Corea del Norte lanza un nuevo misil y enturbia el encuentro entre Xi Jinping y Donald Trump

Madrid. Corea del Norte ha lanzado un nuevo misil balístico de medio alcance que cayó en aguas del mar del Este (mar de Japón) en una clara demostración de su protagonismo con motivo esta semana del encuentro entre Xi Jinping y Donald Trump, quien ha vuelto a insistir “que se ha agotado el tiempo” con el régimen de Kim Jong-un, y pedirá a China que haga y presione más a Pyongyang.
No obstante, Xi Jinping y Donald Trump saben lo mucho que se juegan y saben también que el deterioro entre los dos países no favorece a nadie y menos una “guerra comercial”, pero si no hace mucho EEUU acusaba con vehemencia a Pekín en sus ventajas comerciales con Washington, ahora el nuevo inquilino de la Casa Blanca se ceba con Corea del Norte y acusa a China de hacer poco para eliminar la amenaza nuclear norcoreana, pero de ahí a que actúe por su cuenta de forma unilateral como sostiene el magnate norteamericano dista mucho de la realidad.
Lo que está claro que Corea del Norte va tomando fuerza en las agendas políticas de EEUU y China, sobre todo cuando Pyongyang sigue marcando su propio territorio con el lanzamiento de misiles y su desarrollo nuclear, pero esta semana tanto Xi Jinping y Donald Trump tratarán de limar sus diferencias para no dañar sus propios intereses.
Estados Unidos pedirá a Pekín que aplique de forma estricta las sanciones y resoluciones de la ONU contra Corea del Norte, dado que alrededor que el 90 por ciento del comercio exterior norcoreano se produce con China.
Es notorio que Corea del Norte tiene su propia guerra particular, la mediática, que normalmente siempre gana, sobre todo cuando se produce o va a desarrollarse algún acontecimiento de calado internacional, de ahí que haya avisado a Xi Jinping y a Donald Trump de su estrategia particular con un nuevo lanzamiento de un misil balístico de medio alcance, lanzado horas previas a ese encuentro desde su costa oriental que recorrió unos 60 kilómetros en dirección al mar del Este (mar de Japón).
Todo parece indicar que el misil lanzado es de una clase de Pukguksong 2 (Estrella polar-2, en coreano) desde Sinpo, en la provincia de Hamgyong del Sur, al mar del Este (mar de Japón), tal como confirmaron los ejércitos surcoreano y estadounidense y que alcanzó una altura máxima cercana a los 189 kilómetros.
Corea del Norte ya ha logrado que tanto Trump como Jinping por si tenía alguna duda hablen de tema nuclear norcoreano, aunque tampoco se quedará en el tintero todo lo relacionado con la falta de equilibrio en la balanza comercial entre Estados Unidos y China, pero fomentar una “guerra comercial” entre las dos potencias no es beneficiosa para nadie, e incluso el presidente chino ya advirtió a Trump que “nadie saldrá vencedor de una guerra comercial”.
China ya es el mayor socio comercial de EEUU y este en el segundo más grande de la nación asiática, por lo que los dos países, en especial Washington, se han beneficiado en gran medida de esta relación comercial.
Además, entre 2001 y 2016, las exportaciones de servicios de Estados Unidos a China se multiplicaron por 15, y el superávit del norteamericano en esta parcela del comercio se incrementó en 15 veces, según fuentes del Ministerio de Comercio chino.
Y eso sin olvidar que en 2015, el comercio y la inversión bilaterales crearon unos 2,6 millones de empleos en EEUU y aportaron 216.000 millones de dólares a la economía del país, lo que supuso un 1,2 por ciento de su PIB (Producto Interior Bruto), según informe del Consejo de Negocios EEUU-China.
Se calcula que China será el mayor importador del mundo en 2022, cuando las exportaciones estadounidenses al país asiático sobrepasarán los 530.000 millones de dólares y crearán más de 3,3 millones de puestos de trabajo. En definitiva, una guerra comercial entre los dos mayores motores del crecimiento económico global no beneficiará a ningún país y traerá consecuencias desastrosas para todos.
Xi Jinping y Donald Trump también tratarán sobre el inminente despliegue de los misiles estadounidenses THAAD en Corea del Sur, con la oposición de China y Rusia, que ha afectado a las relaciones comerciales entre Seúl y Pekín.
Las maniobras militares conjuntas entre EEUU y Corea del Sur o las actuales entre Seúl, Tokio y Washington, que siempre sirven a Corea del Norte para aprovechar el momento y avisar con el lanzamiento de algún misil y al mismo tiempo la firme oposición de China a las dudas de EEUU sobre Taiwán que también creando tensiones entre Taipéi y Pekín, dado que pide a Trump que respete el principio de “una sola China”, y sin olvidar la siempre complicada situación que se produce en los mares de la China Meridional y Oriental, forman parte de los muchos asuntos que ambos dirigentes tratarán esta semana en su encuentro en el club social de Mar-a-Lago (Florida).