Las disculpas de Kim Jong-un no minimizan la gravedad de la muerte de un funcionario surcoreano y tensa las relaciones (y II)
Madrid. Corea del Norte no saca ningún beneficio si de forma unilateral abandonara todo contacto con el Sur, cuyo presidente, Moon Jae-in, que calificó el grave incidente de intolerable, se enfrenta a quejas dentro del país por este nuevo episodio con el Norte. Para Kim Jong-un la muerte del civil surcoreano es un «asunto vergonzoso» y se disculpó «por haber decepcionado al presidente Moon Jae-in y a los surcoreanos».
El hecho es que la disculpa norcoreana es un gesto diplomático que evita un posible conflicto a corto plazo entre las dos Coreas, pues Pyongyang sabe que su vecina del Sur es la que más beneficios le puede ofrecer. Algunos medios han difundido que esta disculpa por parte de los Kim es la primera desde 1976, cuando tuvo lugar el grave «incidente del asesinato con hacha» de la muerte de dos soldados estadounidenses asesinados por soldados norcoreanos en la Zona Desmilitarizada de Panmunjom (ZDM).
En suma, esta inusual disculpa norcoreana sirve para eliminar el riesgo de una escalada entre las dos partes y al mismo tiempo sustenta los planes del presidente Moon de conseguir la reconciliación con el Norte. Unas disculpas de Corea del Norte que llegan en un momento en que las relaciones intercoreanas están estancadas, así como las negociaciones entre Estados Unidos y Corea del Norte.
El presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, sigue dispuesto a firmar un acuerdo de paz que ponga fin al armisticio de 1953 (técnicamente la guerra coreana sigue en pie) con Corea del Norte, para lo que ha pedido la ayuda de la comunidad internacional, y este grave incidente de Pyongyang de matar a tiros a un funcionario surcoreano que llevaba desaparecido desde el pasado 21 de septiembre en las cercanías de la isla fronteriza marítima de Yeonpyeong, pese a las protestas internas, no desea que todo el esfuerzo hasta ahora realizado por mejorar las relaciones se venga abajo.
Desde Seúl se señala que Corea del Norte disparó a un funcionario sureño, de 47 años, desaparecido en la frontera marítima entre ambos países, y que después incineró su cuerpo, un acto que el Sur ha calificado de «brutal» y por el cual ha exigido explicaciones a Pyongyang, que las recibió por la carta de disculpa del líder Kim Jong-un.
Pero la muerte de este funcionario de pesca ha conmocionado a muchos surcoreanos, desatando una fuerte reacción de la oposición y gran parte de la ciudadanía, lo que provocó una respuesta inusualmente dura de Moon, que calificó el hecho de «imperdonable».
Dentro de las relaciones entre las dos Coreas, es la primera vez que un civil surcoreano muere a manos del Ejército norcoreano desde noviembre de 2010, cuando un bombardeo norteño sobre la isla de Yeonpyeong, justamente en la misma zona donde desapareció el funcionario, costó la vida a dos habitantes de la isla y a dos soldados.
Por otra parte, después de un periodo de relativa distensión, las relaciones entre las dos Coreas volvieron a tensarse este verano cuando grupos de desertores norcoreanos soltaran desde Seúl panfletos con propaganda en la frontera entre ambos países. Todo originó posteriormente que el líder Kim Jong-un decidiera cortar las líneas de comunicación directas establecidas entre ambas partes.
Desde el fracaso de la cumbre de Hanói entre Pyongyang y Washington en febrero de 2019, el régimen norcoreano ha endurecido su postura con Seúl y en junio las autoridades norcoreanas decidieron destruir la Oficina de Enlace intercoreano en su territorio en protesta por el envío de propaganda por parte de activistas desde el Sur. También Corea del Norte dio en ese momento cortadas las líneas de comunicación transfronterizas.
Todo hace indicar que la brutal muerte del funcionario surcoreano esté relacionada con las fuertes medidas sobre el coronavirus de Corea del Norte, al parecer sin casos confirmados durante la pandemia, según fuentes oficiales del régimen, que ha cerrado las fronteras a cal y canto desde el inicio de la COVID-19 para combatirla.
En definitiva, la actualidad sigue alimentando el monotema coreano. Ahora Corea del Norte celebra (10 de octubre) el 75 aniversario de la fundación del Partido de los Trabajadores. El 3 de noviembre sabremos si al frente de EEUU sigue Donald Trump o si gana las presidenciales Joe Biden. Y en los próximos días llega a Seúl el secretario de estadounidense, Mike Pompeo, para analizar una vez más la situación de la península coreana. Una nueva vuelta a empezar en los más de 70 años que han marcado políticamente la península coreana.