El nordeste asiático con sus litigios, tensiones e intereses (I)
Madrid. Mientras a Corea del Norte se le cae el sistema informático y está a las puertas de realizar su sexta prueba nuclear, China y Japón tensan sus relaciones tras sobrevolar aviones militares chinos una zona cercana a la isla nipona de Okinawa, en el Mar de China Oriental, y a la vez pugnan por ganarse la confianza de Cuba para sus negocios y luego Filipinas anuncia que se acerca a Pekín y a Moscú por sus “broncas” con EEUU, que refuerza su protagonismo en Seúl y Tokio, respectivamente.
Un fallo en el sistema informático desveló los pasados días que Corea del Norte solo cuenta con 28 webs, que ha servido para que el mundo entero se introdujera en sus sitios web cuya conexión a Internet está controlada por un sistema operativo local llamado Red Star OS que precisamente a raíz de este fallo en uno de los servidores se ha podido averiguar la realidad informática del país, en el que el acceso de los ciudadanos está muy limitado.
La plataforma GitHub, cuya sede principal se halla en San Francisco (EEUU), tiene dos formas de acceso, una privada, de pago, y otra de acceso gratuito y abierta y a consecuencia de esta transferencia de zona DNS, los 28 sitios web pudieron visitarse sin restricción de ninguna clase, incluso ahora es posible entrar en alguno de ellos, aunque parece que los servidores norcoreanos tienen prohibido, como norma, el acceso a sus páginas web desde el extranjero.
A tenor del número de web sites disponibles en Corea del Norte, resulta sencillo imaginar que son pocos los norcoreanos con acceso a Internet, lo que contrasta con el uso que hacen de Internet los vecinos del Sur, donde la penetración de Internet en la sociedad es del 87,5 por ciento y la velocidad de conexión es la más rápida del mundo, 26,7 MB por segundo.
Corea del Norte sigue controlando su sistema informático, cuyo régimen comunista al estar el país cerrado a Internet puede operar sin problemas, aunque desde el extranjero cada vez hay más redes que resaltan muchas de las realidades que no se pueden contemplar dentro, pero no hay que olvidar que el sistema militarizado norcoreano necesita buenos programadores para infiltrar los sistemas de otros países y para resistir los intentos de hackeo de las agencias de seguridad extranjeras y sobre todo cuando Corea del Sur está convencida que sus vecinos del norte los espían y además el país tiene también ingenieros de programación que trabajan en aplicaciones diseñadas para uso civil.
No obstante, Corea del Norte sigue con su particular estrategia y cada vez hay más indicios que llevará a cabo su sexta prueba nuclear para este mismo año, sobre todo cuando Pyongyang acusó esta misma semana a Estados Unidos de empujar la situación hacía una «guerra atómica» tras el envío de dos bombarderos supersónicos B-1B Lancer, que uno de ellos aterrizó en la base estadounidense de Osan en Pyeongtaek, a 70 kilómetros al sur de Seúl, y el segundo regresó tras sobrevolar territorio del país.
En suma, son los justificantes que usa el régimen para ir calentando el ambiente y así actuar en legítima defensa que todavía se ve más reforzada cuando EEUU y Corea del Sur, con destructores, submarinos y helicópteros de las fuerzas armadas de ambos países, participaron en un ejercicio naval en el Mar de Japón (Mar del Este), en pleno ambiente de tensión tras la reciente prueba nuclear y otros avances militares de Corea del Norte, que Pyongyang considera que están destinados a invadir el país al igual que las frecuentes maniobras de los ejércitos estadounidenses y surcoreanos.
Por otra parte, las recientes visitas de los primeros ministros de Japón, Shinzo Abe, y del chino, Li Keqiang, respectivamente, a Cuba la pasada semana, es otra referencia más de estos dos países con otros problemas –como los del Mar de China Oriental- pero que no desean quedar al margen de cómo hacer negocios en la isla caribeña, y consolidar sus posiciones en América Latina, sobre todo cuando anualmente al menos necesita entre 2.000 ó 2.500 millones de dólares para tener un crecimiento que llegue al 3 por ciento.
Al mismo tiempo, Japón aseguró que es la primera vez que aviones de combate chinos atraviesan el estrecho de Miyako, situado entre la isla homónima y la de Okinawa, en el Mar de China Oriental, escenario de una disputa territorial entre Tokio y Pekín a cuenta de las islas Diaoyu (en chino, pero llamadas Senkaku por Japón).
Una difícil relación, no económica, que ha supuesto incluso que el diario oficial chino Global Times advirtiera recientemente de que China podría declarar una zona de defensa aérea en el Mar de China Meridional si Japón decide unirse a las patrullas de la Marina de EEUU en esas aguas, donde Pekín se disputa territorios con países vecinos.