China contra todos (I)

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Madrid. Cuando todavía el coronavirus anda sin control y rebrotando, condicionando la vida de las personas y la economía mundial, China anda con sus retos políticos que van desde la guerra comercial con EEUU pasando por los litigios en los mares de China Meridional y Oriental, la crisis de Hong Kong, Taiwán, la región de Xinjian, India, África, sus relaciones con la Unión Europea, la guerra tecnológica o la propia guerra del espionaje, además de la polémica sobre el origen de la pandemia, hacen que Pekín esté librando una batalla contra todos que incluye a gran parte de la comunidad internacional.

La República Popular China no está dispuesta a recibir lecciones ni consejos de nadie cuando se trata de asuntos exclusivamente internos. China con su modelo económico lo inunda todo, además tiene el poder de control sobre la deuda de medio mundo, en especial de EEUU, y no se ha cansado de repetir el éxito de cómo ha vencido al coronavirus pese al férreo control que ha ejercido dentro del país sin dar opciones a críticas hacia el gobierno en su metodología por derrotar la pandemia incluso silenciando cualquier voz discrepante.

Los inversores no pasan por alto que China es el mayor tenedor soberano de deuda pública estadounidense y de muchos más países, lo que le da un gran poder para seguir actuando de forma unilateral en sus enfrentamientos con países que le cuestionan asuntos como los de Hong Kong con la nueva “ley de Seguridad” así como los continuados deseos de hacerse con Taiwán, entre otros, pero la realidad es que la República Popular China es la mayor fábrica del mundo, pues llega a facturar casi 80.000 dólares al segundo, y cuando se resfría su economía el resto del mundo sufre sus consecuencias con enormes altibajos en los mercados bursátiles. 

Nos guste o no, China está ahí para quedarse. El Fondo Monetario Internacional señalaba en sus últimas previsiones que en 2024 la economía china representará el 24,1 por ciento del PIB mundial y la de EEUU, el 13,9 por ciento.

Es obvio que el futuro que viene no será igual. El coronavirus lo está cambiando todo y afecta a este mundo global de una forma directa, dado que ya no es sólo una crisis sanitaria, lo es también económica que está obligando a cambiar las reglas de juego para afrontar las crisis globales, donde también el cambio climático y la pandemia no conocen fronteras con graves consecuencias mientras la pérdida de la biodiversidad se hace patente a nivel mundial por el dañino virus. El futuro es incierto, el presente es estresante, pero veremos qué ocurre cuando aparezca la auténtica vacuna, el único medio para “calmarnos”.

Pero tanto los litigios en el mar de China Meridional y en el mar de China Oriental han supuesto también inestabilidad y oposición de países que reclaman su soberanía en las aguas de esas islas, y la comunidad internacional ha pedido a China que no lleve a lleve a cabo la construcción de islas artificiales en la zona para militarizarlas a continuación.

De hecho, EEUU ha enviado dos buques militares al mar de China Meridional, cuyas aguas son objeto de disputa entre China y sus países vecinos, en medio de las tensiones regionales, mientras Pekín ha reclamado que no permitirá inmiscuirse en sus asuntos internos a cualquier país y ha alertado del creciente riesgo a un “incidente naval” con Estados Unidos en la región de Asia-Pacífico. Por ahora, el USS Nimitz y el USS Ronald Reagan continuarán con sus ejercicios conjuntos en el mar de China Meridional. 

Y una de las últimas tensiones políticas ha sido el cierre del consulado chino en Houston (Texas, EEUU) en una nueva decisión de Donald Trump, que sigue acusando a China de interceptar las investigaciones sobre la vacuna de la COVID-19. Washington argumenta que diplomáticos de Pekín espían a laboratorios que trabajan en la vacuna, mientras la autoridades chinas no sólo lo niegan sino que consideran este cierre como una de las acciones más agresivas que Estados Unidos ha tomado desde que estableció relaciones diplomáticas con la República Popular China en 1979.

Santiago Castillo

Periodista, escritor, director de AsiaNortheast.com y experto en la zona

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