La guerra comercial entre China y EEUU se recrudece al romper Google con Huawei

Madrid. Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China siguen subiendo su nivel al suspender Google parte de sus vínculos comerciales con la compañía china Huawei, que perderá la posibilidad de actualizar el sistema operativo Android y las próximas versiones de sus móviles también podrían quedarse sin el acceso a aplicaciones fuera de los servicios de China como como Google Play Store and Gmail app.
Esta medida podría dejar a millones de móviles en todo el mundo sin acceso a actualizaciones ni “apps”, dado que Google ya no participará en negocios con Huawei que requieran la transferencia de productos de hardware y software, excepto aquellos cubiertos por licencias de código abierto.
Es decir, Google también dejará de proporcionar asistencia técnica y colaboración para los servicios de Android y del gigante de Internet que soporta el sistema operativo, dentro de una guerra comercial, preocupante para todos, ante la política de Donald Trump que ha visto como el gigante tecnológico estadounidense, presionado por el cerco de la Administración estadounidense ha suspendido toda transferencia de hardware y software a Huawei.
En realidad, el asunto pinta muy mal para el futuro de Huawei, donde obtiene casi un 50 por ciento de ingresos de Google, pero que es consecuencia de una guerra comercial imparable y absurda que ha provocado Donald Trump.
La compañía china Huawei por mucho desarrollo tecnológico alternativo que haga a Gooble será difícil que pueda ofrecer una credibilidad suficiente para que pueda ocupar parte del espacio de la compañía estadounidense, es decir, creer en un nuevo proyecto en estas circunstancias no resultará fácil.
La guerra de la tecnología no para aquí dado que ahora tal vez la estadounidense Apple, que diseña y produce equipos electrónicos, será la primera que sufra el boicot chino y todo ello afectará a miles de millones de usuarios y elevando los niveles de inseguridad en el mundo, una situación que conllevará a una posible recesión sabiendo que las guerras comerciales son preludios de otros escenarios, pero lo más paradójico es que China es el principal acreedor de Estados Unidos.
Donald Trump se ha excedido bastante y pese a las dudas que siembra China, la guerra no va a favorecer a nadie, los chinos van a reaccionar y las consecuencias aún serán mayores para todos.
Por otra parte, las mayores operadoras móviles se mantienen en Europa al margen de la polémica y descartan vetar a Huawei, o a cualquier otro proveedor chino, a la espera de que la Comisión Europea (CE) se pronuncie y fije sus estándares de seguridad en redes móviles, lo que ocurrirá previsiblemente a finales de año, pero la preocupación es bastante alta.
Por ahora, Vodafone, el mayor operador europeo y uno de los principales en España, va a seguir trabajando con Huawei -uno de los tres proveedores más relevantes de equipos de red, junto a Ericsson y Nokia– en la parte de radio de su red, a la espera de que sea la propia Unión Europea (UE) la que decida criterios claros en materia de seguridad, según fuentes oficiales de la propia compañía, mientras que la francesa Orange, la segunda mayor de Europa, también está alineada con la posición de la poderosa GSMA, que integra operadores, fabricantes y otras firmas de telecomunicaciones de todo el mundo y que el pasado febrero ya pidió a las autoridades europeas que protegieran “la seguridad de la red y la competencia en el suministro de infraestructuras de telecomunicaciones”.
En definitiva, una guerra comercial que empieza a extenderse a las empresas privadas y sin olvidar que Google tiene el 85 por ciento de los teléfonos móviles y controla mucha información, mientras que también Huawei controla la cuarta parte del negocio mundial.
China ya estudia qué tipos de represalia va a hacer a EEUU. Ya Barak Obama dudaba de la seguridad de Huawei, cuya empresa siempre rechazó las acusaciones de espionaje, pero Trump con distintos modales ha llevado a cabo una guerra en la que todos salen perjudicados.
La iniciativa de Trump constituye la más contundente ofensiva hasta la fecha contra el sector tecnológico chino, dado que Google al dejar de dar soporte a Huawei traerá consecuencias muy graves para todos.