China, el gigante de la energía

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Madrid. China, además de ser conocido como el “gigante asiático”, ahora también es conocida como el “gigante de la energía”, la potencia económica de más rápido crecimiento del mundo, convirtiéndose en el consumidor y productor más relevante del planeta.

China ha incrementado exponencialmente en los últimos años su demanda de energía, en especial de petróleo y sus derivados, convirtiéndose en una importante influencia dentro del mercado energético mundial.

La ascensión imparable de China en la economía mundial se ratificó cuando en 2011 se convirtiera en el principal consumidor de energía del mundo y en el segundo consumidor de crudo por detrás de Estados Unidos, así como en el segundo importador neto más importante de crudo y petróleo en 2009.

La Agencia de Información Energética de Estados Unidos –EIA en sus siglas en inglés- calificó al país asiático en 2013 como el primer importador de petróleo y derivados, llegando al 43 por ciento del crecimiento del consumo mundial  de petróleo en 2014.

La respuesta de China frente a la crisis mundial financiera de 2008 se constató con una masiva propagación de medidas que ayudasen a impulsar las inversiones del país y la demanda industrial. La desaceleración económica y la tendencia deflacionaria de 2014 fueron aliviadas a través de una política monetaria de recortes de tipos de interés, la concesión de préstamos a medio plazo para los bancos chinos y la reducción de los requerimientos de reservas de los bancos.

Actualmente, con el gobierno de China en las manos de Xi Jinping desde marzo de 2013, ha habido una continuación en las reformas para crear un crecimiento económico más equilibrado y para alejarse de una economía impulsada principalmente por las inversiones y las exportaciones excesivas de una economía caracterizada por un mayor consumo interno.

China, en el sector energético, se está moviendo hacia la eficiencia energética y las medidas de control de la contaminación y la competencia entre las empresas del sector, así como a proyectos de energía renovable, pero el “gigante asiático ha estado buscando formas de atraer inversión privada en el sector de la energía mediante la racionalización de los procesos de aprobación de proyectos, la implementación de políticas para fomentar más la infraestructura de transmisión de energía conectando la oferta y la demanda y relajando el control de los precios.

Por otro lado, el compromiso real del país asiático con el medio ambiente en la lucha contra el cambio climático es un hecho. Así ha sido ratificado con el acuerdo que se firmó en 2014 con el presidente estadounidense, Barack Obama, quien se comprometió a alcanzar el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero marcado para 2030.

Revolución de la energía eólica con respecto a la energía nuclear (Fuente: Forbes Statista).

El informe China 2050 High Renewable  Energy PenetrationScenario & Roadmap Study realizado por el Centro Nacional de Energías Renovables chino sobre las tendencias energéticas en el país asiático, establece un objetivo de alta presencia de las energías renovables hasta el punto de llegar a la conclusión de que entre eólica, solar, hidroeléctrica, biomasa y energía geotérmica podrían producir el 60% de la energía total y el 85% de su electricidad dentro de 35 años si se mantiene la estabilidad de la red.

Es por ello por lo que un “gigante mundial” incuestionable podría ser sinónimo de esperanza para la salud de nuestro planeta, ya que siendo el país más poblado del mundo, el mayor consumidor de carbón y emisor de CO2, podría cambiar el rumbo del cambio climático y liderar el mercado mundial de las energías renovables.

Capacidad eléctrica instalada en China en 2013 (Fuente: EIA)

Capacidad eléctrica instalada en China en 2013 (Fuente: EIA)

Desde hace ocho años, China acoge la feria China Wind Power. Este año se celebró entre los días 14 y 16 de octubre, reuniendo a las mejores y mayores conferencias de la industria eólica con las compañías más influyentes, entre innovación, desarrollo y compromiso con el futuro del planeta. Esta cita, que se ha convertido en la reunión anual del sector eólico por excelencia, constata que China es líder indiscutible en instalaciones anuales de MW- superando los 19GW anuales- y se posiciona a la alza en este sector cada vez más desarrollado.

La feria ha servido de escaparate inigualable para las compañías que no han desaprovechado la oportunidad de dar a conocer su evolución en el sector, como la española Gamesa Corporación Tecnológica S.A., que se consolida desde su origen en la combinación de la energía eólica y la aeronáutica.

Precisamente fue en China Wind Power 2015 donde se produjo el lanzamiento global de su nueva turbina -la G126-2.5MW- diseñada para vientos bajos, como los del mercado asiático.

En definitiva, China está convirtiéndose a pasos de gigante en un gran país con todas sus letras, no solo en población, sino en innovación y tecnología. Promete establecerse como sede mundial de energías renovables, consolidarse en su evolución y movilizar al mercado en una segura apuesta por el desarrollo responsable futuro, pero cabe preguntarse cómo reaccionaran los países de su entorno ahora que se ha firmado el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) poco antes de la reunión de la  Asociación de Naciones del Sudeste
Asiático (ASEAN), en noviembre pasado.

Rocio Burgos

Master Universitario en Ingeniería Ambiental por la Universidad Politécnica de Madrid. Graduada en Ingeniería del Medio Natural, actualmente trabaja en el sector de energías renovables en Europa, Oriente Medio y África.

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