La Unión Europea y China fracasan en ratificar el Pacto de París

Madrid. La décimo novena cumbre bilateral de la Unión Europea (UE) y China de los días 1 y 2 de junio pasó en unas horas de ser la reunión de la unidad de acción frente al cambio climático según los Acuerdos de París a una declaración de intenciones y, en el mejor de los casos, a la postergación del consenso en lo que se refiere al clima, por desacuerdos económicos y políticos.
En la rueda de prensa posterior a las conversaciones entre las dos partes, los tres líderes, Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión, Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo y el primer ministro chino, Li Keqiang, comparecieron ante los medios de comunicación con un retraso de tres horas sobre la hora prevista.
El origen de la falta de consenso entre China y la Unión Europea se halla en el no reconocimiento por parte de la UE de China como economía de mercado en el marco de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Tal como dijo en su momento el primer ministro chino, Li Keqiang, los miembros de esa organización deberían haber dejado de considerar la economía del país asiático economía dirigida y haber detenido las investigaciones por prácticas comerciales desleales en diciembre del año pasado, en aplicación del artículo 15 de la OMC.
No obstante, Li añadió que los líderes de la Unión Europea, Jean-Claude Juncker y Donald Tusk, respectivamente, manifestaron su voluntad de revisar las normas más relevantes de la organización lo que espera se traduzca en el cumplimiento del protocolo de adhesión de China a la OMC sin ningún tipo de discriminación, en el ámbito del respeto de las normas internacionales y del orden internacional que éstas amparan.
Juncker y Tusk, por otra parte, manifestaron en la rueda de prensa que la Unión Europea y China habían mantenido discusiones respecto al Artículo 15 de la OMC, que Li calificó como una norma de suspensión de la vigilancia de prácticas comerciales desleales, y respecto a otros asuntos comerciales que los llevaron a alcanzar un consenso más amplio y a reducir sus diferencias,
Ambas partes reconocieron que el mantenimiento del sistema económico internacional actual encaja en los intereses de las dos partes y en las del resto del mundo, aunque en ningún momento se mencionó lo que se esperaba: el nuevo frente de China con la Unión Europea, una vez alejado Estados Unidos del Acuerdo de París.