El TLC entre China y Corea del Sur una clara advertencia para Corea del Norte

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Madrid. Corea del Sur y China firmaron esta semana un Tratado de Libre Comercio (TLC) que estrecha aún más las relaciones entre Seúl y Pekín y que marca la posición china ante Corea del Norte, cuyo régimen, liderado por Kim Jong-un, debe sacar conclusiones para evitar un mayor distanciamiento con el país que le mantiene económicamente.

La firma del TLC en Seúl entre China y Corea del Sur, tras tres años de negociaciones,  representa un paso más en la promoción de una cooperación integral entre los dos países asiáticos vecinos, un TLC que busca dar un fuerte impulso a los intercambios bilaterales al liberar de aranceles la mayoría de los productos que se comercializan entre ambos países.

Los dos países firmaron en la capital surcoreana el acuerdo, el cual debe entrar en vigor a finales del presente año y supone que la primera economía de Asia y segunda mundial y la cuarta asiática a través del TLC eliminen en diez años los aranceles del 79 por ciento de productos chinos exportados a Corea del Sur y del 71 por ciento de los bienes surcoreanos comercializados en China.

En suma, según el Ministerio de Comercio de Corea del Sur, en 20 años, tras la entrada en vigor del TLC, que deben ratificar los Parlamentos de ambos países, supondrá la eliminación de impuestos que abarcará el 92 por ciento de los bienes chinos y el 91 por ciento de los surcoreanos.

No obstante, pese a que algunos sectores permanecerán total o parcialmente blindados ante el TLC, como en el caso de los automóviles y pantallas en China o parte de la agricultura y la ganadería surcoreanas (arroz, carne de vacuno y porcina, entre otros), Seúl ha dado una gran importancia al nuevo acuerdo, ya que China es su principal socio comercial y el destino de una cuarta parte de sus exportaciones, mientras, para China, Corea del Sur es su cuarto mayor socio comercial, según datos de la Asociación de Comercio Internacional de Corea (KITA).

Los dos países mantienen unas excelentes relaciones económicas, que fortalecen posiciones coincidentes a nivel de los asuntos nucleares de Corea del Norte, pero el TLC entre ambas partes sella un nuevo objetivo como es superar los 300.000 millones de dólares anuales en comercio bilateral en los primeros años tras su puesta en vigor, frente a los 215.100 millones de dólares alcanzados en 2012,  según datos del Ministerio de Comercio surcoreano.

Pero a lo largo de 2014, China y Corea del Sur ha seguido comerciando productos que han supuesto una cantidad 36 veces mayor que los 5.850 millones de euros del año 1992, fecha del establecimiento de relaciones diplomáticas entre los dos países,  según datos de KITA.  China es el mayor socio comercial de Corea del Sur con un volumen de comercio bilateral de 235.400 millones de dólares durante el año pasado.

China, segunda economía del mundo con una tasa de crecimiento anual superior al 7 por ciento, acumuló en 2014 un Producto Interior Bruto (PIB) de 10,38 billones de dólares, unas 7 veces más que el de Corea del Sur de 1,4 billones de dólares, según datos del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Una de las primeras consecuencias de este acuerdo del TLC entre los dos países será el proyecto de un parque industrial en la ciudad oriental de Yantai, donde se ubica el mayor puerto pesquero de la provincia china de Shandong, para facilitar la inversión de empresas procedentes de Corea del Sur, un primer paso para promover los parques industriales conjuntos tras la firma esta semana del TLC.

Corea del Norte contempla como su vecina del Sur estrecha cada vez más sus vínculos con China, pero el régimen norcoreano viene siendo advertido desde hace tiempo por Pekín para que modifique su política nuclear, cuyo régimen sigue empeñado en ser protagonista del mundo con sus lanzamientos de misiles y continúa sin resolver los graves problemas económicos y nucleares que tiene pendientes.

Hace un año, en julio de 2014, el presidente de China, Xi Jinping,  visito Corea del Sur, una visita histórica que enfadó a Kim Jong-un por hacerla primero a su enemigo eterno, Corea del Sur, pero que al mismo tiempo sirvió para que China dejara claro que no puede permitir los  “juegos nucleares” de Corea del Norte, pero antes, en junio de 2013, la presidenta surcoreana, Park Geun-hye, visito el “gigante asiático”, donde se reunió por primera vez con Xi y catapultó a los dos países a un entendimiento y mejoras en sus relaciones que pueden marcar el presente y futuro de una posible unificación de la península coreana.

China es el país que más puede influir en Corea del Norte, al que proporciona anualmente, entre otras ayudas, arroz, petróleo y carbón, y le facilita el 90 por ciento del combustible, que consume el país, pero la supervivencia del régimen y de la dinastía de los Kim también depende de las propias autoridades norcoreanas. Y, por supuesto, de China, cuyo comercio con Pyongyang ha caído en los primeros meses de 2015, un 13 por ciento menos en relación al año pasado, según KITA.

Corea del Sur y China, que lucharon como enemigos en la Guerra de Corea (1950-53), han experimentado en los últimos 23 años un progresivo acercamiento en sus relaciones diplomáticas impulsado principalmente por sus intercambios económicos y comerciales, pero las dos Coreas siguen técnicamente en guerra ya que el conflicto que las enfrentó entre 1950 y 1953 se cerró con un armisticio en vez de un tratado de paz.

Santiago Castillo, periodista, escritor, director de Asianortheast y experto en la zona

Santiago Castillo

Periodista, escritor, director de AsiaNortheast.com y experto en la zona

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1 respuesta

  1. 13 julio, 2015

    […] entre el “gigante asiático” y Corea del Sur, que en junio pasado firmaron un importante Tratado de Libre Comercio (TLC), también pueden favorecer a debilitar al “mariscal” norcoreano, que aún no se ha visto con el […]

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