Corea del Norte lanza cuatro misiles balísticos y marca sus propias pautas en el nordeste asiático

Lanzadera de misiles de medio alcance norcoreano
Comparte esta noticia:

Madrid. Corea del Norte sigue reforzando su estabilidad política al lanzar cuatro misiles balísticos al Mar del Este (Mar de Japón), que tras volar unos 1.000 kilómetros, tres de los cuales llegaron a la Zona Económica Especial (EEZ) nipona, pero al igual que en otras ocasiones Pyongyang tiene sus argumentos que validan su desafío nuclear al considerar que las actuales maniobras militares conjuntas entre Corea del Sur y EEUU son ensayos para invadir el país.

Los cuatro misiles balísticos, que fueron lanzados en Dongchang-ri, en la provincia de Pyongan del Norte, coinciden también con la celebración de la Asamblea Nacional Popular (ANP), de China, máximo cuerpo legislativo, donde Pekín diseña su política exterior, entre otras muchas medidas, pero que obliga al “gigante asiático” a pronunciarse contra el lanzamiento de misiles norcoreanos y sin olvidar que también ha criticado estos ejercicios militares conjuntos estadounidenses-surcoreanos en aguas de la península coreana.

Corea del Norte sabe muy bien cómo y cuándo debe actuar, pues a las quejas que ha visto de Pekín por estas maniobras militares, se suma también el “enfado” de China por la inminente instalación del sistema antimisiles estadounidenses THAAD en Corea del Sur, que ha supuesto un deterioro importante en las hasta ahora buenas relaciones comerciales entre Seúl y Pekín con el boicot a los productos surcoreanos en protesta por el despliegue de estos misiles.

Pero al mismo tiempo, Corea del Norte, impertérrita a las sanciones que recibe de la ONU y de la comunidad internacional o de la Unión Europea (UE), además de China que ha dejado de comprarle carbón, sigue con su programa nuclear, único medio de defensa del país y que aprovecha las maniobras militares entre Seúl y Washington para realizar ensayos nucleares y reforzar así al régimen y en especial a su líder, Kim Jong-un, que considera que su desarrollo nuclear es su mejor arma para defenderse del “enemigo exterior”.

El régimen comunista norcoreano sigue marcando las pautas de lo que sucede en el nordeste asiático, que pese a las intenciones de Donald Trump de no permitir más ensayos nucleares de Corea del Norte, la solución al programa nuclear de Pyongyang sigue estando muy lejos de una solución definitiva y más cuando ahora Pekín y Washington padecen fricciones que pueden impedir una resolución definitiva a la complejidad de la Península Coreana, único rincón de “guerra fría” existente y eterno problema desde la fundación del país en 1948.

Mientras el embajador de Corea del Norte en Malasia, Kang Chol, es expulsado del país por sus críticas a la investigación sobre la muerte de Kim Jong-nam, el hermanastro de Kim Jong-un, añadiendo así un nuevo capítulo de esta larga serie de misterio, Pyongyang ha querido reafirmar su capacidad defensiva que a la vez ha vuelto a “molestar” a China que ahora afronta problemas con las dos Coreas: por un lado, con Pyongyang por el nuevo lanzamiento de misiles y, por otro, con Seúl por el inminente despliegue en la península coreana de los antimisiles estadounidenses THAAD en Corea del Sur.

No obstante, distintas fuentes también apuntan que el lanzamiento de estos últimos cuatro misiles balísticos, además de justificarlos por las maniobras militares, habría otra razón de peso a causa de que la actual administración de Donald Trump se opuso recientemente a emitir visados a diplomáticos norcoreanos, quienes tenían planeado visitar Nueva York en este mismo mes de marzo para entablar conversaciones no oficiales con exfuncionarios estadounidenses de cara a encontrar soluciones a la actual crisis nuclear, un hecho que podría haber sido de enorme éxito diplomático para Pyongyang.

De momento, al igual que en ocasiones similares, representantes de los gobiernos de Corea del Sur, Estados Unidos y Japón coordinan sus criterios “para defenderse de Corea del Norte” pero con nulos resultados teniendo en cuenta que en esta guerra, “la mediática”, el claro vencedor es Pyongyang.

El líder Kim Jong-un ya advirtió en su mensaje de Año Nuevo que seguiría con nuevas pruebas de misiles encaminadas a mejorar la capacidad de Corea del Norte de defender sus intereses de seguridad y siempre que hay maniobras originan una buena ocasión para que Pyongyang responda con el lanzamiento de misiles u otras pruebas nucleares.

Tal vez habría que preguntarse si es necesario que las maniobras periódicas se suspendiesen temporalmente a la espera de que Corea del Norte se diera una tregua nuclear y así fomentar otros acercamientos que dieran lugar a las conversaciones a seis bandas.

No hay que olvidar que el lanzamiento de estos cuatros misiles balísticos coincide con el inicio de las maniobras anuales conjuntas de Estados Unidos y Corea del Sur “Foal Eagle”, a las que Corea del Norte suele responder con algún tipo de muestra de fuerza y ya el pasado año lanzó siete misiles mientras se desarrollaban esos ejercicios militares, que los considera como un ensayo para invadir su territorio.

Es evidente que los últimos acontecimientos ocurridos en la península coreana no han favorecido para dar soluciones a la península coreana, y una vez más se ha puesto de relieve la vital necesidad de que todas las partes regresen a las conversaciones a seis bandas y, de hecho, es la única vía posible para poner fin al programa nuclear norcoreano.

Las conversaciones a seis bandas (Rusia, EEUU, China, Japón y las dos Coreas) están encaminadas a detener el programa nuclear de Corea del Norte a cambio de reconocimiento diplomático, petróleo y otras partidas para suplir su falta de energía y ayuda humanitaria, pero sería entonces necesario que Pekín empujará más a Pyongyang para que acudiera a estas conversaciones, suspendidas desde 2008.

Santiago Castillo

Periodista, escritor, director de AsiaNortheast.com y experto en la zona

También te podría gustar...

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *