India y Pakistán desarrollan un fármaco ante el aumento de infectados por coronavirus
Madrid. Los casos de COVID-19 siguen aumentando rápidamente en Asia meridional. Durante meses, el sur de Asia se salvó de lo peor de la pandemia y ahora los sistemas de atención de la salud en la India y Pakistán se esfuerzan por tratar a cientos de miles de pacientes enfermos, lo que ha obligado a ambos países a trabajar en la búsqueda de un fármaco antivirus.
Así, los casos en la India la elevan al cuarto país con mayor número de infectados del mundo, pues ya a principios de junio el Gobierno indio levantó las restricciones a su población después de dos meses de confinamiento. Desde entonces, la India ha visto un gran aumento en el número de casos y con más de 366.000 casos en la segunda quincena de junio, supone que el país tenga aproximadamente 27 casos por cada 100.000 personas. Es decir, en comparación, Estados Unidos está tratando alrededor de 650 casos por cada 100.000 personas.
El cierre de la India provocó una crisis humanitaria, ya que millones de migrantes de todo el país lucharon por volver a casa. El grupo financiero Goldman Sachs predijo una contracción masiva del 45% del PIB del país en el segundo trimestre del año y la agencia Moody’s rebajó la calificación soberana de la India al nivel más bajo de inversión, y el nivel de desempleo alcanzó la cifra récord del 24% en mayo.
Los estados de la India están adoptando medidas separadas y en gran medida descoordinadas para combatir la creciente ola de casos de COVID-19 en todo el país. En Tamil Nadu, las autoridades de Chennai han establecido un estricto cierre de la actividad económica desde el 19 de junio. Por otra parte, el estado de Delhi, que tiene el tercer mayor número de casos (más de 47.000), sigue abierto sin restricciones. El vecino de Delhi, el estado de Uttar Pradesh, está luchando en la Corte Suprema para mantener sellada su frontera con Delhi, mientras que el estado de Haryana está permitiendo el movimiento hacia y desde la capital.
Algunas grandes ciudades se enfrentan a graves crisis administrativas relacionadas con la respuesta a la COVID-19. En Nueva Delhi, los médicos de dos hospitales municipales amenazan con dimitir por falta de pago de los salarios. En Bombay, la fuerza policial está dispersa con múltiples departamentos en cuarentena.
Mientras la urgencia de encontrar una forma de frenar los brotes es evidente, ya que la India informó a principios de este mes de otro número récord de nuevas infecciones, 9.304. El recuento de muertes por COVID-19 en la India superó las 6.000 y su número de infecciones ha aumentado a casi 217.000, anunció el Ministerio de Salud. Eso hace que la India sea el séptimo país del mundo más afectado por la pandemia.
Los casos crecen en Pakistán sin grandes confinamientos
El número de casos de Pakistán casi se ha duplicado desde principios de junio, hasta superar los 160.000 infectados. El fin del confinamiento nacional y las violaciones de los procedimientos operativos destinados a prevenir la transmisión del coronavirus durante las fiestas del Eid han impulsado el aumento de los casos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha clasificado a Pakistán entre los diez países del mundo con el número más creciente de nuevos casos de COVID-19, y ha criticado la eliminación precipitada de las restricciones. Un informe detallado del Deep Knowledge Group, centrado en las naciones y su capacidad de seguridad contra la pandemia, analizó y clasificó al menos 200 países entre riesgo mínimo, y 200 con riesgo extremo. El ranking de Pakistán llegó a la posición 148 de un total de 200 países, con un puntaje de seguridad de 370, siendo el más alto de 752, lo que lo convierte en el tercer país más riesgoso para el coronavirus. En respuesta, el Gobierno pakistaní ha puesto en marcha una estrategia de pruebas, localización y cuarentena en lugar de restablecer el cierre económico y laboral del país.
Pakistán, como el resto de Asia meridional, se ve obligado a tomar una difícil decisión entre dejar que el virus se propague y dejar que sus ciudadanos más vulnerables luchen por sobrevivir sin ingresos.
Sobre el terreno, se siguen observando violaciones generalizadas de los procedimientos operativos definidos por el Gobierno, y las asociaciones médicas exigen un cierre más riguroso con restricciones estrictas, expresando un desprecio total por el silencio del Gobierno al abordar sus graves preocupaciones. A medida que aumentan los casos, los hospitales están funcionando más allá de su capacidad y los médicos están sobrecargados de trabajo.
El primer ministro del Pakistán, Imran Khan, declaró que el virus alcanzaría su punto máximo en el mes de junio y julio de 2020. Por otro lado, los médicos y paramédicos han expresado serias reservas y preocupaciones en medio de la maximización de la capacidad y la habilidad del sistema de salud del país.
Cinco empresas indias y pakistaníes buscan un medicamento
Aún a pesar de los múltiples tensiones y desavenencias, así como competiciones estratégicas, entre Nueva Delhi e Islamabad, ambos gobiernos, y gracias también a la intervención de Estados Unidos, han logrado alcanzar un acuerdos para el desarrollo de un fármaco que ayude a paliar los efectos del coronavirus. El acuerdo entre la empresa biotecnológica norteamericana Gilead y cinco empresas farmacéuticas genéricas de la India y el Pakistán ayudará a fabricar el medicamento para 127 países.
El Remdesivir, el nuevo profármaco desarrollado, redujo la duración de los síntomas de 15 días a 11 en ensayos clínicos en hospitales de todo el mundo. Este medicamento antiviral se desarrolló originalmente como un tratamiento para el Ébola y funciona atacando una enzima que un virus necesita para replicarse dentro de nuestras células.
Según el acuerdo de licencia, las cinco empresas tienen derecho a recibir una transferencia de tecnología del proceso de fabricación de Gilead para el Remdesivir que les permita aumentar rápidamente su producción. Las licencias estarían libres de regalías hasta que la OMS declare el fin de la pandemia, o hasta que otro producto farmacéutico o una vacuna sea aprobada para tratar o prevenir la enfermedad.
El director general de la empresa estatal Hetero Labs, con sede en Hyderabad, dijo que es demasiado pronto para determinar el precio del fármaco y cuándo comenzará la fabricación. La empresa, con un presupuesto de 1.000 millones de dólares, es uno de los mayores productores de medicamentos antirretrovirales del mundo y abastece a casi cinco millones de pacientes de VIH-SIDA. Hetero Labs fabrica unos 300 productos en 36 instalaciones de fabricación en todo el mundo.
Las autoridades de la India en materia de ciencias médicas y de fiscalización de drogas tendrán que decidir primero cómo quieren utilizar el medicamento en los pacientes. Raman Gangakhedkar, un científico superior del Consejo Indio de Investigación Médica (ICMR, por sus siglas en inglés) ha dicho que considerará el uso de la droga si las empresas indias son capaces de fabricarla. Los datos iniciales basados en un estudio de observación muestran que la droga es efectiva.