China quiere conquistar el mercado de coches eléctricos europeo desde Ferrol (España)

Francisco Barea​​​​​​, presidente de la Autoridad Portuaria​​​ de Ferrol-San Cibrao, y Zheng Fang, directora ejecutiva de ​​​​​Arcfox Automotive España.
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Madrid. Pese al ruido mediático que insiste día tras día en la ralentización del PIB de China con la amenazante espada de Damocles de la deflación en el horizonte, los tentáculos de la segunda economía mundial siguen demostrando que son largos y poderosos. Y es que, en su rivalidad perpetua con Estados Unidos, no deja de sacar músculo cada vez que puede.

En 2023, el gigante asiático revalidó su posición dominante como el mercado emergente con mejor comportamiento logístico, de acuerdo con un reciente índice elaborado por Agility, que evalúa el desempeño en este ámbito a nivel nacional e internacional. En concreto, China ha incrementado su posición de 8,31 a 8,61 puntos, lo que posiciona al país como el primero de los 50 mercados internacionales del sector que figuran en la lista.

Un claro ejemplo de esta tendencia lo vemos en España. Arcfox, la marca de coches eléctricos de lujo del gigante chino BAIC (Beijing Automotive Industry Holding Co), uno de los principales fabricantes de coches de la superpotencia asiática, acaba de sellar un acuerdo por el que fijará en el puerto de Ferrol (Galicia-España) su centro logístico en Europa. Este hub será crucial en la entrega de 3.000 vehículos al año de cara a su exportación a varios países europeos. La primera remesa de coches, procedentes de Zhenjiang, en la provincia china de Jiangsu ubicada en el nordeste del país asiático, llegará en abril. COSCO, la mayor naviera de China, transportará hasta allí 1.000 contenedores de 45 pies -los más grandes del mercado- en el periodo de un año.

China ya controla más del 10 % de las terminales portuarias europeas a través de firmas como China Merchants Port (CMP) o la propia COSCO, lo que está generando cierta inquietud en la Unión Europea. En el caso de España, ambas compañías poseen un 39,5 % en el operador de contenedores CSP Bilbao (España) y un 51% en CSP Valencia (España), según un informe del Parlamento Europeo sobre las inversiones del gigante asiático en infraestructuras marítimas del Viejo Continente.

Esta avanzadilla en Europa, sin duda, supone un trampolín para los esfuerzos de los fabricantes de coches eléctricos chinos -que ya lideran la revolución de la movilidad sostenible a escala mundial gracias a sus elevadas inversiones- para abrirse paso en otros mercados como el europeo. Será un paso más en la imparable carrera de China en el sector automotriz, que ha experimentado en los últimos años un crecimiento exponencial gracias en parte al incuestionable dominio que ejerce el país sobre la cadena de suministro de minerales para la producción de baterías. El dato irrefutable que sustenta esta realidad es el siguiente: alrededor del 59 % de los vehículos eléctricos que se venden en todo el mundo corresponden al mercado chino, según el Foro Económico Mundial.

Según cifras publicadas por la Asociación China de Fabricantes de Automóviles (CAAM, por sus siglas en inglés), la producción de automóviles de China superó los 30,16 millones de unidades en 2023, lo que supuso un aumento del 11,6 % interanual, mientras que las ventas rebasaron los 30 millones de unidades, un 12 % más. En este sentido, tanto la producción como las ventas de los vehículos en China marcaron niveles récord.

Hasta el propio Elon Musk, el empresario estadounidense y propietario de Twitter, ha expresado su preocupación por la amenaza que supone el coche eléctrico chino para el crecimiento de las ventas de sus Tesla y ha abogado por establecer barreras comerciales a sus fabricantes. Las marcas chinas atesoran una tecnología puntera en materia de baterías y componentes en la que llevan trabajando desde hace años. Además, estos vehículos tienen un precio más bajo que sus competidores, lo que es un reclamo fundamental en incursión europea. De hecho, la Unión Europea inició el pasado septiembre una investigación sobre presuntas ayudas estatales por parte de Pekín para que sus coches “artificialmente baratos” entren en tromba en este mercado.

En 2023, en España se comercializaron 37.134 modelos chinos, con lo que se triplicaron las matriculaciones del año anterior. Esto, además de subrayar la importancia de la relación comercial entre España y China, pone de relieve la posición del país como un socio estratégico clave en el impulso de la movilidad eléctrica, en línea con los objetivos de la Agenda 2030, así como con la meta de España de contar con cinco millones de coches eléctricos a finales de esta década. Pero es que en Alemania, el mercado número uno de la UE en términos de ventas, las entregas de estos vehículos aumentaron casi un 50 % con respecto a 2022, reflejo de su vibrante expansión internacional. En resumen, el papel cada vez más prominente de China en la industria de automoción europea es evidente.

Arcfox, cuya matriz BAIC ya trabaja para marcas de renombre como Mercedes y Hyundai, quiere acelerar su penetración en Europa, un mercado en el que ve potencial ante los planes del Ejecutivo comunitario de descarbonizar la economía abanderando la implantación del coche eléctrico. Para 2030, Bruselas se ha fijado como objetivo reducir un 55 % sus emisiones contaminantes frente a los niveles de 1990 y para 2035 prevé el veto a los vehículos con motores de combustión que no utilicen combustibles neutros en carbono.

El acuerdo de Arcfox para asentarse en la ciudad española de Ferrol es la materialización de esa estrategia comercial. La primera fase será exportar a concesionarios de España y Portugal, pero también quiere hacer llegar sus vehículos a otros países como Austria y República Checa.

Pero ¿por qué Ferrol y no otros grandes puertos europeos como Róterdam, Amberes, Hamburgo o Algeciras? La clave está en las ventajas competitivas que ofrece, como su capacidad logística disponible, sus 20 metros de calado en los muelles, que permite el atraque de grandes buques, sus condiciones de operatividad o la agilidad en el despacho de los contenedores en relación con otros puertos europeos, con una media de tráfico de mercancías de 11,5 millones de toneladas en la última década. De esa forma, se reducen los tiempos de espera en la entrega de unidades. Asimismo, sus dársenas conectan con el norte de Europa a través de cuatro líneas de contenedores semanales.

Desde 2018, con la llegada de la compañía de gestión portuaria turca Yilport Holding como operador, la terminal ha experimentado un crecimiento constante de tráficos. Esa expansión se ha disparado durante 2022 tras la incorporación de nuevas líneas, entre ellas la X-Press Feeder, que conecta Ferrol con los principales puertos de mercancías de todo el mundo, especialmente con China y Estados Unidos, vía Algeciras.

Así, a lo largo de 2022, crecieron un 155% las toneladas movidas por contenedor, superando las 400.000 toneladas (37.100 TEU). Por otro lado, el puerto, que cuenta con dos de los mayores astilleros de Europa, una terminal de hidrocarburos y productos químicos, y una regasificadora, pronto estará unido vía ferrocarril con Madrid y el resto del continente, ya que el puerto está inmerso en un proyecto estratégico que estará operativo a lo largo del 2025. Esto supondrá un punto de inflexión yun impulso para el puerto a nivel competitivo, ya que beneficiará especialmente al tráfico de contenedores.

Arcfox Automotive realizará las inversiones en el puerto de Ferrol para la llegada de los vehículos y su futura distribución por toda Europa. La Autoridad Portuaria de Ferrol-San Cibrao participará en el proyecto mediante su apoyo para la obtención de licencias y los servicios de logística e infraestructuras. La inversión inicial en la adecuación de la zona portuaria para la distribución de vehículos y almacenamiento de piezas, baterías y repuestos superará los cinco millones de euros, importe que podría duplicarse con el desarrollo del hub logístico. Este centro permitirá mantener a cubierto los vehículos eléctricos en una superficie de 9.000 metros cuadrados en el puerto de Ferrol, que pasará a estar en el mapa mundial de la logística y, desde luego, en el de China, que lo considera un enclave estratégico para sus intereses. En otras palabras, el acuerdo podría ser un imán para nuevas inversiones del gigante asiático, que sigue extendiendo activamente su presencia en infraestructuras críticas para impulsar su comercio.

Santiago Castillo

Periodista, escritor, director de AsiaNortheast.com y experto en la zona

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