El plan económico de Shinzo Abe da sus frutos y la recuperación de Japón empieza a ser un hecho real

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Madrid. Cuando hace seis meses Sinzho Abe ganó las elecciones legislativas por una amplia mayoría, pocos confiaban que Japón, metido en una profunda crisis económica de años, pudiera dar los primeros frutos de un plan, bautizado como “Abemonics”, cuyas reformas para impulsar el crecimiento, la potenciación de la inversión privada y el aumento de la participación de la mujer en el mundo laboral han contribuido a una esperanzadora recuperación económica del país.
La recuperación de Japón empieza a ser un hecho real
Precisamente las reformas (medidas) aprobadas recientemente por el Gabinete japonés forman parte de una estrategia que se completa con una agresiva flexibilización monetaria y un aumento del gasto público, una «estrategia de crecimiento como punto de partida», la cual tendrá una segunda ronda de importantes medidas en otoño próximo, subrayó el primer ministro nipón, Sinzho Abe, cuyos índices de popularidad han ido en aumento.El objetivo de «Abenomics» tiene como meta revitalizar la economía y acabar con la endémica deflación del país, de ahí que el Banco de Japón (BOJ) mantenga sus agresivas medidas de estímulo y mejorando, por séptimo mes consecutivo, la evaluación de la economía del país, que inicia una recuperación moderada ante el reto de terminar con 15 años de deflación que viene afectando a la tercera economía mundial.

El BOJ continuará sus operaciones para incrementar la base monetaria a un ritmo anual de entre 462.000 y 539.000 millones de euros con el objetivo de lograr una inflación sostenida del 2 por ciento en un periodo estimado de dos años, mientras el emisor espera que no sólo mejore las expectativas de inflación sino que la economía de Japón se recupere moderadamente sustentada por la resistencia de la demanda doméstica y la mejora de las economías extranjeras.

En este sentido, el BOJ ve los riesgos que afronta la tercera economía del mundo por la incertidumbre en torno a los retos que afronta Japón, sobre todo por la crisis de deuda en Europa y el ritmo de crecimiento en Estados Unidos y en las economías emergentes.

No obstante, no hay que desconsiderar a expertos como Yoshimasa Maruyama, del Instituto de Investigación Económica de Itochu, que consideran ser precavidos ante tanto recelo provocado por Shinzo Abe, al considerar que el objetivo inflacionario marcado será complicado de alcanzar o de Yuichi Kodama, economista de Meiji Yasuda Life Insurance que señala que «hay mucho escepticismo en el mercado con respecto a la propuesta de la “Abenomics».Pero la “Abenomics”, la estrategia de Abe para despertar, como dicen los expertos, el “espíritu animal” atrapado dentro de la economía japonesa, sigue su marcha,  mientras  los estímulos fiscales y la flexibilización monetaria continúan, y avanza el plan de desplegar una “estrategia de crecimiento” que promueva las reformas estructurales y reguladoras, donde los beneficios empresariales y el gasto de consumo están aumentando, así comola Bolsa que registra importantes ganancias.

En definitiva, tanto Abe y su Partido Liberal Demócrata (PLD) son cada vez más populares, que arrastra a los líderes empresariales como los consumidores japoneses a  pensar que la economía nipona está ya encaminada en la buena dirección, de ahí que el primer ministro y sus reformas siguen contando con la ventaja de las bajas expectativas existentes tras dos decenios de un crecimiento bajo y la voluntad del primer ministro nipón de jugarse su credibilidad política a los resultados del plan que lleva a cabo.

El Gobierno de Abe tiene mayoría enla Cámarabaja y hay muchas probabilidades de que en las elecciones del 21 de julio próximo ala Cámaraalta obtenga los escaños necesarios para lograr una mayoría suficiente, con lo que el primer ministro controlaría la agenda legislativa.

El relativo optimismo del Gobierno de Sinzho Abe se basa también en que Japón cerró mayo con superávit por cuenta corriente de 4.157 millones de euros, lo que implica un incremento del 58,1 por ciento respecto a mayo del pasado año y supone el segundo mes consecutivo en que se registra un avance en tasa interanual.

Las exportaciones japonesas aumentaron un 9,1 por ciento en mayo en comparación con el mismo mes de 2012 y éstas sumaron 42.500 millones de euros, según fuentes del  Ministerio de Finanzas, mientras las importaciones también avanzaron un 9,6 por ciento hasta alcanzar los 49.462 millones de euros, por lo que el déficit comercial de Japón fue de 6.971 millones de euros, resalta el departamento de Finanzas.

Sin embargo, un problema grave que padece Japón es el de la inmigración, dado que con unos índices de natalidad muy bajos y una población bastante envejecida, el país necesita una profunda reforma en un asunto tan delicado como es la inmigración, ya que se necesitan nuevos trabajadores para conservar el volumen de la fuerza laboral de la tercera potencia económica del mundo.

La economía de Japón es la tercera a nivel mundial, tras la de EEUU y China, pero la cooperación entre el Gobierno y las industrias, la costumbre japonesa del trabajo duro y el dominio de la tecnología han llevado a Japón al éxito económico del que disfruta hoy en menos de medio siglo.

Japón tiene que evitar tensiones con China en su disputa por las islas Diaoyu (Senkaku en japonés), su primer socio comercial y la segunda economía del mundo, clave para la estabilidad mundial, y lo mismo con Corea del Sur, que ha perdido competitividad frente a Seúl, su más inmediato competidor en la región, pero no es tarea fácil cuando recientemente el Gobierno de Park Geun-hye criticó a Tokio por enviar a un alto cargo nipón a una ceremonia en la que reivindicaba la soberanía de las islas Dokdo/Takeshima, gobernadas por Seúl pero reclamadas por Tokio.

No obstante, China, Corea del Sur y Japón trabajan para crear un Tratado de Libre Comercio (TLC) que impulsen sus respectivas economías. El comercio y los vínculos económicos entre los tres países han experimentado un rápido crecimiento en los últimos años, con unos intercambios comerciales que pasaron de 130.000 millones de dólares en 1999 a690.000 millones de dólares en 2011. Es decir, por esa zona transita el 70 por ciento de la economía mundial.

En suma, Sinzho Abe desea, además aumentar las exportaciones de productos agrícolas, incrementar el turismo, popularizar la cultura pop del país en todo el mundo y que los japoneses estudien más en el extranjero. «Japón será una vez más capaz de desempeñar un papel activo e importante en el mundo», puntualiza el primer ministro, que tampoco descarta modificarla Constitución nipona, que acaba de cumplir 66 años, para contar con un Ejército permanente, pero que supondría tensiones importantes con China y Corea del Sur por disputas territoriales.

By Santiago Castillo

Santiago Castillo

Periodista, escritor, director de AsiaNortheast.com y experto en la zona

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5 Respuestas

  1. 26 noviembre, 2013

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  2. 3 febrero, 2014

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  3. 30 mayo, 2014

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  4. 26 junio, 2014

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  5. 18 diciembre, 2014

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