Corea del Norte exhibe su poderío nuclear con un nuevo misil balístico submarino
Madrid. Al final no hubo sorpresa y con motivo del VIII Congreso del Partido de los Trabajadores (PT), Corea del Norte ha mostrado un nuevo misil balístico submarino en un nuevo desfile militar, considerado por las autoridades del país como «el arma más poderosa del mundo», y que contribuye a reforzar la imagen de Kim Jong-un tanto dentro como fuera del país.
La nueva arma, llamada Pukguksong-5, es una versión nueva de un misil balístico lanzado desde un submarino. La última vez que se conoce que el país probó un arma de este tipo fue en 2019, con el Pukguksong-3 SLBM, que tenía un alcance estimado de 1.900 kilómetros, 900 kilómetros más de la distancia que separa Corea del Norte de Japón. Este misil difiere de otros modelos que han sido testados o exhibidos anteriormente por Pyongyang.
Durante el desfile, celebrado en la plaza de Kim Il-sung de la capital y en presencia del líder supremo, el régimen mostró parte de su arsenal, incluyendo este misil balístico SLBM bautizado como Pukguksong-5 que no había sido visto hasta la fecha.
No obstante, pese al importante despliegue militar, el desfile tuvo un perfil más bajo que el celebrado el pasado octubre por el 75 aniversario de la fundación del partido único norcoreano, en el que se exhibió otro modelo SLBM, el Pukguksong-4, además de un nuevo y mayor misil balístico intercontinental.
El nuevo misil balístico para submarino, definido por la agencia estatal KCNA como «el arma más poderosa del mundo», parece ser una versión más larga que el modelo exhibido en octubre, y los expertos creen que sería capaz de recorrer una distancia mayor y ser cargado con una ojiva única de más tamaño que el Pukguksong-4.
Sin embargo, no hay constancia de que el régimen haya probado ninguno de estos dos últimos modelos de proyectiles balísticos, aunque se cree que Pyongyang está desarrollando también nuevos tipos de submarinos para lanzar SLBM más avanzados que el último testado en 2019, que recorrió unos 2.000 km.
El régimen norcoreano también mostró nuevas versiones de misiles de corto alcance y de lanzaderas «ultramodernas», según recoge la Agencia Telegráfica Central de Corea, más conocida a nivel internacional por sus siglas en inglés KCNA, que añadió que estas armas «poseen la capacidad de aniquilar totalmente a enemigos de forma preventiva» fuera del territorio norcoreano.
Hay que subrayar que en el desfile militar no se mostraron algunos misiles intercontinentales con capacidad para alcanzar territorio estadounidense como un gesto de cautela ante la llegada de Joe Biden a la Presidencia de EEUU, según relatos de analistas.
Nadie duda que Corea del Norte ha aprovechado este congreso para “avisar” al nuevo inquilino de la Casa Blanca a partir del próximo 20 de enero de que el país está fuerte con sus programas de armas nucleares y de misiles balísticos, pero lo más importante es que Pyongyang necesita el levantamiento de las sanciones, aunque ello va unido al desmantelamiento o revisión de su arsenal nuclear, dos asuntos difíciles de congeniar en una solución que necesita tiempo y sobre todo mucha confianza, que el régimen considera que no existe.
Una vez más Kim Jong-un ha mostrado su enorme poderío militar en un desfile que siempre simboliza la esperanza de una nueva etapa para el país, una nueva realidad política que no se puede torcer con el incremento de las tensiones en la península coreana y que sólo las conversaciones entre EEUU y Corea del Norte, además del entendimiento entre Seúl y Pyongyang, conducirán a la firma de un tratado de paz, a un proceso de desnuclearización que garantice la seguridad del régimen, y a un lento y definitivo levantamiento de las sanciones internacionales.