Mujeres que han roto el techo de cristal en Asia

Sheikh Hasina, primera ministra de Bangladesh
Comparte esta noticia:

Madrid. En los últimos años, Asia ha experimentado un fenómeno poco frecuente en el resto del mundo, excepción hecha de situaciones puntuales, fundamentalmente en Europa, aunque es cierto que se ha producido una mayor sensibilidad respecto al papel político de la mujer que, en Asia, se ha traducido en el acceso al poder de mujeres que han pasado por procesos previos nada fáciles y que hoy día ostentan algunas de las más altas magistraturas de sus respectivos países con un grado de legitimidad indiscutible.

Park Geun-hye asumió la presidencia de Corea del Sur el 25 de febrero de 2013, tras su victoria electoral en 2012, después de haberse mantenido al margen de la política de su país y de haber vivido la muerte de su madre primero y de su padre, el presidente Park Chung-hee, después, en sendos atentados. En 2006, Park se había convertido en una de las mujeres más influyentes de Corea del Sur.

Sin embargo, desde el pasado mes de diciembre, la presidenta Park ha sido retirada del cargo por una moción de censura en una votación de la Asamblea Nacional y se halla sometida a un proceso de investigación por haber permitido el acceso a documentos confidenciales del gobierno a su amiga y consejera Choi Soon-sil, detenida y acusada de abuso de poder y fraude, pese a que ésta no tenía cargo oficial alguno en el gobierno. La sentencia será emitida por el Tribunal Constitucional de Corea del Sur por mayoría de dos tercios de sus nueve miembros, en un tiempo no superior a seis meses, poco antes de que acabe el mandato de Park en diciembre de 2017.

Taiwán, República de China, tiene nueva presidenta desde el 20 de mayo de 2016, Tsai Ing-wen, la primera mujer que logra alcanzar la Presidencia del país, tras haber prometido hace cuatro años -cuando perdió las anteriores elecciones presidenciales frente al candidato del Partido Nacionalista o Kuomintang (KMT)– que volvería. Ha vuelto y ha obtenido un enorme apoyo popular, con un 56,2 por ciento de los votos frente al 31 por ciento de su principal rival, Eric Chu, del KMT.

Con aspecto discreto, se dice que no irradia carisma a primera vista, pero ha convencido a sus votantes por su determinación y su formación intelectual. Tsai, tras la derrota en las elecciones de 2012, ha consolidado su posición de defensora de la identidad de Taiwán dejando claro que aspira a más apoyo de la comunidad internacional pero sobre todo de dos grandes aliados oficiosos, Estados Unidos y Japón.

China ha visto como la presidenta taiwanesa ya le ha creado algunos problemas con su desafío independentista, pero Pekín insiste en que rechace explícitamente la independencia de la isla y que acepte el Consenso de 1992, aunque éste puede tener otras interpretaciones tras las buenas relaciones existentes entre las dos partes cuando gobernaba en la isla el Partido Kuomintang (KMT). Pero la República Popular de China ha dejado siempre claro “que hay una sola China”.

Aung San Suu Kyi, nacida en Rangún, Birmania (actual Myanmar), en 1945, ha hecho gala de su admiración por Mahatma Gandhi y sus creencias budistas a su regreso a Birmania para integrarse en la Liga Nacional por la Democracia (LND), para iniciar sus campañas a favor de las clases más pobres del país -Myanmar está entre los cuatro países más pobres de la región- y para criticar abiertamente a los gobiernos militares que han gobernado el país durante 50 años. Detenida bajo arresto domiciliario antes de las elecciones de 1989 durante más de 15 años, se convirtió en un símbolo de la lucha a favor de los desposeídos.

En abril de 2012, la Liga Nacional para la Democracia, anunció que Aung San había sido elegida para la cámara baja del Parlamento de Birmania  y en 2013 ella misma anunció que concurriría a las elecciones por la Presidencia de Myanmar en 2015, aunque la constitución birmana prohíbe ostentar la presidencia a los ciudadanos birmanos con hijos de otra nacionalidad, como es su caso.

En las elecciones generales de Myanmar de 2015, el partido de Suu Kyi logró el 86 por ciento de los escaños en la asamblea y el Parlamento eligió como presidente a Htin Kyaw, colaborador de Suu Kyi y muy próximo a ella y para la que ha reservado los ministerios de Exteriores y de la Oficina de la Presidencia, además del cargo de Consejera de Estado creado para ella, lo que la convierte en la virtual presidenta. Entre otros muchos premios, Aung San Suu Kyi obtuvo el Nobel de la Paz en 1991. 

En Bangladés, Sheikh Hasina Wazed es la primera ministra desde 2008 y líder de la Liga Awami, el partido vencedor en las pasadas elecciones parlamentarias, mientras en la República Popular China destaca la viceprimera ministra Liu Yandong y también Wu Yi,  quien, desde 2004, es la única mujer de los cuatro vicepresidentes del Consejo de Estado y probablemente una de las mujeres más influyentes del mundo.

Fuera del ámbito gubernamental de la República Popular China, la Dra. Margaret Chan fue nombrada Directora General de la Organización Mundial de la Salud el 9 de noviembre de 2006 y en 2012 la Asamblea de la Salud la confirmó para un segundo mandato de cinco años que finalizará en junio de 2017.

En Japón, tres mujeres ocupan desde hace pocos meses cargos de alta responsabilidad en la vida política.

Yuriko Koike, que fue ministra de Defensa en 2007, aunque no llegó a cumplir dos meses completos en ese cargo, se alzó con el puesto de gobernadora de Tokio en una reñida lucha frente a una veintena de candidatos al puesto el pasado mes de julio. Ya había sido ministra de Medio Ambiente desde 2003 hasta 2006 y, aunque parlamentaria y miembro prominente del Partido Liberal Democrático (PLD) de Shinzo Abe, se presentó a la carrera por el puesto de gobernadora de Tokio como independiente. Entre sus iniciativas más recientes anunció el pasado mes de noviembre la puesta en marcha, mediante dos paneles de expertos financieros japoneses e internacionales, de un proceso que busca convertir a Tokio en uno de los principales centros financieros del mundo, contribuyendo así a dar un nuevo impulso a la economía y, probablemente, con el trasfondo de la salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE).

Tomomi Inada, considerada afín a Abe y probable delfín aspirante a la sucesión del primer ministro en el PLD, fue nombrada ministra de Defensa el pasado mes de agosto. Inada ha sido criticada en varias ocasiones por la oposición en Japón y por sus países vecinos China y Corea del Sur por sus frecuentes visitas al santuario de Yasukuni, consagrado a los que dieron su vida por el país, incluidos algunos militares condenados como criminales de guerra.

Por último, Renho Murata, del Partido Democrático de Japón (PDJ), logró hacerse con el liderazgo de su partido el pasado mes de septiembre. Renho, como es más conocida en su país, fue modelo y periodista antes de ser elegida parlamentaria en la Dieta nipona y mantiene una actitud crítica hacia las políticas del primer ministro Abe. Es una ardiente defensora de la necesidad de mejorar el papel de la mujer japonesa en el trabajo y en la política y de la necesidad de adoptar normas legales a favor de la conciliación laboral y familiar, en un país donde se premia la permanencia de las esposas en las labores hogareñas, mediante bonificaciones en los sueldos de sus maridos.

Juan de Castro Pita

ex consultor de Naciones Unidas

También te podría gustar...

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *