia» para lograr que China se vuelva «invencible» ante un mundo «caótico» y «confuso».