Corea del Norte gana, de momento, una nueva batalla propagandística con la cancelación del filme The interview

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Madrid. El régimen de Corea del Norte es un experto en ganar duras batallas propagandísticas con fines claramente políticos para reforzar a su líder, Kim Jong-un, que se ve amenazado por la CIA en una película “The interview”, basada en una  comedia sobre un complot ficticio para asesinar al “brillante camarada”, que ha puesto a todo el país en pie de guerra obligando a su productora Sony Pictures Entertainment a cancelar su estreno en EEUU, previsto para estas Navidades.

Sony Pictures Entertainment va a esperar acontecimientos pero lo obvio es que la película se proyecte próximamente y ahora con un crédito más impactante ante el revuelo mundial contra su estreno a raíz del ciberataque de Corea del Norte contra la compañía estadounidense, que Pyongyang niega de forma absoluta.

Pero la incomodidad que ha sembrado el régimen norcoreano al amenazar a todas las salas que proyecten la película ha supuesto un hito histórico dado que el miedo ha superado a la prudencia y al mismo tiempo ha recordado que en esta zona la “guerra fría” sigue vigente cuando aún las dos Coreas continúan sin firmar un tratado de paz tras la conclusión de una guerra civil (1950-53) que terminó con un armisticio.

Cuando no es la ONU, cuyo Consejo de Seguridad aprobó recientemente una resolución para juzgar sus “crímenes contra la humanidad, son sus amenazas nucleares o ahora Hollywood como un nuevo blanco de los enfados del régimen norcoreano que sigue aislándose de la comunidad internacional pese a que en los últimos tres meses había desplegado una nueva política exterior para ganarse la credibilidad mundial. Todo parece indicar que los enemigos le crecen cada vez más a Corea del Norte.

El año 2014 ha sido clave en Corea del Norte, pero no efectivo en cuanto a certificar las relaciones con Corea del Sur, tras un 2013 de enorme escalada de tensión con Seúl, y sólo como positivo la reunión de familias separadas en febrero pasado, la primera en cuatro años, pero que siempre terminan airadas por los vaivenes de la política norcoreana.

Y al mismo tiempo también hay que destacar la visita inesperada de los considerados número dos y tres del régimen norcoreano, Hwang Pyong-so, y Choe Ryong-hae, respectivamente, que realizaron en octubre a la ciudad de Incheon en el Sur con motivo de la clausura de los Juegos Asiáticos y en la que se reunieron con autoridades surcoreanas, pero a fecha de hoy nada de nada. Esperanzas e incertidumbres.

Corea del Norte quiere sacar todo el provecho posible de esta nueva crisis que ha abierto con Hollywood, e incluso la propuesta, rechazada por Estados Unidos, de crear un comité que investigue qué pasó, habría dado alas a Pyongyang para seguir alimentando al régimen norcoreano. De hecho, Pyongyang amenazó a Estados Unidos de “graves consecuencias” si rechaza su oferta para investigar los ataques a Sony.

“Un acto de cibervandalismo, no un acto de guerra”, llegó a decir Barack Obama, pero a Corea del Norte le habría gustado oír mejor un acto de guerra y así habría más justificación para llevar a cabos todas sus iniciativas propagandísticas con el objetivo de reforzar la imagen de Kim Jong-un y del propio régimen.

Lo que está claro que el mundo de las redes sociales tiene cada vez menos control y cualquiera puede ser blanco de sus dardos pero en este caso Corea del Norte sabe muy bien utilizar todas las artimañas posibles desde el punto de vista informático para lograr sus objetivos, pero lo que no se puede tolerar es aceptar un acatamiento de ninguna clase pese a las amenazas que puedan sufrir las salas de exhibición por “The interview” cuando el mundo gira cada vez más sin muros y sin fronteras.

Por su parte, China, país imprescindible en la supervivencia del régimen norcoreano, que proporciona el 90 por ciento del combustible que consume Corea del Norte, condenó el ataque contra Sony Pictures Entertainment y manifestó cualquier forma de “terrorismo cibernético”, pero no señalo directamente al régimen norcoreano que ve con preocupación como Pekín y Seúl incrementan cada vez más sus relaciones comerciales y políticas.

No obstante, ya China fue acusado por EEUU de ciberataques, pero Pekín también acusó en su momento a Washington de hacerle lo mismo, aunque lo si está claro,  según medios surcoreanos, que Pyongyang tiene un ejército de unos 6.000 piratas”, de los que al menos 1.000 están en China.

Incluso Corea del Sur ha sido víctima de unos seis grandes ciberataques norcoreanos en los últimos años, incluido el de marzo pasado que paralizó varias televisiones y bancos, según estas fuentes, que añaden que este ataque a Sony es similar al que sufrió Corea del Sur.

Por ahora, la única vía posible para que Corea del Norte ponga fin a toda clase de provocaciones y muestre un camino más real es como siempre las negociaciones a seis bandas (China, Japón, Rusia, EEUU y las dos Coreas), suspendidas desde 2008, para poner fin al programa nuclear norcoreano y así el país inicie una serie de reformas económicas y políticas.

Santiago Castillo, periodista, escritor, director de Asianortheast y experto en la zona

 

 

 

Santiago Castillo

Periodista, escritor, director de AsiaNortheast.com y experto en la zona

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