China y Corea del Sur buscan consolidar sus relaciones bilaterales
Madrid. La visita del ministro de Asuntos Exteriores de China, Wang Yi, a Corea del Sur, como la previa que hiciera a Japón a lo largo de esta semana, marca su objetivo en fomentar una nueva diplomacia en la región ante la llegada de Joe Biden a la Presidencia de EEUU, país que tiene en Tokio y Seúl a sus mejores aliados, una nueva realidad política que señalizará el papel de Pekín para lograr una definitiva paz sin armar nucleares, sin sanciones y en busca de una normalidad inexistente en la península coreana desde hace más de 70 años.
El presidente surcoreano, Moon Jae-in, en su encuentro con el canciller chino, Wang Yi, señaló que Corea del Sur no detendrá sus esfuerzos para poner un fin oficial a la guerra en la península coreana, así como para lograr la desnuclearización completa y la paz permanente junto con la comunidad internacional, incluida China.
Pekín sabe que EEUU ahora con Biden va a recuperar parte del terreno perdido por Donald Trump en Asia, así como el liderazgo mundial con nuevos desafíos globales, pero el canciller chino dejó claro en la capital surcoreana que “EEUU no es el único país en este mundo, en el que hay más de 190 países, entre ellos Corea del Sur”.
Lo que sí es obvio es que China es clave para cualquier solución final en la península coreana, pero nadie duda que habrá una mayor rivalidad entre Washington y Pekín en asuntos vitales como el comercio o el liderazgo tecnológico, pero sin menoscabar la alianza de Seúl con Estados Unidos y sin poner en cuestión su asociación económica con el gigante asiático, cuyo canciller ha escuchado de las autoridades surcoreanas su apoyo en los esfuerzos para la desnuclearización de Corea del Norte.
En 2022 se cumplirán 30 años de relaciones diplomáticas entre los dos países, un aniversario que coincide con la celebración de los Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín en 2022. Los dos países han acordado trabajar conjuntamente para preparar mayores intercambios culturales y acelerar planes sobre la cooperación económica para el período 2021-25, unos objetivos que se podrían consolidar con la visita del presidente chino, Xi Jinping, a Corea del Sur, aplazada este año por la pandemia, tal y como ocurrió con la que tenía prevista a Japón.
China es el principal socio comercial de Corea del Sur y el segundo mayor destino mundial de las inversiones surcoreanas. Seúl y Pekín mantienes buenas relaciones, que se han visto alteradas por los problemas entre el gigante asiático y EEUU, su principal socio estratégico y militar y segundo a nivel comercial. Aunque, eso sí, los dos países se vieron afectados a raíz de la instalación de los misiles estadounidenses THAAD en suelo surcoreano en 2017 que afectó, entre otros sectores, al turismo chino, y también sobre la crisis nuclear norcoreana antes del cambio político de Pyongyang con Washington.
De hecho, en esta visita de Wang Yi, que visitó por última vez Seúl en diciembre de 2019, ambos países han llegado a unos acuerdos que incluyen la promoción de la cooperación contra el coronavirus, el establecimiento de una comisión para el desarrollo de los lazos bilaterales y la organización de un cumbre trilateral, prevista para diciembre, en la que participaría también Japón, que junto a China y Corea del Sur configuran un bloque económico que representan unos 1.500 millones de habitantes.
China y Corea del Sur tienen firmado desde 2015 un TLC bilateral (Tratado de Libre Comercio) que prevé la eliminación en 10 años de los aranceles del 79 por ciento de los productos chinos exportados a territorio coreano, y del 71 por ciento de los productos surcoreanos que hagan el camino inverso.
Prometieron Corea del Sur y China impulsar su comercio pese a la crisis sanitaria del coronavirus. No obstante, según fuentes oficiales, el comercio surcoreano con Pekín alcanzó los 243.400 millones de dólares en 2019, ligeramente por debajo de los 268.600 millones de dólares registrados en 2018, en medio de las incertidumbres económicas mundiales.
Mientras, las exportaciones hacia China aumentaron por segundo mes consecutivo, subiendo un 2,5 por ciento interanual en julio, cuyo crecimiento fue liderado por los productos petroquímicos y de acero, en tanto las firmas chinas reanudaron gradualmente sus operaciones.
La buena sintonía entre Pekín y Seúl favorecerá ubicar nuevos mecanismos hacia la solución definitiva en la península coreana, incluso cuando este pasado mes de agosto altos responsables políticos de ambos países se reunieron, en la ciudad surcoreana de Busan (sureste del país), para analizar asuntos de seguridad. Avances que evidencian los claros deseos de entendimiento, lo que favorecerá encontrar los medios adecuados para poner fin a la crisis permanente en la península coreana y ahora con nuevas expectativas con Biden al mando de EEUU.
Corea del Sur y China, que lucharon como enemigos en la Guerra de Corea (1950-53), han experimentado en los últimos años un progresivo acercamiento en sus relaciones diplomáticas impulsado principalmente por sus intercambios económicos y comerciales.