China liderará un nuevo dominio económico con la creación del BAII
Madrid. El desarrollo mundial globalizado no tiene freno, cada vez va más rápido, dentro de un proceso donde se contemplan dos importantes variables como la financiera y la comercial, pero todo basado en los avances tecnológicos que originan que el actual mundo, dominado durante años por EEUU, ahora se palme un nuevo dominio político y económico que será liderado por China, que con la creación del nuevo banco chino, el BAII, consolida su posición mundial con un amplio apoyo y las reticencias de Japón y Washington.
Todos los expertos consideran que la nueva globalización conlleva siempre un aumento de las desigualdades entre los países, pero la nueva mundialización ha empujado a nuevas recetas económicas y sobre todo cuando los nuevos procesos productivos, económicos, industriales se acercan cada vez a una nueva “asianización”, liderada por China, que será más profunda e integradora que la que desarrolló Japón en la década de los setenta y ochenta. En suma, el mundo de esos años no el mismo que el actual, pues su monumental dimensión y cambios en lo que va del siglo XXI son enormes.
La actual dependencia entre los diferentes países del mundo, con sus distintas peculiaridades, sobre todo en los aspectos comerciales, financieros y políticos, que afecta, obviamente, a las condiciones económicas, supone que cada vez influyan más en la aparición de esa nueva “asianización”, como bautizó Rien T. Seger, experto holandés en economía política del este de Asia, donde la segunda economía mundial y la primera potencia comercial del planeta, con su nuevo Banco Asiático de Inversiones en Infraestructuras (BAII), ha empezado ya a diseñar.
El BAII, con un capital suscrito inicialmente de 50.000 millones de dólares, será una institución financiero internacional para financiar proyectos de infraestructuras en Asia y se espera quede establecido a finales del presente año, donde el apoyo a la nueva entidad bancaria ha sido prácticamente unánime.
El BAII, que el próximo día 15 anunciará definitivamente quiénes son los miembros fundadores de la nueva entidad bancaria, cuya sede se ubica en Pekín, será la primera institución financiera multilateral que no estará dominada por Estados Unidos o algunos de sus aliados y al menos 45 países han solicitado ser miembros fundadores de la institución financiera, entre ellas las últimas adhesiones como España, Suecia, Noruega, pese a sus malas relaciones con Pekín por conceder el Premio Nobel de la Paz al activista de derechos humanos Liu Xiaobo, y Taiwán, que no tiene relaciones formales con la China Continental al no ser reconocido como Estado, pero que es muy importante para las dos partes, y que Pekín ha dado su bienvenida.
Estados Unidos ha considerado no unirse de momento, pero si ha matizado que colaborará, al igual que Japón, que mantiene una actitud cautelosa hacia el BAII pese a los llamamientos de muchos expertos y líderes empresariales del país, que opinan que Tokio debería tener una actitud positiva al nuevo banco impulsado por China.
Por su parte, el gobierno japonés se ha mostrado reticente hacia al nuevo banco de desarrollo de China y resalta que amenaza con reducir la excesiva influencia que tienen EEUU y Japón en el grupo del Banco Mundial (BM) y el Banco Asiático de Desarrollo (BAD), pero aún así también se ha unido Egipto pasando por Europa como Dinamarca, Alemania, Francia, Reino Unido, Luxemburgo, Suiza y Rusia o Corea del Sur, entre otros.
Pero la realidad global se impone de forma categórica, cada vez hay menos zonas fronterizas y de ahí que Japón también reflexione y no se descarta que pueda unirse al nuevo banco chino y aportar unos 1.500 millones de dólares para su capitalización inicial, según fuentes gubernamentales niponas.
Lo mismo ha pasado con el visto bueno dado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y otros organismo e importantes entidades que han dado la bienvenida a la fundación del nuevo banco, y con la sola solicitud rechazada a Corea del Norte ya que Pekín pidió al gobierno norcoreano sus datos económicos que hasta ahora no habían sido facilitado.
Pero lo que está claro que desde la llegada de Xi Jinping a la presidencia de China, el país ha llevado a cabo grandes cambios con una política exterior mucho más notoria en el mundo, y ahora con el BAII el “gigante asiático” quiere incrementar su influencia global y ser altamente valorado, sobre todo cuando ya es uno de los principales proveedores mundiales de crédito mundiales, donde sus préstamos en América Latina y el Caribe llegaron en 2014 hasta los 22.000 millones de dólares, según la China-Latin America Finances Database, además de sus importantes inversiones en África que ya ha superado a EEUU como principal socio comercial del continente africano.
El ascenso de China sigue un ritmo imparable y durante las dos últimas décadas el “gigante asiático” se ha hecho -nos guste o no- imprescindible en la estabilidad mundial a nivel geopolítico y económico, donde su presencia en Asia, África o América Latina con importantes inversiones en infraestructuras se han convertido en también importantes relaciones bilaterales con el objetivo de obtener al mismo tiempo materias primas para sus 1.300 millones de habitantes.
China, con 3,8 billones de dólares en reservas de divisas, el primer país del mundo, es ya el principal proveedor de financiación a escala mundial de los países en desarrollo, incluso el Banco de Desarrollo de China (CDB, por su sigla en inglés) ya ha concedido más préstamos que el propio Banco Mundial.
El nuevo BAII puede servir para que China, como le exige EEUU, se involucre más, pero Washington esperará a ver cómo se desarrollan los acontecimientos, auque es obvio que al menos en Asia las necesidades de infraestructuras son totales, donde la falta de aeropuertos, puertos, trenes de alta velocidad y otras prioridades son esenciales para el desarrollo del continente y el nuevo banco impulsado por Pekín será vital para estos objetivos.
En definitiva, es una buena noticia que China se inmiscuya más en el nuevo proceso de globalización mundial, pero Washington y Pekín seguirán luchando por liderar el libre comercio del océano Pacífico tal como se comprobó durante la pasada cumbre de Cooperación Económica de Asia y Pacífico (APEC), celebrada en noviembre pasado, donde el “gigante asiático” desea impulsar un área de libre comercio en la región frente a EEUU que abandera su propia Alianza Transpacífica (TPP).
En octubre de 2014, 22 países asiáticos firmaron en Pekín el acuerdo para la creación del Banco Asiático de Inversiones en Infraestructura (BAII), cuyo objetivo es financiar proyectos en telecomunicaciones, energía e infraestructura y cuya nueva entidad se fundó con un capital inicial de 50.000 millones de dólares, que se elevará a 100.000 millones de dólares. China aporta el 50 por ciento e India es el segundo en aportación de capital
Todo parece indicar que con la constatación del nuevo BAII ha llegado el momento de acabar con la supremacía de Europa desde el siglo XVIII y heredada por Estados Unidos en 1941, en una carrera en la que China parece que va en cabeza y Asia ofrece todas las condiciones para impulsar y modelar la economía y las finanzas del siglo XXI, tal como afirmó en su momento el Premio Nobel de Economía 2001, el estadounidense Joseph Stiglitz.
Santiago Castillo, periodista, escritor, director de Asianortheast y experto en la zona
2 Respuestas
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