Corea del Sur aprueba un impuesto religioso
El gobierno surcoreano ha aprobado una controvertida ley que obliga a los monjes budistas, sacerdotes católicos, pastores protestantes y otros religiosos a pagar impuestos tras casi cuarenta años de debate para gravar al clero y que ha generado una enorme polémica en las distintas organizaciones religiosas que consideran que sus trabajos son un “servicio espiritual”.
Desde los años noventa los sacerdotes católicos pagan impuestos de forma voluntaria, mientras el budismo, confesión caracterizada por una mayor austeridad, los monjes no suelen contribuir al erario público, en un país donde hay unos 364.000 sacerdotes, monjes, pastores y otros clérigos que dan servicio a quienes practican alguna religión, que suman la mitad de los casi 50 millones de habitantes de Corea del Sur.