La economía japonesa seguirá en alza pese a la subida del IVA pero cae el consumo
Madrid. Recientemente el Banco de Japón (BoJ) pronosticó que la economía nipona seguirá recuperándose lentamente pese a los efectos de la subida del IVA, pero el optimismo sobre la economía nipona raya cierto escepticismo dado que el primer ministro Shinzo Abe debe afrontar una complicada situación financiera como es aumentar la recaudación fiscal sin ahogar el crecimiento y el consumo.
Además, el optimismo entre los grandes fabricantes japoneses respecto a los tres próximos meses se ha deteriorado drásticamente, ya que las compañías son más cautas a causa del impacto de la subida del impuesto sobre el consumo y por las mayores dudas sobre las políticas económicas de Abe, según indica el BoJ.
Precisamente el BoJ ya no sólo resalta la confianza empresarial, sino también las perspectivas de beneficios, los planes de inversión y las condiciones laborales, en un momento en que acaba de entrar en vigor el incremento del impuesto sobre el consumo al 8 por ciento desde el 5 por ciento y veremos, como dicen los expertos, si a finales de año Abe no sube el impuesto sobre el consumo al 10 por cierto en 2015.
Lo que dice el BoJ en una encuesta reciente es que el retroceso de la confianza en el futuro de la economía nipona es generalizado con empresas de todos los tamaños y con el temor de una fuerte caída a causa de la entrada en vigor del aumento del nuevo impuesto.
Pero a nadie le interesa que haya problemas en la economía japonesa que puedan bloquear su crecimiento, pues cada vez es más notorio la interdependencia mundial a nivel económico y claro esa firme idea de de los años ochenta de que para los economistas Japón no podía equivocarse ha pasado a la historia. Por supuesto que Japón no es un país pobre pero su estructura económica necesita ciertos remiendos.
Sobre todo cuando el FMI dice que la deuda pública de las economías avanzadas equivaldrá en 2014 en términos medios al 105,7 por ciento del PIB, con países como Japón y EEUU entre los señalados y esto se ha unido a que las exportaciones e importaciones de China cayeron en marzo de forma inesperada, aunque Pekín garantiza más medidas de estímulo para sostener la actividad económica.
No hay que olvidar que la deflación en Japón estancó su economía durante varios años y el país sufre tasas de endeudamiento elevadas, superiores al 200 por ciento de su PIB.
Pero el superávit que tuvo Japón en febrero por cuenta corriente de 4.333 millones de euros, el primero en cinco meses, lo que no ocurría desde septiembre de 2013, contrasta con el déficit récord de 11.239 millones de euros de enero, según el Ejecutivo japonés.
Tampoco es bueno un yen débil para la economía mundial ya que encarece las importaciones y agrava la dependencia energética de Japón, que compra a otros países el 90 por ciento de la energía que consume.
Japón, un país que durante décadas ha sido exportador neto, ahora ha visto revertida esta tendencia en los últimos tiempos, debido a la mayor importación de recursos energéticos que ha supuesto la parada de sus plantas nucleares tras el accidente en Fukushima en 2011.
Ahora la preocupación estriba en los concesionarios de vehículos que han visto como sus ventas han bajado tras la entrada en vigor de la subida del IVA del 5 al 8 por ciento, una preocupación que se ha visto incrementada a raíz de que Toyota, Nissan, Honda y Mazda llamarán a revisión a unos 3,4 millones de coches producidos en Japón y distribuidos a lo largo y ancho del globo, por problemas con los sistemas de airbag fabricados por el proveedor Takata.
Al parecer los airbags instalados entre 2000 y 2004 tienen problemas con el dispositivo que se encarga de inflarlos, por lo que el airbag del conductor podría no abrirse de la manera adecuada en caso de accidente. Takata atribuye el defecto a dos millones de airbags.
También los grandes almacenes se ven preocupados por su fuerte caída de las ventas, así como los parques temáticos, los cines, los productos de electrónica, pero todo basado en el miedo de que los nipones disminuyan su gasto, es decir, el consumo, componente esencial de la economía del país.
Pese a todo, Japón sigue siendo la segunda mayor reservas de divisas mundial después de la de China. La reserva de divisas de Japón aumentó en febrero en 8.040 millones de euros hasta alcanzar los 909.909 millones de euros y el volumen de las reservas niponas se incrementó por segundo mes consecutivo debido a ingresos en concepto de intereses derivados de bonos extranjeros adquiridos por el Gobierno, como los del Tesoro de Estados Unidos, según el Ministerio de Finanzas nipón.
Santiago Castillo, periodista, director Asianortheast y experto en la zona
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