Las altas temperaturas de agosto no detienen las tensiones de la geopolítica mundial (I): China en todas partes, Oriente Medio y EEUU
Madrid. Julio y agosto de 2023 fueron los meses más calurosos a nivel mundial, según el Observatorio Europeo Copernicus (EMS), y para este año las posibilidades de un aumento de las temperaturas es un hecho real, una realidad que bloquea la salud y otros factores sociales y económicos, pero no impide que las tensiones de la geopolítica mundial en sus distintos escenarios y con protagonistas diversos acaparen toda una inestabilidad política en la que China sigue en su pugna con Estados Unidos por el liderazgo mundial. Y a lo largo de esta primera quincena de agosto ha habido distintos acontecimientos políticos que detallo en este análisis.
Tal vez los Juegos Olímpicos de París, donde chinos y estadounidenses han peleado por ser el primero en el número de medallas, traigan alguna esperanza en soluciones políticas a escala mundial, quizás más utópicas que reales, ante los numerosos problemas que inundan esta nueva sociedad global, donde todo se mueve por las nuevas tecnologías.
Oriente Medio se calienta cada vez más, la tensión es alta. Irán espera un «posible» ataque a Israel, que no rebaja su castigo a Gaza, que ya dura diez meses, con la muerte de unas cien personas este pasado fin de semana, un castigo sin justificación alguna pese a las sospechas de que el colegio atacado era un refugio de un centro de mando de Hamas. La ofensiva militar israelí sobre la Franja de Gaza lleva cerca de 40.000 muertos. China y EEUU pueden y deberían hacer más, pero el mundo multipolar de las dos primeras potencias choca en sus respectivos intereses globales. Perpetuar las guerras en Oriente Medio no es favorable a nadie. China es, al igual que otros numerosos países, partidario de la existencia de dos Estados: Palestina e Israel.
China es también parte importante en la solución final de la crisis de Oriente Medio. Con Arabia Saudí firmó el pasado 1 de agosto acuerdos económicos cercanos a los 50.000 millones de dólares. Y la cumbre del pasado año entre chinos y saudíes certificó la imparable influencia de la República Popular China en el escenario mundial, en el que EEUU trata no sólo de frenar el cada vez mayor distanciamiento con aliados que hasta hace poco eran más fiables como los saudíes, que a su vez también puede repercutir en las políticas de Washington en Oriente Medio a favor de Pekín, sino también impedir que la hegemonía china siga su curso.
China es un socio comercial importante de Israel a nivel mundial. China está cada vez más dentro de Oriente Medio y precisamente el puerto de la ciudad israelí de Haifa, uno de los más importantes del país, pasó a ser controlado desde 2021 por una empresa china, lo que evidenció la preocupación de EEUU ante la mayor presencia de Pekín en Oriente Medio. Y más cuando Israel, en esta región, depende en gran medida de sus rutas marítimas y alrededor del 90 por ciento de sus importaciones llegan a través del mar. China importa petróleo de países del Golfo, y sabe del malestar de países árabes con Occidente en esta guerra en Gaza, como también sabe de la división de la Unión Europea (UE) y del fuerte apoyo de EEUU a Israel.
En EEUU, la aparición de Kamala Harris como candidata en sustitución de Joe Biden ha devuelto la esperanza a los demócratas frente a un republicanismo que sigue liderando Donald Trump con el objetivo de imponer unas políticas que proporcionarán más problemas que soluciones, en especial en la subida de los aranceles y su enfrentamiento con China. Harris podría ser la primera mujer presidenta de EEUU, pues ya hace ocho años Hillary Clinton pudo lograr la Presidencia, pero al final Trump logró la Casa Blanca. Ha pasado mucho tiempo, y por ahora Harris ha devuelto la ilusión a los demócratas, pero todo se decidirá en los debates de 5, 10 y 25 de septiembre. Con un triunfo de los republicanos la geopolítica mundial sufrirá más tensiones.
Precisamente China, en el ánimo de entenderse bien con EEUU, ha decidido cortar el suministro de componentes del fentanilo, el opioide sintético causante de la muerte de 100.000 estadounidenses al año. En numerosas ciudades estadounidenses la imagen de los enganchados a esta droga es impactante: parecen auténticos zombis. Es la principal causa de muerte entre los que tienen entre 18 y 45 años en EEUU. Es el gran negocio del crimen organizado en manos de los cárteles de la droga en América. Y de ahí la importancia que ha dado China a la hora de imponer controles a la exportación de tres sustancias químicas esenciales en la producción de este analgésico narcótico cien veces más fuerte que la morfina.
Pero si hablamos de las altas temperaturas de agosto, ahí tenemos la fuerte ola de calor en Corea del Sur, que ha matado en los primeros días de agosto a unos 420.000 animales de cría. Si realmente el calor afecta mucho a las neuronas, hemos visto hechos recientes que también han desencadenado sus propios efectos.