Donald Trump dice ahora que no hay acuerdo con China para retirar los aranceles

Madrid. Pocas horas después de que China anunciase que había un acuerdo con EEUU para retirar los aranceles, el presidente estadounidense, Donald Trump, matizó que todavía no ha acordado nada con Pekín sobre una retirada gradual de los aranceles que ambos países se han impuesto durante la “guerra comercial” que sostienen, lo que ha vuelto a causar incertidumbre en los mercados y a sembrar un pesimismo negativo para la economía mundial.
Donald Trump señaló que “Pekín está interesada en una reducción parcial de los aranceles, en lugar de la completa eliminación de los gravámenes, porque ‘sabe’ que por su parte no estaría dispuesto a llegar a tanto”. Y explicó: «Quieren llegar a un acuerdo más de lo que yo quiero».
La noticia que el Ministerio de Comercio de China había adelantado sobre un acuerdo entre las dos primeras economías mundiales produjo un optimismo que salpicó positivamente a las bolsas y mercados, pero veinticuatro horas después de este anuncio Trump volvió con su retórica y originó que las perspectivas de un entendimiento entre los dos países tenga que esperar más tiempo para encontrar la solución que satisfaga a ambas partes.
Desde la Casa Blanca se informa de que la retirada gradual de los aranceles comerciales forma parte del primero de los acuerdos entre los dos países y del que todavía no se conocen propuestas concretas dentro de las negociaciones, aunque las dificultades persisten e incluso EEUU tiene previsto una nueva subida de aranceles para el 15 de diciembre próximo y que afectaría a importaciones chinas por valor de 156.000 millones de dólares.
Precisamente China ha pedido que se cancele esa nueva ronda de aranceles como parte de las conversaciones, pero por ahora Estados Unidos no ha respondido que vaya a hacerlo.
EEUU y China iban a firmar la primera fase de su acuerdo comercial este año en el evento del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC, por sus siglas en inglés), que se iba a celebrar en Chile a mediados de noviembre, pero que al final por las protestas en el país se canceló y ahora tampoco se sabe dónde se produciría y se haría antes de finalizar 2019.
La “guerra comercial” entre China y Estados Unidos tuvo entre otras consecuencias un descenso del 25 por ciento de las exportaciones chinas a EEUU, lo que originó un aumento de las ventas de Taiwán, México y la Unión Europea (UE) a compradores estadounidenses en el primer semestre de 2019, según un estudio de las Naciones Unidas.
La bipolaridad entre chinos y estadounidenses está creciendo para imponer cada uno su propia hegemonía planetaria, la cual también tendrá sus propios condicionantes, dado que Xi Jinping gobernará hasta 2023 y Donald Trump tendrá que salir reelegido presidente de EEUU en los comicios de 2020, pero en ambas circunstancias habrá que ver si la globalización y el multilateralismo no se ven “dañados” por las nuevas orientaciones políticas y económicas de las dos primeras potencias del mundo.
En definitiva, esta “guerra comercial” ha sido y es nociva para los dos países y para la estabilidad económica mundial, pero a la larga China puede aguantar mejor y Donald Trump tendrá que someterse a sus votantes en las próximas elecciones presidenciales en 2020, pero los ciudadanos estadounidenses lo que no quieren es pagar el doble de lo que están ya pagando en EEUU por los productos chinos que llegan al país.