Corea del Sur y EEUU alertan ante una nueva prueba balística de Corea del Norte

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Madrid. Pese a los rumores de una nueva prueba balística de Corea del Norte, que no modificará para nada el panorama actual de la península coreana, EEUU y Corea del Sur llevan días observando los movimientos desarrollados en los astilleros de Sinpo (costa oriental norcoreana), en una actividad que incluye el reposicionamiento de la plataforma sumergible» que Pyongyang suele utilizar para testar misiles balísticos diseñados para ser disparados desde un sumergible (SLBM).

De esta forma, la alerta surcoreana-estadounidense radica en los preparativos que el régimen norcoreano tiene ya dispuestos para celebrar por todo lo alto el próximo 10 de octubre el 75 aniversario de la fundación del Partido de los Trabajadores, unos actos con un gran desfile militar en el que el Pyongyang podría mostrar un nuevo arsenal de misiles, probando así un nuevo SLBM, lo que supondría, según fuentes militares surcoreanas, que Corea del Norte llevará a cabo su primera prueba de un misil balístico submarino en casi un año.

Corea del Norte suele organizar desfiles militares con soldados y nuevas armas en los aniversarios estatales para reforzar la unidad en el país y al mismo tiempo mandar al mundo una enorme capacidad de seguridad. Y esto mientras el régimen de Kim Jong-un mantiene que no se ha registrado ningún caso de coronavirus y que se están intensificando todos los esfuerzos posibles de emergencia contra la pandemia, aunque, eso sí, expertos extranjeros rechazan estas hipótesis de Pyongyang sobre esta enfermedad epidémica.

Pero mientras esto se cuece en Corea del Norte, el país afronta otras situaciones no menos vitales. Por un lado, además de los efectos negativos que pueda hacer la pandemia, Kim Jong-un ha pedido a sus 25 millones de habitantes un “gran esfuerzo” para superar los daños causados recientemente por los tifones Haishen y Maysak que han dañado considerablemente la economía norcoreana, que aún sigue condicionada a las sanciones internacionales encabezadas por EEUU, junto a las fuertes inundaciones estivales, unos desastres que buscan reforzar la unidad interna del pueblo para afrontar los problemas económicos y la presión externa. Por otro, la realidad y sus circunstancias esperan otras soluciones.

Corea del Sur y Corea del Norte acaban de conmemorar el segundo aniversario de su acuerdo en la cumbre de Pyongyang, dentro de una discreción que emana enfriamiento y dentro de un estancamiento prolongado en las relaciones bilaterales y los diálogos de desnuclearización

Al mismo tiempo, en su momento el acuerdo, firmado por el presidente surcoreano, Moon Jae-in, y el presidente del Comité de Asuntos de Estado norcoreano, Kim Jong-un, se suponía que las dos partes reanudarían las operaciones del complejo industrial de Kaesong y el programa turístico de la montaña Kumgang, según fueran desarrollándose las circunstancias, y también explorar «medidas sustanciales» para promover aún más los intercambios y la cooperación entre ambas partes.

Todo parece indicar que hasta después de las elecciones presidenciales estadounidenses del 3 de noviembre no haya una mayor calma en los litigios entre China y EEUU al prohibir Washington cualquier transacción con las aplicaciones de origen chino TikTok y WeChat, y se llegue a una solución más definitiva entre las dos primeras potencias mundiales en su conflicto comercial será difícil que se retomen las conversaciones con Pyongyang, para las cuales la continuidad de Donald Trump en la Casa Blanca puede favorecer más a Kim Jong-un que el demócrata Joe Biden, quien fue hace un año considerado por el régimen norcoreano como un «perro rabioso», pero además tampoco el aspirante a la Casa Blanca ha mostrado sus líneas para resolver el grave problema de la península coreana.

Un nuevo clima político que surgirá ya en 2021 y que obviamente también favorecerá a las relaciones entre las dos Coreas. 

Está claro que el deterioro de las relaciones entre China y EEUU, además de perturbar a los mercados y de crear una enorme inestabilidad comercial a nivel mundial, obstaculizará cualquier proceso encaminado a resolver la situación actual entre las dos Coreas.

Santiago Castillo

Periodista, escritor, director de AsiaNortheast.com y experto en la zona

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