El G20 se reúne y la economía del nordeste asiático se refuerza

Cumbre del G20 en Antalya
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Madrid. Mientras los líderes mundiales, reunidos esta semana en la ciudad costera mediterránea de Antalya, en el suroeste de Turquía, para asistir a la Cumbre del Grupo de los Veinte (G20), donde tratarán de impulsar el crecimiento económico y la lucha contra la desigualdad, China, Japón y Corea del Sur, que representan el 20 por ciento de la población mundial, lo que supone el 70 por ciento de la economía asiática, aparcan sus diferencias políticas para reforzar sus lazos económicos.

China, que no está dispuesta a reducir su cada vez mayor peso en la economía y en la política mundial, pese a que su crecimiento no llegará al 7 por ciento, acude al G20 convencida de que los países participantes seguirán confiando en la segunda economía del mundo para que siga liderando una mejora en la economía global, donde las principales economías desarrolladas y emergentes del mundo, bajo el paraguas del G20, representan casi 85 por ciento del PIB global, un 80 por ciento del comercio mundial y dos tercios de la población mundial.

El presidente de China, Xi Jinping, ha dejado claro que la expansión económica china anual  crecerá en torno al 6,5 por ciento y matiza –para tranquilidad mundial- que será suficiente para lograr el objetivo de conseguir duplicar el PIB y la renta per cápita de 2010 antes de 2020 y ubicarlo en torno a los 12.000 dólares.

La preocupación mundial es alta y más cuando el comercio mundial no se recupera, además las  importaciones chinas han caído en octubre pasado y China y otros países emergentes están padeciendo la ralentización del crecimiento de sus respectivas economías, pero todo parece indicar que al final habrá un claro mensaje de unidad y liderazgo económico para evitar que el consumo y la inversión sufran un freno.

En definitiva, una cumbre del G20 que en esta ocasión los países participantes mezclarán, por una parte, la política y la economía con la crisis de los refugiados y, por otra, el atentado de París, con 130 muertos y más de 350 heridos, donde todos los países mostraran su apoyo a Francia y analizarán las diferentes coordenadas para atajar el terrorismo islamista que no afecte al crecimiento económico en una declaración final de la cumbre.

Pero Xi Jinping, tras participar en la cumbre del G20 acudirá en esta misma semana (17-19 de noviembre) a la reunión del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), del 17 al 19 de noviembre, en Filipinas, uno de los países con los que China mantiene disputas marítimas y poco después (del 20-23 de noviembre) en Kuala Lumpur (Malasia) el primer ministro chino, Li Keqiang,  irá a la cumbre de la cumbre de la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN) y la de Asia Oriental.

China, que tendrá una semana pletórica en reuniones y citas económicas mundiales, ya ha aclarado que sus conflictos territoriales en el mar del Sur de China y el mar del Este de China no estarán en su agenda durante las cumbres del G20, el Foro de la APEC y la ASEAN, en las que sus máximos líderes participarán a lo largo de esta semana y aún habrá tiempo para que los países del grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) celebren un encuentro aparte poco antes de que comience el G20.

Lo que está claro que todo lo dominará la economía y será la protagonista de todas estas reuniones pese a las diferencias que hay entre China con Filipinas y Vietnam (con creciente apoyo de EEUU) en el mar del Sur de China o con Japón por las disputas de las islas Diaoyu/Senkaku con un trasfondo económico importante entre Pekín y Tokio.

Hay que resaltar que en medio de las diferencias políticas entre China, Corea del Sur y Japón, los tres países celebraron recientemente una cumbre en la que las tres grandes naciones del nordeste asiático fortalecieron sus lazos económicos y de seguridad dentro de una cooperación más estrecha de cara al futuro.

De esta forma, tras más de tres años de preparativos de estos tres países, que juntos suman un 20 del PIB global y un 17,5 por ciento del comercio internacional, aparcaron, al menos de momento, sus diferencias políticas y en una cumbre a tres bandas, celebrada en Seúl, salvando las tensiones políticas  por las  disputas territoriales y las desavenencias históricas han dado luz a una mayor conexión económica en un documento en el que abogan por garantizar la paz en la región e impulsar sus intercambios económicos en forma de un Tratado de Libre Comercio entre los tres países.

China cuida la economía y no desaprovecha la ocasión, la cual también favorece a Corea del Sur y Japón, que tratan de negociar un Tratado de Libre Comercio (TLC), tras esta cumbre  histórica en Seúl.

China es el principal socio comercial de Japón y Corea del Sur, mientras que Japón es el segundo mayor socio comercial de China y Corea del Sur el tercero. Sólo en 2013, el volumen del comercio entre los tres países asiáticos ascendió a más de 681.000 millones de dólares.

En suma, estos tres países representan uno de los mayores bloques económicos del mundo, junto con la Unión Europea (UE) y América del Norte, pero el dinero y la economía pueden ayudar a cerrar heridas entre estas naciones del nordeste asiático.

Santiago Castillo

Periodista, escritor, director de AsiaNortheast.com y experto en la zona

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