Japón-EEUU, una singular alianza para controlar los precios del petróleo

Madrid. Fumio Kishida, el primer ministro japonés, anunció el 24 de noviembre que su país echará mano de sus reservas petrolíferas nacionales para afrontar el súbito aumento de precios de los carburantes de los últimos meses.
El gabinete nipón no detalló la cantidad que será liberada, pero, según Nikkei, rondará los 4,2 millones de barriles. Japón, que es el cuarto mayor consumidor de petróleo del mundo, usa cerca de 3,3 millones de barriles al día.
El país empezó la acumulación del crudo en los años 70. Pero esta es una de las pocas ocasiones en las que recurre a tal medida y la primera con el fin de controlar los precios. Hasta ahora había sido implementada en tan solo cinco ocasiones. Entre ellas destacan la escasez de combustible causada por la Guerra del Golfo de 1991 y la catástrofe de Fukushima de 2011.
La extensa liberación de las reservas de petróleo niponas sigue al anuncio del 23 de noviembre del presidente estadounidense Joe Biden de liberar cerca de 50 millones de barriles en los próximos meses. La Casa Blanca destacó que esta acción será respaldada por otros grandes consumidores de crudo: China, Corea del Sur, Reino Unido y la India.
Esta singular alianza pretende estabilizar los precios de los carburantes. Los pasos a seguir fueron discutidos previamente en la videoconferencia entre Biden y Xi Jinping. «La estabilidad de los precios del petróleo es crucial para la recuperación económica», afirmó Fumio Kishida.
Las medidas tomadas por los consumidores fueron una respuesta a la reciente decisión de la OPEP+ (la Organización de Países Exportadores de Petróleo, sus aliados y Rusia) de aumentar la producción tan solo a 400.000 barriles diarios, un incremento muy conservador para los tiempos que corren. Más aún, las exigencias de los miembros de la AIE (Agencia Internacional de Energía) y de EEUU, en particular, de subir la producción más aún fueron ignorados.
La analista de Rystad Energy, Louise Dickson, afirma que tenemos ante nosotros una «anti-OPEP», que pretende mostrar a este grupo que «que no es el único actor en el mercado petrolero».
El Ejecutivo japonés aseguró que estas medidas no entrarán en contradicción con la ley de reservas nacionales, que especifica cuándo tales acciones pueden ser adoptadas.
Para eso, según el ministro de Comercio Koichi Hagiuda, la liberación de las provisiones petrolíferas tendrá lugar mientras el país repone sus reservas. Aunque este solía ser el procedimiento habitual, se pondrá en marcha anticipadamente para apoyar a los demás países.
Japón, como miembro de la Agencia Internacional de la Energía, está constreñido a almacenar, como mínimo, reservas petrolíferas iguales a 90 días de consumo. El país asiático, que importa el 90 % de su crudo de los países de Oriente Medio, tiene ahora mismo 145 días de reservas nacionales.
Tanto Biden como Kishida esperan que estas medidas traigan consigo un descenso de precio «de un día para otro». «Esta acción coordinada nos ayudará a lidiar con la falta de suministro, lo que aliviará los precios», aseguró el presidente norteamericano. «Llevará tiempo, pero pronto deberíamos ver caer el precio de la gasolina», puntualiza.