Crece la economía de Japón, pero aún no es suficiente

Banco de Japón
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Madrid. El Gobierno de Japón dio a conocer esta semana los datos económicos del primer trimestre de este año 2017, en los que se manifiesta un crecimiento del 0,5 por ciento del PIB, lo que encadena cinco trimestres consecutivos de crecimiento de la economía nipona, la serie más larga y estable de crecimiento desde 2006 y que en términos anuales representa un crecimiento del 2,2 por ciento.

El protagonismo de este crecimiento lo tienen las exportaciones, el segundo pilar de los tres que dan forma a la política económica articulada por el primer ministro Abe en 2013, que crecieron un 2,1 por ciento en el trimestre y, en términos anuales, un 8,9 por ciento, debido en parte a la depreciación del yen, que hace más atractivos los productos japoneses en otros países, y, también, al incremento de la demanda global.

También han contribuido al crecimiento la confianza empresarial, medida por el índice TANKAN, idéntico al ICEA que utiliza el Instituto Nacional de Estadística de España; las inversiones públicas para las olimpiadas de Tokio de 2020, y el índice de desempleo, que se ha reducido dos décimas, del 3 al 2,8 por ciento, el más bajo del mundo.

Por otra parte, aunque el consumo interno ha crecido a un ritmo del 0,4 por ciento, no parece suficiente, debido a las reducidas subidas de sueldos, lo que no invita al gasto a las familias.

Ahora bien, en opinión de Masaki Kuwahara, economista de Nomura Securities, es muy probable que el índice de crecimiento de la economía de Japón se desacelere y que incluso llegue a ser negativa, en la segunda mitad del año, ya que los indicadores económicos chinos empiezan a dar signos de debilidad y probablemente se produzca también una disminución de las importaciones, con la consiguiente repercusión sobre las exportaciones japonesas a este país, que se hará notar en la tasa de crecimiento global en general y en la de Japón, en particular.

Además, hay otras nubes oscuras en el horizonte económico, como la incertidumbre que está generando el presidente Trump respecto a su cruzada contra el libre comercio en el mundo, que podrían poner fin al presente ciclo de recuperación económica mundial, o la aún lejana meta del 2 por ciento de inflación, que actualmente no sobrepasa el 0,5 por ciento, fijada por el Banco de Japón como indicador de un crecimiento sostenido para la economía y cuya consecución este organismo ha aplazado hasta el año 2019, entregado a su política de compra de activos, intereses negativos y control de los bonos a diez años, para afrontar la deuda pública, la más abultada del mundo en porcentaje del PIB de Japón.

Sin embargo, sin olvidar que los sectores críticos manifiestan un fuerte escepticismo y dudan de la recuperación en una situación semejante, donde el índice de natalidad está bajo mínimos y el mercado laboral se contrae cada vez más.

En resumen, los datos del primer trimestre de 2017 son buenos, sin duda, para Shinzo Abe, pero aún es pronto para darle la enhorabuena por el éxito su plan económico.

Juan de Castro Pita

ex consultor de Naciones Unidas

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