Las dos Coreas tensan la península con disparos de misiles pero China debe y puede hacer más

| Daniel Foster, Flickr
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Madrid. Las dos Coreas vuelven a tensar la península coreana con el intercambio de lanzamientos de misiles que cayeron en sus respectivas aguas, pero con Corea del Norte llevando la iniciativa al lanzar más de 20 misiles y Corea del Sur disparando desde cazas-F15 y F-16 tres misiles de precisión aire-tierra hacia al norte de la Línea Límite Norte (LLN), en una situación que agrava las relaciones entre las dos partes, pero con Pyongyang protestando por las maniobras aéreas que realizan Seúl y Washington y preparando para este mismo mes lo que sería su séptima prueba nuclear, mientras China pide soluciones sabiendo que Pekín puede y debe hacer más ejerciendo su influencia sobre el régimen de Kim Jong-un.

Este grave incidente agrava la tensión regional que puede alcanzar cotas históricas, pues el Ejército surcoreano dijo que primero Pyongyang había disparado tres misiles balísticos de corto alcance desde las cercanías de Wonsan, en la costa oriental norcoreana, hacia el mar de Japón (llamado mar del Este en las dos Coreas). Uno de ellos aterrizó en alta mar, a 26 kilómetros al sur de LLN, la divisoria que divide las aguas de ambos países, y a unos 57 kilómetros al este de la ciudad costera de Sokcho, a 160 kilómetros al noreste de Seúl, dentro de la Zona Económica Especial (EEZ) surcoreana.

Nunca y es la primera vez desde la división de la península en 1945 entre el Norte y Sur que un lanzamiento de misiles norcoreano cae en aguas surcoreanas al sur de la LLN, según indicó el Estado Mayor Conjunto (JCS) de Corea del Sur, una acción que tensa las relaciones entre las dos Coreas en un momento que las maniobras militares conjuntas entre los ejércitos estadounidenses y surcoreanos son motivo para el régimen norcoreano de ensayos para una invasión y de ahí la contundente respuesta de Pyongyang a estos ejercicios militares que habrá que analizarlos si cada vez que hay maniobras la tensión se dispara tanto que en cualquier momento la chispa puede encenderse.

Demasiados años con la retahíla de más de lo mismo, pero cada vez con más peligrosidad en una zona que la calma no es constante. Los misiles norcoreanos y las maniobras militares no transmiten tranquilidad, y eso sí, puede estar seguro el régimen norcoreano que nadie va a invadir Corea del Norte ni tampoco van a modificar su estatus político, lo que pasa que Pyongyang tiene que reforzarse y dar una auténtica imagen de seguridad a su pueblo, pero tampoco, pese al momento de la gravedad, el Ejército norcoreano o sus lanzamientos de misiles van a actuar contra sus «potenciales enemigos», es decir, Estados Unidos, Corea del Sur y Japón.

Pues todo ello llevaría a una guerra en la península coreana en la que Corea del Norte tendría dificultades, pese a su enorme y sofisticado armamento nuclear, para un prolongado conflicto bélico, y luego China habría que ver lo que decide en su caso. Los ejércitos de Corea del Sur y EEUU, con sus bases en territorio surcoreano y japonés, además de Japón, país que cada vez se rearma más sería muy difícil mantener para Corea del Norte un conflicto que China no quiere y que debe influir mucho sobre el régimen de Kim Jong-un antes de que la chispa se encienda.

Corea del Norte ha batido un récord al lanzar en un solo día unos 20 misiles, que están avisando que el régimen se prepara para llevar a cabo su séptima prueba nuclear, y pese a las alarmas y advertencias de EEUU, Japón o la Unión Europea (UE), China que también ha pedido soluciones, es el país que más puede hacer para parar esta ofensiva de misiles que Pyongyang usa en protesta contra las maniobras militares conjuntas de EEUU y Corea del Sur y está claro que con ello justifica su inminente prueba nuclear llamando la atención a Estados Unidos para conducir al levantamiento de sanciones. Pero también está claro por muy grave que sea la situación no habrá guerra y China puede y debe hacer más.

Repito una vez más: son muchos años viviendo la realidad de la península coreana como periodista. Nadie duda de la peligrosidad nuclear de Corea del Norte, pero nadie, absolutamente nadie, va a atacar a Corea del Norte, y tampoco Pyongyang, por mucho músculo nuclear que muestre, va hacer lo mismo ni con su vecina del Sur ni con Japón, ni tampoco sus sofisticados misiles van a tocar suelo o espacio estadounidense, pues el régimen de Kim Jong-un sabe perfectamente que la respuesta sería monumental, y sería entonces cuando el régimen político y la dinastía Kim sufrirían un enorme peligro de supervivencia.

Nadie quiere un cambio de régimen en Corea del Norte, lo que se quiere es que el régimen modifique su política nuclear en aras de una estabilidad en la península coreana que favorezca económicamente el nivel de vida de los norcoreanos y favorezca el levantamiento de las sanciones. China tiene que hacer más. Y realmente puede. EEUU insta a China que presione a Corea del Norte y Pyongyang se incomoda con Pekín, pero todo parece indicar que el régimen norcoreano quiere dar la nota con su séptima prueba nuclear y podía ser en plena elecciones a la Cámara de Representantes de Estados Unidos del próximo 8 de noviembre. O quizás sea muy pronto, pero es obvio que los intentos son evidentes.

Santiago Castillo

Periodista, escritor, director de AsiaNortheast.com y experto en la zona

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