La cumbre de los BRICS apuesta por ser el motor de la economía mundial
Madrid. La reciente VIII cumbre de los países BRICS, en el estado indio de Goa, concluyó su apuesta por volver a ser el motor de la economía mundial, en una cita que estuvo marcada por las condenas al terrorismo impulsado por India, país anfitrión y que ostenta la presidencia del grupo hasta diciembre.
Esta cumbre del BRICS, cuyos países –Brasil, Rusia, China, Sudáfrica e India- representan el 30 por ciento de la economía mundial y suman el 42 por ciento de la población del planeta, al contar entre sus miembros a los dos países más poblados, China y la India, intensificaron los acuerdos sobre intercambios comerciales aunque florecieron diferencias políticas, cuyo volumen llega a un total de 244.000 millones de dólares, cifra cercana al 17 por ciento del comercio mundial.
Además, tres de sus miembros están entre las diez principales economías del mundo y dos de ellos tienen las economías de más rápido crecimiento, lo que a la vista de estos datos, convierte a los países BRICS en una fuerza dominante en la economía mundial y ayuda a comprender mejor que la idea de aumentar el comercio entre sus cinco miembros produzca cierto revuelo en la economía mundial.
No obstante, pese a que los lazos comerciales entre estos países se han fortalecido en los últimos años y el volumen del comercio también ha aumentado, la debilidad del escenario económico mundial, junto con las diferencias en los riesgos respectivos y los desafíos económicos que sus economías experimentan en la actualidad, unido a la falta de criterios comunes para desarrollar una política comercial unánime, impiden un impulso aún mayor en el comercio de los BRICS: no han sido capaces de crear una zona común de libre comercio.
De esta forma, según Prableen Bajpai, directora y fundadora de FinFix, empresa en la India dedicada a la investigación económica y financiera, desde que a principios de la última década el británico Jim O’Neill los denominara BRICS, asegura que han sido las reticencias de China las que lo han impedido, junto con la desconfianza que sus mercados nacionales tienen hacia lo que viene de fuera, por lo que habría que comunicar de forma más pedagógica las ventajas que supondría para todos.
Analizando país por país, Brasil, la mayor economía de América Latina, ha sido víctima de la caída de los precios de las materias primas, que la ha situado en una posición incierta y sus problemas económicos se han agudizado con el fantasma de la corrupción y la incertidumbre política, lo que, a su vez, ha afectado el clima de inversión y la confianza en su economía. Este país vive inmerso en una profunda recesión que se espera cierre alrededor del -3,3 % en 2016, aunque se vislumbra un aumento positivo del 0,5 % en 2017.
En cuanto a Rusia, la caída de los precios del petróleo y las sanciones impuestas por la comunidad internacional del lado de las economías occidentales han servido para agravar las dificultades de su economía, que se espera se contraiga un 0,3 % este año, y tendrá que esperar a 2017 para ver la salida del túnel.
Por su parte, India, cuya economía se orienta hacia la demanda interior, ha demostrado su resistencia a las presiones mundiales, lo que le da un papel estelar en el difícil escenario económico mundial y entre sus cuatro socios, y es el único de los cinco países que conforman el grupo que mantiene fuertes perspectivas de crecimiento, tras registrar un 7,6 % de incremento del PIB en el año fiscal 2015-2016 (hasta el 31 de marzo), que espera mantener en dígitos similares para el próximo año.
En relación a China, la desaceleración de su economía se debe más al proceso de transición hacia la demanda interna (consumo), al tiempo que parece querer brindarse contra posibles dificultades económicas futuras e intenta promover un crecimiento económico más sostenible, pero su crecimiento ha sido ahora en un 6,7 por ciento a lo largo de los primeros nueve meses del año, dentro del objetivo previsto por el gobierno, donde el consumo y el gasto público han sido claves.
Al mismo tiempo, Sudáfrica, que tiene la economía más pequeña de los cinco, la primera economía de África, que acapara un 25 % de todo el PIB africano, ha crecido a una tasa promedio de 2,39 por ciento durante los cinco años últimos, y crecerá un 1,1 % en 2017, la tasa de crecimiento más lenta desde la crisis que vivió en 2009.
Los BRICS, según distintos analistas, marcan su objetivo en promover una economía global innovadora, fuerte, interconectada e inclusiva para dirigirse a una nueva era de crecimiento global y desarrollo sostenible, y a la vez liderar el crecimiento económico.
No obstante, durante la cumbre surgieron las desavenencias políticas a la hora de redactar el comunicado conjunto, ya que el primer ministro indio, Narendra Modi, propuso, en relación a la posición común de los cinco ante el terrorismo, que se incluyeran en la declaración de Goa los nombres de JeM (el «Ejército de Mahoma» ), el grupo yihadista con base en Pakistán que persigue la secesión de Cachemira de la India y su anexión a Pakistán, y de LeT (el «Ejército de los Puros»), organización terrorista que actúa desde Muridke, próximo a Lahore, en la provincia de Punjab, con varios campos de entrenamiento en la Cachemira paquistaní, pero China se negó, para que Pakistán, su aliado, no apareciera en la declaración como Estado que apoya el terrorismo y Rusia – según comenta el especialista indio en asuntos estratégicos, Brahma Chellaney – miró para otro lado, pero consiguió que al-Nusra, el grupo rebelde sirio que se opone al régimen de Bashar al-Assad, sí se mencionase en la declaración.
Sin embargo, lo que más molestó a las autoridades de India fue la actitud de Rusia hacia los postulados de China, en un asunto que Nueva Delhi considera de la máxima importancia para su seguridad, máxime cuando, previamente, Moscú había manifestado su apoyo a sus tesis.
Al final, la declaración de Goa recoge la postura del grupo ante las sanciones unilaterales, el papel de la ONU en el mundo multi-polar, para lo que se piden reformas, y la situación en Siria y Afganistán. La declaración menciona también que el Estado Islámico y otros grupos terroristas son una amenaza global para la paz y la estabilidad.
Lo que está claro que los asuntos económicos interesan mucho en un mundo cada vez más global, pero en esta cumbre India también quiso ser protagonista buscando apoyos para presionar a Pakistán por supuestamente permitir que insurgente crucen la frontera para atentar en suelo indio, una posición a la que se oponen aliados paquistaníes como China y Rusia.