China e India intensifican su diálogo bilateral
Madrid. La principal conclusión de la reciente cumbre entre el presidente chino, Xi Jinping, y el primer ministro indio, Narendra Modi, fue establecer la creación de un nuevo mecanismo de diálogo de alto nivel sobre cuestiones económicas y comerciales, apodado “Chennai Connect”, un hecho que intensifica las relaciones bilaterales entre los dos países más poblados del mundo.
Este mecanismo establecerá un sistema bilateral entre la India y China de gestión de los flujos de bienes y servicios entre ambos países para garantizar desequilibrios en las balanzas comerciales en el comercio entre los dos países.
El “Chennai Connect” fue propuesto por el gobierno indio en gran medida porque su déficit comercial para con China es y ha sido sustancial durante más de 15 años. Es decir, para hacernos una idea, mientras que el comercio bilateral total se situó en 95.000 millones de dólares el año pasado, el déficit comercial de Nueva Delhi con Pekín fue de alrededor de 53.000 millones de dólares.
Este tratado llega justamente cuando el “gigante asiático” ha hecho llamamientos para la entrada en vigor del RCEP (Regional Comprehensive Economic Partnership), un acuerdo de libre comercio entre China, los países de la ASEAN, Australia, China, India, Japón, Corea del Sur y Nueva Zelanda.
Así, cabe decir que la India nunca se ha sentido muy cómoda en este marco multilateral, el cual siempre ha visto como un instrumento de dominación por parte de Pekín, y ha abogado siempre por mantener una bilateralidad constante con el gobierno chino en materia de comercio. En este sentido, el “Chennai Connect” es una victoria para Nueva Delhi.
Cachemira, el elefante en la habitación
Un punto sorprendentemente ausente en la agenda de la conferencia ha sido la cuestión de Cachemira y las relaciones sino-pakistaníes, algo que se esperaba discutir, al menos por la parte china.
De hecho, la visita del presidente Xi a la India se produjo dos días después de que este mantuviera conversaciones con el primer ministro de Pakistán, Imran Khan, en Pekín. En una declaración conjunta de los dos gobiernos, China anunció estar prestando mucha atención a la situación en Cachemira y que la cuestión debe resolverse de manera adecuada y pacífica sobre la base de la Carta de las Naciones Unidas.
Al mismo tiempo, la cuestión de la lucha contra el terrorismo también fue abordada durante la cumbre, pero sin entrar en el fondo de la cuestión y haciendo menciones puntuales a la situación en Afganistán.
En consecuencia, se puede concluir que las cuestiones económicas y comerciales predominaron en la agenda sobre las materias más políticamente sensibles (ejemplo, Cachemira, frontera Sino-India, o terrorismo).
Futuro de las relaciones sino-indias
La cumbre también arrojó cierta luz sobre las prioridades de China e India en lo que respecta a sus relaciones bilaterales: En primer lugar, los dos países han mostrado una voluntad de auto percibirse correctamente en lo que respecta al desarrollo del otro y buscar así mecanismos para mejorar la confianza mutua.
En segundo lugar, ambas partes han indicado la necesidad de que haya una comunicación estratégica constante que trate con prudencia las cuestiones que conciernen a los intereses fundamentales de cada uno y que, en el caso de los problemas que no puedan resolverse en este momento, los gestione y controle adecuadamente (ejemplo, disputas fronterizas y evitar un escenario como el enfrentamiento fronterizo de Doklam en 2017).
Xi Jinping y Narendra Modi coincidieron en que la paz y la tranquilidad se han mantenido en la frontera durante el último año desde la cumbre de Wuhan, a través de las orientaciones estratégicas acordadas por ambos gobiernos.
No obstante, con respecto a las disputas fronterizas, los dos líderes instaron a los Representantes Especiales de ambas partes a continuar sus esfuerzos para llegar a un marco mutuamente acordado para una solución justa, razonable y mutuamente aceptable basada en los Parámetros Políticos y los Principios Rectores que fueron acordados en 2005.
Tercero, ambos países señalaron la necesidad de mejorar los intercambios de información y la cooperación militar y en materia de seguridad, pero sin comprometerse a ninguna medida concreta, mostrando así las reticencias mutuas de abordar esta cuestión.
Cuarto, aprovechando el establecimiento de un mecanismo de diálogo económico y comercial de alto nivel, ambos países han mostrado su interés y voluntad de reforzar sus estrategias de desarrollo económico, y tratar de construir una asociación en el ámbito de la industria manufacturera. Por ejemplo, el presidente Xi invitó a empresas farmacéuticas e informáticas de la India a invertir en China.
En quinto lugar, ambos mandatarios señalaron la necesidad de profundizar de los intercambios culturales.
Sexto, los dos países señalaron la necesidad de reforzar la cooperación en asuntos internacionales y regionales, en particular adoptando una posición clara para salvaguardar un sistema internacional con las Naciones Unidas como núcleo rector y un orden internacional basado en el derecho internacional público y manteniendo el multilateralismo, especialmente en el ámbito comercial, con la Organización Mundial del Comercio (OMC) como su núcleo central.
En definitiva, los dos líderes deliberaron principalmente sobre cuestiones comerciales y económicas, centrándose en la identificación de nuevas áreas de inversión y en el aumento del volumen y valor comercial del comercio bilateral, y convirtiendo el comercio en el eje central del futuro de las relaciones sino-indias.
Por último, podemos concluir que la importancia dada a este encuentro por parte de los medios de comunicación globales es una muestra de la relevancia e influencia de estos dos países en la escena internacional, lo cual sugiere su regreso al estatus de grandes potencias.