China-Taiwán: primera reunión oficial en 65 años
Madrid. Por primera vez desde la escisión de China y Taiwán en 1949, dos altos cargos de los gobiernos chino y taiwanés, con nivel de ministros, tuvieron el pasado 12 de febrero un encuentro oficial, calificado de histórico en la mejora de sus relaciones tras más de seis décadas de desencuentros y una serie de conflictos.
El responsable de la Oficina de Asuntos de Taiwán del Gobierno de Pekín, Zhang Zhijun, con rango de viceministro, se reunió con su homólogo taiwanés, Wang Yu-chi, en la ciudad de Nanjíng o Nankíng (este de China), un lugar cargado de simbolismo, ya que fue una de las cuatro capitales de China, y ahora pasará a la historia por haber albergado una cita histórica aunque sólo haya sido, de momento, para “sentarse a hablar”.
Wang Yu-chi valoró altamente el encuentro resaltando que el establecimiento de este mecanismo de comunicación ha sido planteado bajos los principios de igualdad y dignidad que contribuirá a una más eficiente y ágil comunicación entre los dos lados del Estrecho de Taiwán.
Wang expresó también su deseo de que ambas partes puedan seguir desarrollando sus relaciones en el futuro bajo el “Consenso de 1992”, según el cual, cada uno de los dos lados del Estrecho admite la existencia de “una China”, pero dando su propia interpretación de lo que esto significa.
Por su parte, Zhang Zhijun dijo: “es algo que no podíamos imaginar hace unos pocos años”, y añadió que “poder sentarnos para charlar es una oportunidad de gran valor, teniendo en cuenta que hubo un tiempo en que ambas partes casi estuvieron en guerra y la actual situación se ha logrado con los esfuerzos de varias generaciones”.
Ahora se espera una visita de Zhang a Taiwán, en los próximos tres meses, que servirá para fortalecer los nuevos contactos oficiales, que podrían salir muy reforzados si se consumara un encuentro entre el presidente chino, Xi Jinping, y el dirigente taiwanés, Ma Ying-jeou, en Pekín en la cumbre del Foro de Cooperación Económica de Asia y el Pacífico (APEC) que acogerá la capital china en noviembre de 2014, lo que supondría el primer encuentro entre máximos líderes de ambos territorios, enfrentados desde la separación unilateral de Taiwán en 1949.
La República Popular de China, cuya capital es Pekín, y la República de China (Taiwán), cuya capital es Taipei, mantienen unas excelentes relaciones desde que llegara al poder el actual gobernante taiwanés, Ma Ying-jeou, en 2008, cargo al que fue reelegido en 2012.
Precisamente el encuentro oficial en Nankíng estuvo lleno de historia y simbolismo al ser esta antigua capital cuna donde Sun Yat-sen (1866-1925) fundó el Partido Nacionalista del Kuomintang (KMT), que actualmente gobierna en Taiwán, pero que también este encuentro oficial sirvió para que Zhang Zhijun y Wang Yu-chi escenificarán un gran homenaje a Sun –donde se encuentra enterrado- al ser considerado una figura muy apreciada por comunistas y nacionalistas del Kuomintang, ya que para los primeros su protagonismo fue crucial para derrocar el imperio Qing y para los segundos es el padre del régimen que heredó Taiwán. Sun Yat-sen fue el primer presidente de China, quien es venerado tanto en Pekín como en Taiwán.
Por otra parte, el comercio entre los dos lados se ha duplicado desde 2008, hasta alcanzar 144.250 millones de euros el año pasado y Taiwán tiene un superávit comercial con China de 84.850 millones de euros, uno de los pocos países y territorios que se pueden enorgullecer de ello, mientras las compañías taiwanesas han invertido cientos de millones de dólares en el continente.
Lo que está claro que China quiere que estos encuentros sirvan para avanzar en la integración económica entre las dos partes, cada vez más interconectadas, y entre otras cosas extender el acuerdo de libre comercio que China y Taiwán rubricaron en 2010 al sector servicios y todo en aras del gran objetivo de China con respecto a Taiwán, que no es otro que la reunificación, pese a que amplios sectores de la isla prefieren el mantenimiento del estatus actual e incluso la independencia y que de momento estos asuntos políticos quedan un poco al margen hasta que no madure y se fortalezca la relación entre los dos lados.
Taiwán se escindió de China en 1949, cuando dos millones de miembros y partidarios del ejército nacionalista del KMT se refugiaron en la isla tras ser derrotados por el bando comunista de Mao Zedong. Durante décadas, Taiwán ha sido apoyada militarmente por Estados Unidos, aunque Washington sobre el papel dejara de reconocer el Gobierno de Taipei en los años 70, cuando reabrió sus lazos con Pekín. Tras décadas de enfrentamientos, KMT y comunistas protagonizan el mejor momento de sus relaciones en 60 años, favorecido, en parte, porque ambos rivalizan con el independentista Partido Demócrata Progresista taiwanés (PDP), que llegó a gobernar la isla entre 2000 y 2008.
Ángel Maestro, periodista, politólogo y analista internacional
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