Japón ante la nueva crisis en la península coreana

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Madrid. Con el 105 aniversario en honor al fundador de su nación, Kim Il-sung, y en vísperas de la celebración del 85 cumpleaños de su Ejército, se respira nuevamente ambientes de tensión en Corea del Norte. Su actual líder, Kim Jong-un, amenazó con realizar una nueva prueba de lanzamiento de misiles y armamento nuclear, algo que no ha sentado bien al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, pero que al final no hizo, ni a su coetáneo chino, Xi Jinping.

De hecho, desde finales del pasado mes de febrero, China ha decidido cortar las exportaciones de carbón, una de sus principales fuentes de ingresos, a Corea del Norte, a modo de advertencia, mientras a Trump, la medida a tomar ha resultado en el despliegue de varios buques de guerra ante las costas de la península de Corea.

No obstante, Japón, tradicional aliado de Estados Unidos, ha decidido imitar la media mandando a su vez parte de su flota de guerra al mar de la China Oriental, según ha contado The Guardian a través de dos fuentes fiables. Los más críticos con esta medida alegan que mandar participación militar japonesa solo empeorará las cosas, puesto que incluso Corea del Sur se muestra aún susceptible por la agresiva participación del Ejército nipón durante su ocupación de la península entre 1910 y 1945.

En el país nipón ya son comunes este tipo de noticias, puesto que Corea del Norte es considerado una especie de enemigo tradicional, algo que es recíproco. Las constantes demostraciones de armamento por parte de Kim Jong-un cerca del mar de Japón (mar del Este) no hace más que alterar una cuerda ya de por sí tensa.

El último lanzamiento (fallido) de un nuevo misil balístico por parte de Corea del Norte el pasado domingo no hizo más que acrecentar las tensiones. «Asumimos una serie de respuestas en caso de evacuados en Japón, como su protección, proceso de establecimiento, facilidades para conseguir un hogar y su administración«, declaró el primer ministro de Japón, Shinzô Abe, en referencia a los ciudadanos japoneses que viven en la Península de Corea, cuyo número asciende a más de 47.900, según datos registrados en 2015, mientras que otras cifras hablan de 60.000.

También está previsto un encuentro entre Abe y el presidente ruso, Vladimir Putin, para finales de abril, donde tratarán personalmente la crisis que están viviendo con Corea del Norte y buscarán una solución conjunta, aunque ya previamente se ha celebrado la reunión entre el propio Abe y Mike Pence, actual vicepresidente de Estados Unidos, quien voló desde Corea del Sur a Tokio. «Cooperaremos estrechamente con Estados Unidos y Corea del Sur para cambiar la actitud de Corea del Norte, y animamos a China a que juegue un mayor papel«, dijo Abe, ante lo que Pence se ha mostrado de acuerdo. Ambas naciones han vuelto a asegurar su condición de aliados y «garantes de la paz y la estabilidad» en la región.

Portales de noticias como Yahoo Japón ya han lanzado a la red instrucciones sobre qué hacer en caso de saltar la alarma, que podría ser vía altavoces situados en las calles, mediante el sonido de sirenas y a través de mensajes en radio o televisión. Por otro lado, es bien cierto que la población nipona está más que acostumbrada a este tipo de situaciones con Corea del Norte, por lo que en general el ambiente que parece respirarse en el país es el de un día cualquiera.

Probablemente, Trump esté simplemente midiendo sus fuerzas con Kim Jong-un, siendo Japón un tradicional aliado del primero y enemigo del segundo. La propia administración de Abe sostiene una maniobra basada en el intercambio entre el diálogo y la presión, puesto que «el diálogo por el bien del diálogo carece de significado (…) Perseguimos la paz como nación, pero ésta viene a través de la fuerza«, en palabras del Primer Ministro nipón.

El hecho de que China haya decidido posicionarse, al menos momentáneamente, contra los intereses del líder norcoreano también hace prever que la situación no pasará a mayores. En cualquier caso, las decisiones de Kim Jong-un parecen las más imprevisibles.

Ana Alonso Giménez

Licenciada en Historia (especialidad en antropología), directora de Fantasy Cloud S.L y colaboradora en varios blogs que versan sobre Japón

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