Corea del Norte debe aprovechar la actual distensión para desnuclearizarse y abolir la política de castas

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Madrid.-El régimen norcoreano, que acaba de celebrar por todo lo alto el 65 aniversario de la fundación del país, tiene que aprovechar la actual distensión para favorecer el entendimiento entre las dos Coreas, restablecer las conversaciones a seis bandas para la desnuclearización de Corea del Norte y sobre todo eliminar poco a poco la política de castas que entorpecen el desarrollo económico y político del país.
Actos de la fundación de Corea del Norte
Precisamente el Ministerio de Asuntos Exteriores chino hizo un llamamiento para que todas las partes favorezcan la creación de una «atmósfera adecuada» para restablecer las conversaciones multilaterales en torno a la desnuclearización de Corea del Norte.

China aseguró que en la situación actual todas las partes deben hacer más para relajar las tensiones, y de forma conjunta crear condiciones favorables para restablecer el debate y buscar una resolución dentro del marco multilateral, pero en este sentido las conversaciones a seis bandas (China, EEUU, Japón, Rusia y las dos Coreas) son la clave para la desnuclearización de Corea del Norte.

De esta forma, el Ministerio de Asuntos Exteriores chino ha querido responder a la elaboración de un plan militar conjunto entre Estados Unidos y Corea del Sur ante un eventual ataque nuclear norcoreano, y el cual podría firmarse en Seúl el próximo 2 de octubre.  Ese eventual ataque norcoreano se antoja bastante improbable y lo vital es que todas las partes no escatimen esfuerzo alguno para sentar en la misma mesa de conversaciones a los norcoreanos aprovechando la distensión actual para que a través del diálogo se solucionen los problemas que originan la tensión entre las dos Coreas.

No obstante, según expertosestadounidenses, creen que el régimen de Kim Jong-un ha vuelto a poner en marcha el reactor de investigación del complejo nuclear de Yongbyon, capaz de producir plutonio para armas atómicas, además, Rusia ha observado que hay actividad en esta central nuclear, ubicada a 90 kilómetros de Pyongyang, y considera que la posible reapertura de su reactor entrañaría «un gran riesgo» por el desastroso estado de la instalación, aunque matiza que la actividad constatada no significa necesariamente que el reactor nuclear haya sido reabierto.

Corea del Norte trata de nuevo de llamar la atención con el asunto nuclear y así entrar con más fuerzas en todo el proceso de negociaciones y contactos con Corea del Sur. Es decir, quiere aclarar que no piensa abandonar su poder nuclear disuasorio mientras EEUU no ponga fin a “su política hostil contra Pyongyang”, pero obviamente esta estrategia no le favorece y va contra las conversaciones sobre el desmantelamiento de su programa atómico, tal como desean los países integrantes de las seis bandas.

Al margen de estas últimas novedades de la política nuclear norcoreana, Corea del Norte parece que vive un momento más tranquilo, en especial con ese éxito de masas en los actos de  65 aniversario de su fundación con un desfile masivo en la plaza Kim Il-sung de Pyongyang, en un momento marcado por la voluntad de diálogo del régimen de Kim Jong-un tras una larga etapa de tensión.

Desfiles de soldados con pasos coordinados a la perfección, gigantescos mosaicos humanos y consignas de alabanza a los símbolos del régimen y a sus líderes aportaron dinamismo y color a este nuevo evento masivo en la capital norcoreana, tal como se ha podido ver en la televisión estatal norcoreana (KCTV).

Pero si es esencial su desnuclearización para mejorar económicamente, es vital que el régimen lleve a cabo reformas internas para mejorar el  nivel de vida de los norcoreanos y para ello tiene que abolir esa política de castas que han impedido el desarrollo del país y que es un verdadero canto al culto a la personalidad de los Kim.

La población se encuentra dividida en tres castas: leales, vacilantes y hostiles y son hereditarias, las cuales se establecen tan sólo por los antecedentes políticos familiares con una aplicación de absoluta arbitrariedad que van contra los derechos humanos.

Corea del Norte acaba de revisar sus principios fundacionales y uno de ellos dice: “Nosotros debemos honrar al gran líder camarada Kim Il-sung con toda nuestra lealtad”, mientras otro señala: “Debemos honrar al gran líder camarada Kim Il-sung y al general Kim Jong-il con nuestra lealtad. Es decir, en realidad esta revisión de los principios fundacionales del Partido de los Trabajadores están encaminados a legitimar la sucesión dinástica del actual líder, Kim Jong-un, y su familia.

Al mismo tiempo, destaca que el socialismo y comunismo también han desaparecido de estos principios siendo sustituidos por el “Juche”, esencia de la nueva política de Corea del Norte como una nueva orientación de los jefes, de su destino y de su futuro.

Desde todos los puntos de vistas, esta revisión tiene el sello de Kim Jong-un para consolidar su poder, tal como afirman expertos y observadores de la política norcoreana, una consolidación que contribuye a retroceder al país, que tiene una Constitución y un partido gobernante con sus leyes, pero estos nuevos principios que quiere adoptar Corea del Norte a los ciudadanos norcoreanos supone un fuerte impacto en sus vidas, pero el régimen necesita el seguimiento de los norcoreanos para proseguir con su nueva política del “Juche”, o sea, la total adhesión del pueblo.

El joven Kim Jong-un no puede hipotecar el futuro del país en estos nuevos principios que omiten la verdadera crisis económica del país y las verdaderas razones de su política nuclear, un régimen basado en el culto a la personalidad, que sigue usando el “Songbun” que señala a los niños norcoreanos desde su más tierna infancia y por la que las autoridades del país clasifican a sus 24 millones de habitantes y luego está el “Songun”, establecido por Kim Jong-il, que da prioridad a los intereses militares.

Sin embargo, en opinión de analistas, Kim Jong-un, a pesar de la importancia del “Songun”, cuya efemérides se celebra todos los 25 de agosto, pretende rebajar el protagonismo de la Comisión militar y el Ejército para tener más control sobre las poderosas Fuerzas Armadas norcoreanas y, de hecho, como señaló el diario surcoreano “Chosum Ilbo”, todo se enmarcaría en la reciente destitución del jefe del Estado Mayor, Ri Yong-ho, considerado un “halcón” defensor del “Songun” y estrecho colaborador de Kim Jong-il.

No obstante, con la reactualización del “Juche”, la autosuficiencia, el hombre guiado por el líder, el que interpreta la voluntad del pueblo, constituye, junto a otros principios fundacionales, un verdadero obstáculo para iniciar políticas de desarrollo económico como se están positivamente produciendo en la antigua Birmania (actual Myanmar) o en la propia Camboya.

El régimen norcoreano no puede desaprovechar el actual momento de distensión. Sabe que tiene a China presionándola para que lleve a cabo reformas que den calidad de vida a los norcoreanos, que renuncie a su programa nuclear, pero aún son más importantes los proyectos que tiene Kim Jong-un, quien, según desertores residentes en Seúl, podría tener un apoyo popular de al menos del 50 por ciento.

Dentro de esos nuevos proyectos que podrían suponer una nueva etapa en el desarrollo de Corea del Norte se encuentran, entre otros, el más importante como es la inminente reapertura del complejo industrial de Kaesong, tras cinco meses cerrado, la próxima reunión de familias separadas o los proyectos turísticos recuperando las actividades del Monte Kumgang.

El régimen norcoreano sabe que debe realizar cambios, pero no quiere que estos sean considerados como un marcaje que le dicta la comunidad internacional, pero es obvio que el reabrir la línea de comunicación militar entre las dos Coreas, desconectada por las tensiones pasadas, así como que Pyongyang por primera vez en su historia haya izado en su territorio la bandera de Corea del Sur y ha hecho sonar el himno surcoreano con motivo de una competición de halterofilia son muestras de una distensión que debe favorecer el clima adecuado para dejar atrás el pasado y las tensiones de toda clase.Las exportaciones norcoreanas (recursos minerales e hidrocarburos, en especial carbón) alcanzaron en 2012 casi los 7.000 millones de dólares, según fuentes surcoreanas, así como la autorización para que los turistas extranjeros puedan entrar con sus móviles, dado que antes no se podía, y la buena predisposición de Seúl que planea enviar al Norte unos 6,3 millones de dólares en ayuda humanitaria tienen que ser suficientes argumentos para que Kim Jong-un no vuelva a jugar con ensayos nucleares que estropeen la “buena” distensión actual.

By Santiago Castillo, periodista, escritor, experto en asuntos del Nordeste asiático

http://asianortheast.blogspot.com/

 

Santiago Castillo

Periodista, escritor, director de AsiaNortheast.com y experto en la zona

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3 Respuestas

  1. 4 noviembre, 2013

    […] Corea del Norte debe superar el miedo a cualquier apertura al exterior, y debe mirar a las políticas de desarrollo económico con resultados muy positivos en la antigua Birmania (actual Myanmar) o en la propia Camboya. […]

  2. 27 enero, 2014

    […] sabe que para llevar a cabo otros acuerdos de calado económico como recuperar las actividades del Monte Kumgang, suspendidas en 2008 cuando una turista surcoreana murió por disparos de un soldado norcoreano, al […]

  3. 24 febrero, 2014

    […] de su política nuclear, un régimen basado en el culto a la personalidad, que sigue usando el “Songbun” que señala a los niños norcoreanos desde su más tierna infancia y por la que las autoridades […]

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