China y el mundo dan la bienvenida al Año de la Cabra
Madrid. Mientras por estos lares ya resuenan muy lejanos los ecos de la Nochevieja, y lidiamos con las nieves y los fríos del invierno, los chinos adelantan la primavera y se aprestan a dar la bienvenida al año 4713 de su cronología. El 19 de febrero comienza el Año de la Cabra. Los fastos y las fiestas empiezan, siguiendo la costumbre de iniciarlos con la primera luna nueva del primer día del nuevo año, y terminan con la luna llena 15 días después, el 28 de febrero.
Durante todos estos días en toda China se prevén más de 3.000 millones de desplazamientos en solo 40 días. Se trata del Año Nuevo, el periodo de vacaciones más largo que tienen los chinos, y todos quieren disfrutarlo en familia, aunque para ello tengan que pasar más de 20 horas encerrados en un tren.
El Año del Caballo, marcado por las turbulencias que se predecían, abandona en pocas fechas a los chinos, con todo a punto para dar la bienvenida a la Cabra, regente de la agricultura, y la alimentación, y asociada a la compasión y la bondad.
China vive estos días colas interminables en las estaciones de tren y autobús. Cada día viajan ocho millones de pasajeros en el ferrocarril.
Casi 400 millones de chinos viajarán a sus casas, y se estima que en poco más de un mes se producirá más de 3.000 millones de desplazamientos, la mayor migración que se produce cada año en el mundo. La mayoría de quienes viajan son trabajadores migrantes, y en la mayor parte de los casos, esta es la única época del año en que pueden verse con sus familiares.
Durante dos semanas, hasta la Fiesta de las Linternas o de los Faroles, se suceden visitas y las comidas familiares, que la casa y la familia tienen una consideración especial en estos días, toda una filosofía para afrontar un año nuevo. Para recibirlo como se merece, y asegurarse de que se portará bien, la gente limpia sus casas con escobas viejas, que luego se tiran a la basura. Cuelgan carteles rojos con versos poéticos en sus puertas, decoran con cuadros del Año Nuevo Chino en las paredes y faroles rojos. Se lanzan fuegos artificiales y petardos, con la esperanza de alejar la mala suerte y atraer la prosperidad. Los niños reciben dinero de sus familiares, y es tradición cerrar las tareas pendientes de cara al Año Nuevo, por lo que es importante pagar las deudas.
Con ser una celebración con un fuerte componente tradicional y familiar, la fiesta también está en la calle, no sólo en China sino en los cuatro puntos cardinales del mundo, exista o no un “Chinatown” delimitado. Londres, París o Ámsterdam, en Europa, Perú o Argentina, sin olvidar Nueva York, se suman a este festival de primavera, que es por derecho propio una de las principales fiestas del planeta.
Y los mismo pasa en España, con una importante comunidad del “gigante asiático”, no podía ser una excepción. Hace unas fechas se han presentado los actos con los que Madrid dará la bienvenida al Año Nuevo chino, actos que incluyen dos conciertos, una feria tradicional china en Plaza de España y diversas actividades en el Centro Cultural chino en la capital.
Actos en toda España con una serie de actividades que serán similares en una amplia mayoría de otros países del mundo, donde la cultura y la tradicional china penetran cada vez más.
A ello se sumarán a las actividades y exposiciones que se celebrarán hasta el 28 de febrero en el Centro Cultural Chino en Madrid.
Y además la curiosidad que Miguel de Cervantes nació un año de la Cabra.
En otro orden de cosas, una de las particularidades que quizás distingan al Año Nuevo Chino con otras festividades occidentales es la íntima relación que existe entre esta fiesta y la naturaleza, de hecho simboliza la llegada del momento más bello del año, de la renovación y la aparición de nueva vida, y lleva implícita la fusión entre hombre y naturaleza que la tradición china preconiza desde tiempos inmemoriales
La llegada de un nuevo año lunar en China supone también la entrada en escena de otro signo del horóscopo del país asiático, cuyo influjo marcará a los nacidos durante esos doce meses y que en esta ocasión corresponde a la «cabra», lastrado por antiguas supersticiones de las que el país quiere ahora deshacerse.
China da la bienvenida al Año de la Cabra y sus numerosos actos se prolongarán hasta el 28 de febrero con el clavel como la flor de la suerte para los nacidos bajo este signo de este animal, efemérides, la más importante del calendario chino, con la cabra que representa la amistad, la amabilidad y la lealtad.
En definitiva, el Año Nuevo es el momento más idóneo para recrearse en el ideal chino de armonía, armonía que debe darse entre hombre y naturaleza, entre las familias y en la sociedad. China da la bienvenida al Año de la Cabra y sus numerosos actos se prolongarán hasta el 28 de febrero con el clavel como la flor de la suerte para los nacidos bajo este signo de este animal
No obstante, diversas muestras culturales como el baile del dragón, el baile del tambor, espectáculos de kung-fu, o un pase de farolillos en forma de pez se darán cita en esta feria del Año Nuevo Chino y, obviamente, no faltarán tampoco, entre otras, una exposición de faroles de oso panda, una muestra de técnicas de artesanía popular, un baile de inmigrantes, exhibiciones de caligrafía, degustaciones de gastronomía china y actividades relacionadas con el horóscopo chino, no sólo en Madrid o Barcelona sino en otra serie de ciudades y capitales del mundo.
María Ángeles Santos, periodista