China crece un 7,8 por ciento y refuerza la posibilidad de hacer necesarias reformas 

Comparte esta noticia:

Madrid, 22 oct–La segunda economía mundial respira con sosiego y con renovada vitalidad al alcanzar un crecimiento del 7,8 por ciento en el tercer trimestre, la mayor subida del presente año, gracias en parte al gasto en infraestructuras y al relanzamiento del crédito, un logro que no debería desviar la atención del Gobierno de las reformas y de la lucha contra la corrupción, auténtica lacra en el desarrollo de China.

China crece un 7,8 % en el tercer trimestre

China crece un 7,8 % en el tercer trimestre

 

Sin embargo, pese a una caída de las exportaciones, de ahí la insistencia en favorecer políticas para fomentarel consumo interno, los líderes chinos han mostrado en las últimas semanas su confianza en el futuro económico de China y el propio presidente Xi Jinping dijo recientemente en la pasada cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, celebrada en Indonesia, que la ralentización es un resultado planeado, consecuencia de las propias iniciativas del Gobierno, mientras el primer ministro chino, Li Keqiang, se mostró confiado en cumplir los objetivos de desarrollo económico y social fijados para 2013.

De la salud de le economía china depende gran parte del mundo occidental, lo que hace importante que no sufra ningún resfriado dada su influencia, pero también hemos comprobado como el Gobierno chino celebró la semana pasada el acuerdo en el Congreso de EEUU entre republicanos y demócratas para elevar el techo de deuda, un pacto que «sirve a los intereses de la estabilidad económica mundial y el desarrollo»,  dijo Beijing.

Y no es para menos, ya que la inquietud empezaba a apoderarse de algunos economistas de China, el mayor acreedor extranjero de la deuda de Estados Unidos, porque temían que una caída del billete verde a resultas de esta crisis política podría menguar el valor de sus activos en dólares.

Estos últimos datos económicos llegan en medio de los esfuerzos que hace el Gobierno para reformar el modelo de desarrollo al objeto de hacerlo menos dependiente de las exportaciones y la inversión y ligarlo más al consumo y la demanda internos, claves para su economía y estabilidad financiera.

No obstante, los desafíos que encara la economía de China como la debilidad de la demanda externa, el exceso de capacidad de producción y el endeudamiento de los gobiernos locales son factores determinantes que han de tenerse en cuenta para los objetivos gubernamentales.

El portavoz de la Oficina Nacional de Estadísticas china, Sheng Laiyun, señaló los pasados días que la economía china ha mantenido un crecimiento estable y los principales indicadores permanecen dentro de los niveles fijados como objetivo. «Los principales indicadores económicos favorecen la promoción de la reestructuración económica y el impulso a las reformas», subrayó.

En suma, «la economía nacional en su conjunto ha logrado un crecimiento constante y ha gozado de un buen impulso», indicó ese departamento estadístico, pero hay reformas que son necesarias, por lo que se espera que el Gobierno chino anuncie una serie de medidas en noviembre durante el III Plenario del Congreso del Partido Comunista de China (PCCh).

La expropiación de tierras en el campo, disputas laborales en fábricas, la oposición a proyectos industriales y contaminantes, la propia corrupción, contra la que el Gobierno ya ha recalcado su lucha sin cuartel, son algunos de los asuntos importantes en la agenda de Beijing.

Al mismo tiempo, hay analistas que indican que las deudas acumuladas por los municipios ponen de relieve que a China le está resultando más fácil mantener las cifras de crecimiento del PIB que aplicar una verdadera transformación económica, algo que, añaden, puede llevarse a cabo con ciertas reformas en noviembre en el III Plenario del Congreso del PCCh, a cuya reunión también acuden importantes dirigentes de empresas públicas, muchas de las cuales atraviesan grandes problemas.

Desde el punto de vista histórico, en una reunión similar como la de noviembre próximo, Deng Xiapopin lanzó en 1978 la Política de Reforma y Apertura, iniciando con ello el mayor fenómeno económico mundial de las últimas tres décadas.

Más consumo interno y menos exportaciones, rezan muchos líderes chinos, y otros como el economista Mao Yushi, distinguido por el Premio Milton Friedman, abogan por empresas privadas chinas más fuertes, sin eliminar las públicas que sean rentables, y por que haya una competencia justa entre lo privado y lo público.

La subida del Producto Interior Bruto (PIB) del 7,8 por ciento en el tercer trimestre ha servido para despejar momentáneamente las dudas sobre la salud del «gigante asiático», pero habrá que cuidar el mercado inmobiliario, antes de que puede estallar la burbuja inmobiliaria, cuyas ventas de casas en los primeros nueve meses de 2013 se han disparado un 34,5 por ciento interanual, a pesar de las duras medidas contra la especulación que están vigentes en numerosas ciudades.

El presidente del Banco Mundial (BM), el estadounidense de origen surcoreano, Jim Yong-kim, aseguró hace unos días en Beijingque «ahora es un muy buen momento para impulsar las reformas» en China, donde, señaló, ya se puede apreciar cierto espíritu de innovación.

Y precisamente en este amplio campo de reformas se diseña en Shanghai la primera zona de libre comercio del país, un experimento económico que marcará el rumbo de China en el siglo XXI.

Santiago Castillo, periodista y escritor, experto en asuntos del Nordeste asiático
www.asianortheast.com

Santiago Castillo

Periodista, escritor, director de AsiaNortheast.com y experto en la zona

También te podría gustar...

1 respuesta

  1. 26 mayo, 2014

    […] economía a la salud. Y cada día son más intensos los rumores de que en noviembre, en el próximo Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (una de las pocas instituciones internacionales de las que Taiwán es miembro) que se celebrará en […]

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *