Kaesong cumple un año de su cierre con secuelas económicas para el desarrollo nuclear de Corea del Norte

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Madrid. El cierre del complejo industrial en la ciudad fronteriza de Kaesong entre las dos Coreas, clausurado por Seúl, tras el lanzamiento del último misil norcoreano, en febrero de 2016, cumple su primer aniversario con secuelas económicas importantes para el programa nuclear del régimen de Kim Jong-un y la merma de ingresos para Corea del Norte.

Corea del Sur cerró como represalia por su último cohete lanzado por Pyongyang el polígono industrial de Kaesong, gestionado con el Norte en plena zona fronteriza con el Sur, un cierre que está pasando factura a la economía del régimen de Kim Jong-un, cuyo recinto es la principal fuente de ingresos para el país, que sufre dificultades financieras, mientras que Seúl ha utilizado la mano de obra norcoreana, barata pero de calidad, donde operaba una totalidad de 54.000 trabajadores en las 123 firmas surcoreanas lideradas por el conglomerado Hyundai, instaladas en ese lugar fronterizo.

Kaesong, inaugurado en 2004, generaba un comercio anual de unos 2.000 millones de dólares y las empresas surcoreanas proporcionaban cerca de 100 millones de dólares en salarios (gran parte pagados al Estado y no a los trabajadores norcoreanos).

La decisión que tomó entonces Corea del Sur fue a causa de las continuas sospechas de que el dinero generado por el complejo industrial estaba siendo utilizado para financiar el programa nuclear y de misiles norcoreanos.

El nulo diálogo actual entre las dos Coreas, que estará de forma inminente más condicionado a la nueva política del presidente Donald Trump, no abren perspectivas de nuevos encuentros entre Pyongyang y Seúl, que tomó su decisión de cerrar Kaesong ante la certeza de que los  ingresos generados se empleaban para financiar los programas armamentísticos norcoreanos, y que ahora tras un año de la suspensión de sus actividades está perjudicando al desarrollo militar de Kim Jong-un, además de otras partidas utilizadas con este dinero.

La realidad norcoreana se ve ahora con un Donald Trump en la Casa Blanca de forma distinta,  al manifestar que no va permitir a Corea del Norte ninguna provocación nuclear, pero su  política, llena de incertidumbre en la región y con dudas respecto a China, país clave en todo lo que pueda ocurrir en Pyongyang, contribuirá a  una serie de incógnitas difíciles de averiguar.

El inminente despliegue del sistema antimisiles estadounidenses THAAD en Corea del Sur es ya una realidad que refleja la lucha hegemónica entre China y EEUU por la zona, pues Pekín sabe que los  THAAD pueden detectar múltiples misiles a una distancia de 2.000 kilómetros y pondría a su alcance objetivos en el interior del territorio chino, pero también se opone Rusia, que tiene frontera con Corea del Norte.

En definitiva, pese a todas las incertidumbre que está creando Trump en Asia y en el resto del mundo con sus políticas, la única vía posible para poner fin al programa nuclear norcoreano sigue pasando en la convocatoria de las  conversaciones a seis bandas (Rusia, EEUU, China, Japón y las dos Coreas), encaminadas a detener su programa nuclear a cambio de reconocimiento diplomático, petróleo para suplir su falta de energía y ayuda humanitaria.

Donald Trump puede contribuir a deteriorar las buenas relaciones entre Corea del Sur y China y al mismo tiempo de forma indirecta favorecer a Corea del Norte que seguirá viendo a Pekín como su mejor aliado, sobre todo cuando las autoridades chinas no terminan de confiar en la nueva administración estadounidense.

Eso sí, con Trump o sin Trump, Corea del Norte va a seguir con su política nuclear, salvo que China influya en ello y, de momento, con la nueva política del magnate norteamericano Pekín no va a gastar muchas energías en convencer a Pyongyang para que detenga su programa nuclear, que al parecer todo indica que podría tener hasta 45 bombas atómicas en 2020 debido a su importante reserva de uranio enriquecido y plutonio con un ritmo de desarrollo de armas cada vez más acelerado, según investigaciones surcoreanas.

Santiago Castillo

Periodista, escritor, director de AsiaNortheast.com y experto en la zona

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