Corea del Norte amenaza con un ataque nuclear a EEUU, Corea del Sur y a Japón y dice que está lista para la guerra
Imágenes de las maniobras conjuntas de EEUU y Corea del Sur que finalizarán este mes de marzo |
Por su parte, el general norcoreano Kang Pyo-yong afirmó que Corea del Norte ha logrado reducir el tamaño y peso de sus ojivas atómicas para instalarlas en proyectiles de largo alcance para convertir en “un mar de fuego Washington y otros centros neurálgicos de EEUU y sus aliados”, tal como resaltaba el diario oficial del Partido de los Trabajadores de Corea del Norte, Rodong Sinmun.
Lo que está claro es que la retórica belicista norcoreana origina una inquietud en la zona por ver quién tiene más influencia o quién es más fuerte desde el punto de vista militar, pero se impone la realidad y vemos como Japón aumentó su presupuesto militar, lo que no hacía desde 2002, y además el primer ministro nipón, Shinzo Abe, empujado cada vez más por las amenazas de Pyongyang, quiere modificarla Constituciónde 1947 y así transformar las denominadas Fuerzas de Autodefensa niponas en Ejército.
Corea del Norte no acepta la presencia de soldados estadounidenses en Corea del Sur (28.500) ni tampoco en Japón (47.000) y mucho menos que Estados Unidos anualmente realice maniobras militares conjuntas, las actuales concluyen a finales de marzo, dado, como dice el régimen norcoreano, se siente amenazado de una posible invasión.
Al mismo tiempo, China tampoco se ha quedado atrás en su presupuesto de Defensa, aunque ha moderado su crecimiento, Pekín anunció 88.700 millones de euros para 2013, es decir, un incremento del 10,7 por ciento en relación a 2012 y EEUU, consciente de que no puede mantenerse con los brazos cruzados, decide que buques estadounidense equipados con armas atómicas permanezcan en aguas surcoreanas durante un tiempo para garantizar la protección nuclear de Corea del Sur ante las amenazas de Corea del Norte una vez que acaben las actuales maniobras militares a finales de marzo. Precisamente estas maniobras también provocaron que Pyongyang cortara la única línea de comunicación con Corea del Sur, ubicada en la zona fronteriza de Panmunjom y a la vez declarara nulo el armisticio alcanzado trasla Guerra de Corea (1950-53), firmado hace sesenta años, aunque Seúl dice que no ha quedado invalidado, debido a que legalmente su anulación requiere la conformidad de ambas partes.
La tensión que provoca Pyongyang ha servido también para que Barack Obama rectifique una decisión de 2010 de limitar el número de interceptores en Alaska a 30. El entonces presidente de EEUU, George W.Bush, planeó el despliegue en 44, que será lo que va a haber ahora.
Kim Jong-un sigue su propia estrategia, logra ser el protagonista mundial y establece un complejo escenario de objetivos como son regresar con fuerza a las negociaciones a seis bandas (EEUU, China, Rusia, Japón y las dos Coreas), suspendidas desde 2008 y única vía, de momento, para la desnuclearización de la península coreana, o ver la posibilidad, ahora que en julio próximo se cumple el 60 aniversario de la firma del armisticio, de negociar con EEUU un tratado de paz definitivo y la normalización de relaciones con Washington.
Pero el régimen norcoreano también pretende que Obama rebaje sus exigencias a Corea del Norte de cara a una futura vuelta a una mesa de negociaciones, aunque, mientras tanto, ya consolidada la nueva presidenta surcoreana, Park Geun-hye, y Xi Jinping, que inicia una nueva etapa como presidente de China, país que ha pedido a las dos Coreas que mantengan la calma y el control, a Kim Jong-un le quedan pocas opciones de seguir por este camino de la amenaza nuclear y más cuando sabe que está lejos de poder atacar a EEUU con un arma nuclear pese a décadas de trabajo para construirla y pese a sus mayores avances tecnológicos.
By Santiago Castillo