Corea del Norte amenaza a EEUU y advierte a China, pero no ocurrirá nada
Madrid. La península coreana se ha convertido en las últimas semanas en un polvorín que no estallará pero que sí está creando una enorme inestabilidad en la zona con la llegada del portaaviones estadounidense Carl Vinson a las aguas cercanas a Core del Norte, cuyo régimen también ha advertido a China, su fiel e histórico aliado, de “consecuencias catastróficas” al endurecer Pekín las sanciones contra Pyongyang.
Desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, Corea del Norte se ha visto salpicada por el “acoso” que le hace EEUU, que a la vez ha salpicado también a China, que ve con cierto pesimismo que el presidente estadounidense haga algo similar a lo que hizo en Siria y Afganistán, lo que está obligando a Pekín y Washington a estar permanentemente en contacto para evitar males mayores.
Tal vez China podría mirar para otro lado si EEUU decidiese atacar sólo las instalaciones nucleares norcoreanas, pero no se quedaría “con los brazos cruzados” si el hipotético ataque diera lugar a la caída del régimen, algo que no desea nadie y menos Pekín, pero además este futurible ataque debe tener antes el visto bueno tanto de Japón como de Corea del Sur, donde hay importantes bases estadounidenses, que serían las primeras víctimas de una réplica de Corea del Norte.
Corea del Norte está molesta al ver cómo China está entrando en la estrategia de Estados Unidos, y en un comentario difundido por la agencia estatal de noticias KCNA y titulado «¿Se te da bien bailar al ritmo de otros? «, Pyongyang conduce sus críticas a Pekín, que ha ido presionando cada vez más al régimen norcoreano, hasta tal punto que en febrero pasado le anunció de que no le compraría más carbón, en virtud de las resoluciones de la ONU.
La prensa china incluso ha señalado la posibilidad de suspender las exportaciones de hidrocarburos en caso de una nueva prueba nuclear norcoreana, además el carbón es la principal base exportadora de Corea del Norte, pero el país no podría funcionar si al final China, que le suministra el 90 por ciento del combustible, se lo corta.
Corea del Norte ya lanzó una fuerte crítica a China, aunque no de forma directa, pero suficiente para reflejar el distanciamiento entre el cada vez más aislado régimen de Kim Jong-un y Pekín.
Y en medio de esta tensión en la península coreana por las frecuentes pruebas de armas norcoreanas, EEUU ha instado a China a ejercer más presión sobre Pyongyang e insinuado que si Pekín no colabora baraja otras medidas de presión, incluida la vía militar. Eso sí, Corea del Norte ha dejado claro que »está lista para responder a las provocaciones e intimidaciones de EEUU con el envío del portaaviones cercanas a sus aguas».
Lo que es evidente que Kim Jong-un está jugando con fuego sus propias cartas, veremos quién se quema antes, pero dudo que vaya a ver primero un ataque de EEUU a Corea del Norte, sin descartar algún “susto” a Pyongyang, y luego que el régimen comunista se meta en un conflicto con consecuencias desastrosas para todos, en especial para los países de la zona y sobre todo para la supervivencia del régimen comunista.
Xi Jinping y Donald Trump se ven incomodados por Kim Jong-un, y ambos analizan la forma de detener esta escalada que está conduciendo a una situación tensa en la que Pekín ha dejado claro a Washington que nadie debe violar las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y confía en que las partes involucradas ejerzan contención y eviten dar pasos que agraven aún más la tensión en la península coreana.
Al mismo tiempo, Japón dialoga con EEUU para mantener una estrecha colaboración para frenar el programa nuclear norcoreano, Seúl anuncia el desarrollo exitoso de un nuevo sistema de radar para detectar la artillería norcoreana desplegada en la frontera, considerada uno de los mayores peligros que encara su población civil en caso de conflicto con el país vecino, luego siguen las maniobras militares entre Estados Unidos y sus aliados, y como colofón a toda esta tensión, Corea de Norte acaba de detener a un ciudadano de nacionalidad estadounidense, antiguo profesor, de origen surcoreano, que hará todo más complejo para rebajar la tensión en la península coreana.
Corea del Norte está analizando por primera vez que en caso de recibir un ataque exterior y dependiendo cómo fuera, no tiene la garantía de un apoyo nítido como era ante de China, lo que ha originado que Pyongyang haya dejado claro que es que con su propia fortaleza “auto-suficiente para salir adelante», tal como lo dice la Agencia Oficial Norcoreana (KCNA).
La tensión en la península coreana no cede e incluso los habitantes del territorio chino fronterizo con Corea del Norte mostraron recientemente su preocupación ante una nueva prueba nuclear norcoreana en la localidad de Yanji, donde una escuela tuvo que ser evacuada en la prueba atómica de septiembre de 2016.
Mientras, otros habitantes de la zona sienten temor a que una nueva prueba nuclear pueda desencadenar una erupción en el volcán activo de Changbaishan (que los norcoreanos llaman Monte Paekdu), en la frontera entre los dos países, en una situación que incomoda a Pekín, que ve como Corea del Norte está reforzando sus «medidas nucleares de auto-defensa» ante el envío del portaaviones estadounidense Carl Vinson cerca de sus aguas.