La guerra coreana cumple 70 años sin un tratado de paz en vigor

Refugiados en la guerra de Corea.
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Madrid. Mientras se sigue elaborando un plan definitivo que ponga fin al armisticio que las dos Coreas firmaron en la zona fronteriza de Panmunjom, el 27 de julio de 1953, en vez de un tratado de paz, y al mismo tiempo se busca también un final de consenso actual entre las dos países, divididos tras la derrota de Japón en la Segunda Guerra Mundial, en 1945, que colonizaba la península coreana desde 1910, esta semana se cumple el 70 aniversario de una contienda bélica que aún sigue siendo el único rincón existente de la “guerra fría”.

Un hecho histórico cuando EEUU y la antigua Unión Soviética acordaron durante la conferencia de Potsdam (Alemania) repartirse la península coreana en dos mitades con el paralelo 38 como línea de separación tras el conflicto mundial y que hoy día sigue vigente, pero al mismo tiempo considerado como uno de los episodios más trágicos y dañinos en la historia y más cuando todavía pervive el armisticio de 1953 que no ha resuelto la definitiva estabilidad entre las dos Coreas.

Desde 1945 hasta hoy, junio de 2020, los acontecimientos políticos en la península coreana han sido múltiples, así como los numerosos y graves incidentes entre las dos Coreas, que han reflejado no sólo la existencia de la “guerra fría” sino momentos de enorme tensión al borde de un conflicto militar de graves consecuencias, pero lo más esperanzador ha sido, pese al bloqueo en el avance de la estabilidad, el cambio político de Corea del Norte a partir de enero de 2018 durante los Juegos Olímpicos de Invierno de Pyeongchang que contribuyeron a un acercamiento con el Sur y a dos encuentros históricos entre Kim Jong-un y Donald Trump.

De esta de forma, pese a la reciente destrucción de la Oficina de enlace entre las dos Coreas, además de endurecer su postura contra EEUU y su vecina del Sur, poco días después Corea del Norte suspendió la respuesta militar prevista contra Corea del Sur en un momento decisivo para desbloquear el estancamiento de las negociaciones nucleares con Estados Unidos, claves para alcanzar acuerdos que también aproximen mecanismos cercanos al levantamiento de las sanciones que pesan sobre el régimen norcoreano, tras anunciar Pyongyang que retomaría las maniobras militares en la frontera como respuesta al lanzamiento de propaganda lanzada desde el Sur por desertores y activistas norcoreanos.

El setenta aniversario de la guerra que enfrentó a las dos Coreas debería ser el último que se celebre bajo las actuales circunstancias políticas, sobre todo cuando está totalmente comprobado que cualquier acción militar, venga de donde venga, no facilita solución a la situación de la península coreana, donde todavía hay demasiados intereses para que la estabilidad prevalezca definitivamente, pero tanto EEUU, como Rusia, China, Japón y las dos Coreas (componentes de las conversaciones a seis bandas) coinciden que lo mejor es el diálogo entre las partes para cerrar el último capítulo existente de la “guerra fría” ya en pleno siglo XXI.

Y, precisamente, el 25 de junio de 1950 las tropas norcoreanas invadieron Corea del Sur, en el que sería el inicio de una guerra inacabada a día de hoy al no estamparse un acuerdo de paz definitivo, siendo en 2018 cuando más cerca estuvieron las dos Coreas para llegar a acuerdo que dieran lugar a la paz definitiva en la península coreana, dividida desde 1945.

Al final de la Segunda Guerra Mundial en la región Asia-Pacífico, la rendición incondicional de Japón hace que la mirada de EEUU y sus aliados se dirija, fundamentalmente, a organizar la ocupación del país nipón devastado por la guerra, encomendada al general MacArthur, pero la sorpresa es general y evidencia la falta de preparación del Sur, aunque en el ambiente flotaba la posibilidad de un conflicto abierto entre las dos Coreas. Sin embargo, la inteligencia estadounidense en Tokio de MacArthur y la propia Casa Blanca son cogidos por sorpresa ante el ataque norcoreano

Así, se organiza el envío de material y hombres desde Japón y la cuestión de la invasión se plantea en el Consejo de Seguridad de la ONU y en las Resoluciones 82 y 83 del Consejo se condena la invasión, se pide el cese de las hostilidades y el retorno de las tropas del Norte al otro lado del paralelo 38, al tiempo que se organiza una coalición internacional bajo la bandera de la ONU, compuesto por 16 países aliados, liderada por EEUU.

Este 70 aniversario del inicio de la Guerra de Corea ha supuesto que ni en Seúl, donde el presidente surcoreano, Moon Jae-in, guardó silencio, ni Pyongyang, donde no se resaltó acto alguno sobre esa contienda, se realizaran actos importantes para conmemorar la efemérides, aunque Moon instó una vez más a Corea del Norte a firmar la paz, la cual favorecerá a ambas partes, sobre todo en el campo económico en el Norte y la reducción de presupuestos de defensa para los dos países.

La guerra coreana tuvo una primera parte de superioridad del Norte y luego la balanza se inclinó hacia EEUU y sus aliados, pero fue cruel la contienda con más de 50.000 soldados estadounidense muertos, frente a unos dos millones de coreanos y entre medio millón y un millón de chinos fallecidos, pero al final se firmó el citado armisticio ante el temor de que estallará una Tercera Guerra Mundial y con una Unión Soviética armada con bombas nucleares.

En definitiva, la guerra sirvió para aniquilar a ambas Coreas con la destrucción de todas sus estructuras y que contribuyó a alimentar hasta hoy la confrontación bipolar de la llamada “guerra fría”. Una guerra que implicó a China y a EEUU de forma directa y a la antigua Unión Soviética de forma subsidiaria. Pero a la vez profundizó la división entre las dos partes y a miles de familias separadas, siendo éste uno de los capítulos más dramáticos de lo que fue la guerra entre las dos coreas (1950-1953) y de ahí que técnicamente permanezcan aún en guerra.

Santiago Castillo

Periodista, escritor, director de AsiaNortheast.com y experto en la zona

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