China y EEUU pueden evitar que Corea del Norte siga con sus pruebas nucleares

Misil Musudan
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Madrid. Corea del Norte llevó a cabo el viernes su quinta prueba nuclear, la sexta estará en camino, el lanzamiento de misiles sigue su curso, uno de ellos desde un submarino, mientras China y EEUU advierten y protestan al igual que la comunidad internacional que lo que hace Pyongyang “es un serio peligro” y no favorece a la estabilidad de la zona, cada vez más militarizada, pero Pekín y Washington si quieren, y dejan sus intereses estratégicos aparcados, el régimen norcoreano no haría más ensayos nucleares.

Las sanciones internacionales no hacen mella a la capacidad nuclear de Corea del Norte y en esta ocasión lanza su quinta prueba nuclear para reforzar a su propio régimen que podría sufrir grietas ante las deserciones que se vienen produciendo en el país, pero con la excusa del 68 aniversario de la fundación de la República Popular Democrática de Corea (RPDC) Pyongyang celebra por todo lo alto los actos de este aniversario con dos claros mensajes: por un lado, fortalece su seguridad interior y, por otro, vuelve a ganar su particular “guerra mediática a todos sus enemigos”.

China dice que las pruebas nucleares norcoreanas van contra la comunidad internacional y agrega tensión en la península coreana, cuyo gobierno expresó una contundente oposición al llamar a consultas al embajador de Pyongyang en Pekín, mientras Estados Unidos manifiesta su preocupación y su presidente, Barack Obama, “advierte de serias consecuencias por esta prueba nuclear”.

Si realmente la seguridad en Asia está en peligro al coincidir “todos” que Corea del Norte quebranta la normalidad de la región, qué se puede hacer para que la inestabilidad que provoca Pyongyang, según “todos”, se ponga punto final.

Corea del Sur ya tiene elaborado un plan para destruir Pyongyang en el caso de que el régimen norcoreano realice un ataque nuclear a Corea del Sur, algo que nunca hará, salvo que Kim Jong-un y sus “soldados” quieran suicidarse, aunque sí es cierto que en esta ocasión hay más inquietud en la sociedad surcoreana tras la quinta prueba nuclear, pero en un conflicto entre las dos Coreas la superioridad de Seúl es enorme y más cuando su aliado, EEUU, le apoyaría en todos los frentes.

Además, EEUU, que enviará a Corea del Sur un portaaviones nuclear en octubre para unas nuevas maniobra militares y al mismo para repeler cualquier ataque de Pyongyang, que no se producirá, pese al quinto ensayo nuclear, instalará a finales de 2017 en el sureste surcoreano el escudo antimisiles estadounidense THAAD, con el apoyo de Japón, que transformará parte de la seguridad del nordeste asiático y servirá para aumentar la lucha hegemónica entre Pekín y Washington por el control de la zona y con la firme oposición del »gigante asiático» y de Rusia.

Japón no se queda al margen cuyo gobierno elabora la instalación de un nuevo sistema de alertas para emitir avisos de manera más ágil y detallada sobre los lanzamientos de misiles de la vecina Corea del Norte, y mientras tanto Pyongyang señala que Estados Unidos y Corea del Sur pretenden invadirla y por ello tiene que desarrollar su capacidad nuclear para defenderse.

Todo parece indicar que este ensayo nuclear del viernes se trata de «una ojiva nuclear que ha sido estandarizada para que pueda ser colocada en cohetes balísticos» y, en opinión de los expertos, “sí es muy posible que puedan alcanzar con este tipo de armas a Corea del Sur, Japón y las bases militares de EEUU en la zona”, mientras que otros analistas consideran que esta vez el fuerte estallido que produjo un terremoto de magnitud 5,3  podría tratarse de una bomba dispuesta para ser instalada en un cohete.

Pyongyang podría disponer de entre seis y ocho ojivas nucleares, pero cuando la comunidad internacional se pregunta quién puede frenar a Corea del Norte, todas las miradas están puestas en China, que desea estabilidad en la zona e incluso mantener el régimen norcoreano pero sin Kim Jong-un, pues Pekín nunca aceptaría una Corea unificada con bases militares estadounidenses en suelo surcoreano, dado la zona fronteriza de Corea del Norte con China.

Subestimar a Corea del Norte nunca, pese que algunas de las pruebas nucleares han sido todo un fiasco, pero de ahí a que Pyongyang pueda provocar una “guerra nuclear y se vaya de rositas, tampoco”, dado que en 24 horas el régimen caería ante la contundente respuesta de EEUU y Corea del Sur y por ahora a nadie le interesa que el régimen norcoreano desaparezca.

Por lo tanto si todo sigue como sigue es porque realmente la presión no está siendo muy fuerte, e incluso la única vía para detener el programa nuclear norcoreano está en que EEUU y sobre todo China obliguen a Corea del Norte a sentarse en la mesa de las conversaciones a seis bandas (Rusia, EEUU, China, Japón y las dos Coreas) que están encaminadas a detener el programa nuclear norcoreano a cambio de reconocimiento diplomático, petróleo para suplir su falta de energía y ayuda humanitaria, pero para retomar estas conversaciones tanto Pekín como Washington e incluso Rusia tienen que presionar más al régimen comunista, ya no sólo para que asista sino que cambie su política nuclear y haga cambios en lo económico.

Otra posible solución a la situación norcoreana sería que Corea del Norte se dejase ayudar desde el exterior, pudiera elevar su renta per cápita que no llega a los 1.000 dólares hasta al menos los 2.500 o 3.000 dólares para así  incrementar el nivel de vida de una sociedad que pasa dificultades alimenticias, dado que desde 1948 vive en un “estado permanente de guerra” y ha sufrido varias crisis de hambruna por las inundaciones y con ello el país mejoraría, pero el hándicap estaría que este posible desarrollo ya no vendría de dentro y habría que ver cómo reaccionaría una sociedad que desconoce lo que hay más allá de sus fronteras.

Corea del Norte ya ha realizado cuatro pruebas nucleares hasta el momento: en 2006, 2009, 2013 y en enero de 2016, en la que en esta última, Pyongyang aseguró que había detonado con éxito una bomba de hidrógeno, pero los científicos internacionales la pusieron en duda, pero no obstante, tras este quinto ensayo atómico, el más potente hasta ahora, revela el enorme progreso nuclear del país, cuyas autoridades aseguraron haber detonado una cabeza ajustable a un misil.

Corea del Norte persiste que Estados Unidos la reconozca como una potencia nuclear, cuyo régimen argumenta que el ensayo atómico del pasado día 9 forma parte de las contramedidas de Pyongyang en “respuesta a las amenazas de guerra nuclear y las sanciones impuestas sobre el país”. Y en un comunicado oficial señala: “Corea del Norte tiene el derecho a vivir y la necesidad de responder a la amenaza y chantaje de Estados Unidos”.

China anda con sus problemas internos, entre ellos el medio ambiental y la modificación del modelo económico, además ahora Pekín contempla el crecimiento independentista de Hong-Kong tras las últimas elecciones en la ex colonia británica como un nuevo problema, aparece un distanciamiento con Taiwán, cuya nueva presidenta, Tsai Ing-wen, quiere tener más autonomía respecto a China y luego afronta las dificultades derivadas del Mar de China Meridional, que esta semana junto a Rusia hará maniobras militares, donde Pekín se disputa la soberanía de los archipiélagos Spratly y Paracel con países vecinos como Filipinas y Vietnam, además de los litigios en el Mar de China Oriental, por lo que Pekín es la más interesada en que Pyongyang deje de crearle más problemas de los que ya tiene.

Santiago Castillo

Periodista, escritor, director de AsiaNortheast.com y experto en la zona

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