Pese a la ruptura de negociaciones nucleares, Corea del Norte y EEUU seguirán dialogando

Madrid. El optimismo que había en Estocolmo para encauzar las negociaciones nucleares entre EEUU y Corea del Norte este fin de semana ha terminado en fracaso, pero sin obviar que ambas delegaciones saben que el camino hacia una solución final pasa por acuerdos firmes entre Pyongyang y Washington, pero eso sí, la Administración estadounidense debe evitar en estos encuentros cualquier atisbo de desconfianza y presión al régimen norcoreano.
Estados Unidos tiene en sus manos una enorme oportunidad de lograr un éxito sin precedentes en la península coreana, pues nunca Corea del Norte había ido tan lejos en sus contactos con EEUU y ahora cualquier posibilidad debe aprovecharse con mucho tacto y evitar intereses partidistas, sobre todo cuando aún hay bastantes republicanos que tienen “miedo” a una definitiva paz en la península coreana que cambie por completo el panorama político en la zona y con ello una enorme merma en la venta de armamento estadounidense en la zona.
Realmente todavía hay quienes se creen que Corea del Norte va atacar a un tercero o va a provocar un estallido nuclear, sencillamente es un asunto difícil de ejecutar, de ahí que sea necesario allanar todos los caminos que conduzcan a la desnuclearización y al mismo tiempo suavizar el levantamiento de las sanciones que pesan sobre Pyongyang.
“Las negociaciones no han cumplido nuestras expectativas y finalmente se han roto”, explicó el jefe negociador de Corea del Norte, Kim Myong-gil, tras finalizar el encuentro en la capital sueca, aunque sí, EEUU ha valorado positivamente las conversaciones e incluso ha aceptado la invitación de Suecia para volver a reunirse en dos semanas, lo que evidencia que el camino emprendido hace dos años por ambos países no puede obstaculizarse definitivamente.
No obstante, pese a que Cancillería norcoreana acusó a EEUU, en un comunicado publicado por la agencia oficial KCNA, de tratar de usar las negociaciones para intereses domésticos y dijo que «carece de base» la afirmación de Washington de que ambos países volverán a reunirse de nuevo en dos semanas en la capital sueca, las posibilidades de reunirse de forma inminente son bastante altas, salvo un giro inesperado de Pyongyang, que no se espera.
“El pronunciamiento de la delegación de Corea del Norte no refleja el contenido ni el espíritu del debate de esta reunión (sábado, día 6 octubre), que ha durado ocho horas y media”, indicó la portavoz del Departamento de Estado, Morgan Ortagus.
La delegación norcoreana llegó a Suecia este pasado jueves, un día después de que fuera probado con éxito un nuevo misil balístico lanzado desde un submarino, el ensayo más comprometedor realizado desde la reanudación del diálogo entre Pyongyang y Washington en 2018, una forma de advertir que Corea del Norte quiere negociar con seguridad y firmeza.
Corea del Sur, otro de los protagonistas en la resolución final y definitiva en todo el proceso nuclear, señaló que pese a este fracaso en Estocolmo mostró su esperanza que el diálogo persista.
Las conversaciones de Estocolmo han estado bajo un secretismo total para asegurar el éxito del encuentro, el cual vino precedido de la posibilidad de un levantamiento de sanciones a la exportación de textil y carbón norcoreano si Corea del Norte desmantelaba sus principales instalaciones en el centro de investigación nuclear de Yongbyon, a 90 kilómetros de Pyongyang, donde produce su combustible para bombas atómicas.
Y mientras se encuentran las claves para la solución a este largo proceso de contactos entre las partes, el presidente chino, Xi Jinping, y el líder norcoreano, Kim Jong-un, han estrechado su amistad, en un momento importante para Corea del Norte, ahora que se cumple el 70 aniversario de las relaciones diplomáticas entre ambos países, y también con el apoyo total de Pekín a Pyongyang en sus conversaciones con Estados Unidos.