Corea del Norte lanza dos misiles mientras el mundo lucha contra el coronavirus

Madrid. En plena guerra global contra el coronavirus, que sigue causando estragos en el mundo, Corea del Norte ha lanzado este fin de semana dos misiles de corto alcance, lo que supone su tercer lanzamiento en este mes de marzo, en un momento crítico a nivel mundial cuando la pandemia es ahora el principal enemigo a batir, de ahí que estos proyectiles hayan inquietado poco, al menos a su vecina del Sur, pero marcan la política hermética de Pyongyang con sus problemas internos y el desconocimiento de lo que ocurre en el país.
El coronavirus es obvio que también va a afectar a la política norcoreana, sobre todo cuando el gobierno de Corea del Sur destina grandes cantidades de dinero en paliar la pandemia, al igual que ha hecho China y ahora se dispones EEUU, que llega tarde en su lucha contra el virus, pero que económicamente tendrá grandes repercusiones en todos sus aspectos, y que además puede dificultar desbloquear las negociaciones nucleares y dañar la posibilidad de un lento levantamiento de las sanciones que pesan sobre el régimen norcoreano.
Obviamente la situación sanitaria norcoreana no queda exenta de preocupación, pues la lucha contra el coronavirus no es un asunto baladí y pese a que Seúl instó a Pyongyang a evitar estas demostraciones militares en un momento en el que el mundo combate “ferozmente” contra un enemigo cobarde e invisible como es el coronavirus, las acciones norcoreanas no favorecen para inmediatos entendimientos entre las partes para lograr los acuerdos nucleares y el levantamientos de las sanciones económicas, un aspecto que puede quedar “muy tocado” ante la brutal crisis económica que se avecina, donde el PIB de más de cien países puede quedar muy dañado.
Corea del Norte toma serias medidas para combatir el coronavirus incluso a costa de pérdidas económicas importantes, pues lo vital es garantizar la seguridad y la vida del pueblo coreano, tal como señala un medio estatal del país, pero Pyongyang debe saber también que cualquier maniobra bélica no va a servir para asegurar la estabilidad en la península coreana.
Los dos misiles se lanzaron desde el condado de Sonchon, en el oeste del país, recorrieron 410 kilómetros campo a través con un apogeo de 50 kilómetros antes de aterrizar en aguas de la costa oriental, señaló el Estado Mayor Conjunto surcoreano.
Para analistas militares, estas armas (posiblemente misiles balísticos de corto alcance) están diseñadas para superar a los sistemas antimisiles con su maniobrabilidad y sus vuelos a baja altitud, es decir, podrían aumentar la capacidad de Corea del Norte para alcanzar objetivos en Corea del Sur y Japón, e incluso las bases estadounidenses que se encuentran en estos dos países, pero es realmente improbable que estalle un conflicto nuclear o un ataque de cualquier signo por parte de Pyongyang, pues la situación es cada vez más cambiante en este mundo global y más cuando el único enemigo ahora mismo es el coronavirus para los chinos, surcoreanos, japoneses y estadounidenses, incluso los rusos.
Ya lo advirtió el líder norcoreano, Kim Jong-un, en su mensaje de Año Nuevo, cuando se refirió a una «nueva arma estratégica» en un futuro cercano y una «acción real impactante», pero los expertos consideran que esa «arma estratégica» podría significar un tipo avanzado de su misil balístico intercontinental (ICBM) o un SLBM. Corea del Norte no renuncia a ser una potencia nuclear.
De momento, todo es un cierto misterio sobre lo que ha probado Corea del Norte con sus nuevos sistemas de misiles móviles impulsados por combustible sólido que ya probó por primera vez el año pasado y en un momento en que las negociaciones nucleares entre Pyongyang y Washington siguen estancadas desde la cumbre de Hanói (Vietnam, 2019) que finalizó sin acuerdos, dado que EEUU rechazó las demandas norcoreanas de aliviar las sanciones que pesan sobre el país a cambio de una renuncia parcial a sus capacidades nucleares.
Está claro que ningún país va a desestabilizar al régimen norcoreano, pues su política de los dos últimos años para encontrar fórmulas de acuerdos con EEUU y Corea del Sur son adecuadas, pero otro cosa es que no hayan cristalizado los contactos, pero la rumorología de que Pyongyang se vea debilitada por el coronavirus y afectada por la pandemia, que desconocemos cómo está transcurriendo dentro del país, sería suficiente para evitar distanciarse de su vecino del Sur, e incluso su mejor aliado, China, cuya frontera fue cerrada a las pocas horas de conocerse el primer caso en la ciudad de Wuhan.
Sea lo que sea, el mundo, las relaciones internacionales y en especial la economía vendrán condicionadas a una nueva etapa cuando se haya derrotado al coronavirus, una pandemia que influirá en las distintas administraciones de medio mundo, pero el hecho de que Kim Jong-un destituyera en febrero pasado a dos importantes dirigentes de la política norcoreana pudiera interpretarse como un descontento interno ahora que aparece el coronavirus y que ha encendido las alarmas con dimes y diretes por doquier e incluso las interpretaciones sobre los motivos del lanzamiento de estos últimos tres misiles.
La guerra comercial entre EEUU y China, a derivado en un nuevo escenario. Nos encontramos ante una guerra bacteriologica, cuyo origen es desconocido. Quizás proceda de EEUU?, Quizás Proceda de China?. Una nueva forma de hacer la guerra. La historia en la humanidad, siempre se repite, en distintos contestó, y ahora nos toca vivir, un nuevo escenario.