China y Taiwán, un problema sin dilucidar y otro reto para EEUU en 2018
Madrid. Mientras la República Popular China acusa a la República de China (Taiwán) de acosar a partidarios de la reunificación entre ambos territorios, después de que las autoridades taiwanesas detuvieran e interrogaran a políticos del Nuevo Partido taiwanés, opuesto a la independencia de la isla con Pekín, la presidenta Tsai Ing-wen considera que la paz entre China y Taiwán es «una cuestión regional».
La isla «cumplirá con la responsabilidad de exhibir buena voluntad para mantener las relaciones a través del estrecho estables», en unas declaraciones salpicadas por la creciente amenaza militar de China, que ha creado «inestabilidad en la región», en una situación que está originando que, por un lado, el Ministerio de Defensa de China afirmara recientemente de que vuelos de sus cazas militares en las inmediaciones de la isla de Taiwán, separada unilateralmente del régimen comunista chino, continuarán en el futuro y, por otro, Taipéi ha emprendido un programa de mejora local de sus cazas 144 F-16 A/B, de fabricación estadounidense, con el fin de reforzar su capacidad de defensa aérea ante un eventual ataque de las cada vez más poderosas Fuerzas Aéreas chinas.
Es decir, lo que es obvio que mientras la atención se centra en la península coreana debido al desarrollo de misiles balísticos por Corea del Norte, la crisis en torno a Taiwán ha ido en aumento y todo hace suponer que 2018 Washington y Pekín van a tener algunos “roces” sobre la cuestión taiwanesa, dado que China no permitirá una independencia formal de la isla, donde las relaciones entre ambas partes se encuentran en un mal momento desde la llegada al poder en 2016 del independentista Partido Demócrata Progresista de la presidenta, Tsai Ing-wen.
Tanto China como Taiwán han venido expresando su deseo de seguir desarrollando sus relaciones en el futuro bajo el “Consenso de 1992”, según el cual, cada uno de los dos lados del Estrecho admite la existencia de “una China”, pero dando su propia interpretación de lo que esto significa, pero desde la victoria de los independentistas del Partido Demócrata Progresista (PDP) la valoración que pueda hacerse sobre el llamado “Consenso de 1992” puede tener otras interpretaciones tras las buenas relaciones existentes entre las dos partes cuando gobernaba en la isla el Partido Kuomintang (KMT).
El cerco diplomático de China a Taiwán sigue intensificándose con la ruptura de relaciones entre Panamá y Taipéi que supone un sorprendente giro para la isla al romper sus vínculos con el país más importante de Centroamérica y que lo deja con un total de 20 países en todo el mundo, de los que 12 están en Latinoamérica y el Caribe, uno en Europa (la Santa Sede), dos en África y seis en el Pacífico Sur.
Pero Estados Unidos nunca abandonará a Taipéi, aunque una nueva estrategia política tendrá que diseñar el gobierno taiwanés con un nuevo rumbo que conduzca a bloquear la presión de la República Popular de China. Taiwán y Corea del Norte marcan las relaciones entre EEUU y China en 2018.