Causas de las elecciones anticipadas en Japón

Shinzo Abe, primer ministro nipón
Shinzo Abe, primer ministro nipón
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Madrid. Los medios japoneses ya lo presagiaban y esta semana se hizo realidad: Shinzo Abe ha anunciado elecciones anticipadas en Japón para octubre bajo la premisa de que «ahora es el momento de ir más allá y aplicar las últimas fases para garantizar el crecimiento», dando inicio el proceso con la disolución de la Cámara Baja (Dieta).

Ante esta deriva de acontecimientos, algunos medios especializados están estudiando lo que significan dichos comicios, especialmente para la economía japonesa, uno de los principales ramos del programa de Abe, denominado por ello «Abenomics», y quizás uno de los principales motivos de la caída «en desagracia» del primer ministro y su Gobierno, renovado casi en su totalidad hace apenas dos meses.

Una de las medidas más controvertidas de este programa es la prevista subida al impuesto de consumo, agendado en su programa para octubre de 2019, y es que la vez anterior en que llevaron a cabo una política similar, en abril de 2014, supuso más pérdidas que beneficios, con protestas por parte de la población y un incremento de la deflación.

La parte probablemente más polémica de este incremento al impuesto es que Abe pretende destinar la mayor parte de sus beneficios a programas educativos y a favorecer la natalidad en lugar de a las pensiones, uno de los principales problemas que enfrenta la sociedad japonesa en la actualidad, debido al envejecimiento de la población, con un 65 por ciento de nipones superando los 65 años.

Hasta la fecha, las políticas económicas de Abe se han caracterizado por su inmovilidad y determinación, como si el líder del Partido Liberal Democrático creyera que son la solución definitiva a una crisis en la que Japón lleva metido desde la década de 1990.

De hecho, y volviendo a la deflación, este factor supone quizás el mayor reto dentro de los baches económicos en los que está sumergido el país asiático, y de ahí el Banco de Japón anunció recientemente que pretende mantener intacto su programa de flexibilización monetaria con el objetivo, justamente, de lograr una subida estable de precios de alrededor al 2 por ciento.

Asimismo, es difícil averiguar el motivo por el que Abe ha adelantado las elecciones, pero varios medios ya se encuentran analizando las posibilidades, donde la principal apunta al mencionado debilitamiento del gobierno tras las recientes renovaciones y dimisiones por escándalos de miembros de su gabinete, e incluso alguno que apuntaba al propio Abe.

Al mismo tiempo, la oposición tampoco se encuentra en su mejor momento, y su caída continua avanzando y sin frenos, con el último de sus escándalos siendo protagonizado por una de las principales rivales de Abe en los debates y miembro del Partido Democrático, Shiori Yamao, debido al descubrimiento de una aventura extraconyugal.

Ante esta situación, la mayoría de las miradas están puestas sobre la popular gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, además fundadora del nuevo partido «Tomin First no Kai» (Primer Partido de Ciudadanos de Tokio). La maniobra de Abe de adelantar las elecciones a octubre supondría quitarse de en medio, con probabilidad, a esta rival, ya que su partido, de creación reciente, apenas tendría tiempo para preparar una campaña electoral de tal magnitud.

No obstante, la gobernadora de Tokio ya anticipaba el movimiento de su contraparte político, anunciando también esta semana la creación de otra nueva agrupación, bautizada como Partido de la Esperanza, con el que piensa continuar con la estrategia que le ha hecho fuerte en la capital, como son la transparencia de la administración pública, dar un mayor protagonismo social y económico a la mujer o el rechazo a la energía nuclear.

Con todo ello, en donde sí parecen coincidir todos los medios es en la presencia de la constante amenaza norcoreana, factor a su vez determinante en la caída de popularidad del primer ministro, debido sobre todo a las controvertidas maniobras para reforzar al ejército nipón. Sin embargo, de salirle bien la estrategia a Abe ante un descuido o (poco probable) ataque directo de Corea del  Norte, las previsiones apuntan a que esto conllevaría el reforzamiento de su gobierno. 

De esta forma, la última encuesta de popularidad lanzada por Nikkei esta semana mostraba que Abe mantenía el apoyo de la mitad de la población, frente al 30 por ciento que había salido en los resultados de julio.

En suma, no resulta descabellado pensar que Abe estaría esperando a la celebración del 19 Congreso del Partido Comunista de China (PCCh), previsto para octubre y en donde se espera que traten la tensa situación existente en la península coreana, para llevar a cabo el movimiento.

Ana Alonso Giménez

Licenciada en Historia (especialidad en antropología), directora de Fantasy Cloud S.L y colaboradora en varios blogs que versan sobre Japón

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