¿Hay censura en la prensa de Japón?
Madrid. Recientemente se han producido en Japón una serie de hechos relacionados con los medios de comunicación que han provocado distintas opiniones en la sociedad japonesa y más cuando la libertad de expresión y de prensa está garantizada en la Constitución nipona, pero el pasado 15 de diciembre, el Japan Times anunciaba que TV Asahi Corp. había publicado que Ichiro Furutachi, presentador del programa de noticias Hodo Station, dejaría su puesto, tras doce años de ejercicio, en la primavera de 2016 por alusiones críticas al Gobierno.
No obstante, el programa de noticias de Ichiro Furutachi, Hodo Station, ha mantenido una media de audiencia del 13,2 por ciento en la región de Kanto, incluido Tokio, a lo largo de sus 2.960 programas de cada miércoles, según TV Asahi.
Una de las características del programa de Furutachi es su actitud crítica hacia el Ejecutivo, y, en este sentido, se vio inmerso en una polémica por causa de uno de los más asiduos comentaristas invitados a su programa, Shigeaki Koga, quien declaró haber sido invitado a no volver al programa, como comentarista, por presiones de funcionarios gubernamentales, enojados por su actitud crítica hacia el gobierno del primer ministro Shinzo Abe.
Por su parte, el diario Asahi Shimbun se hacía eco en enero del cese de otro popular presentador, Shigetada Kishii, en cuyo programa News 23, de la Tokyo Broadcasting System Television Inc. (TBS), criticó el año pasado la legalidad de las leyes aprobadas en Japón para ampliar el papel militar japonés fuera de sus fronteras.
No obstante, el caso más sorprendente tal vez sea el de Hiroko Kuniya, quien, después de estar 23 años al frente de Close-up Gendai, un programa de análisis de la actualidad, en la cadena pública NHK (Nippon Broadcasting System), parece que irritó a Yoshihide Suga, el secretario jefe de gabinete y muy próximo a Shinzo Abe, al hacerle una pregunta fuera del guion previamente acordado con la presentadora, en relación a las leyes de seguridad nacional, lo que le ha costado el puesto a la señora Kuniya.
Hiroko Kuniya goza de un enorme prestigio entre sus colegas en Japón y en Estados Unidos, entre otros muchos países, donde se formó como periodista y confiesa que aprendió mucho del conocido periodista estadounidense de televisión Ted Koppel y de su programa Nightline.
Kuniya seguirá con el programa, que se emite a las 19.30 horas locales, hasta el mes de abril, según informa Jeff Kingston en el Japan Times.
Al mismo tiempo, el semanario The Economist recogía en su edición del pasado 20 de febrero, la opinión del comentarista y colega de Shigetada Kishii, Makoto Sataka, que considera que el actual gobierno de Japón está dando pruebas de tener escasa tolerancia con las críticas.
Según relata Sataka, una de las primeras iniciativas adoptadas por Abe con motivo de su vuelta al poder en 2012 fue colocar a sus aliados conservadores en el Consejo de la cadena pública NHK, cuyo nuevo presidente, Katsuto Momii, no tardó mucho tiempo en declarar que el papel de la cadena pública es reflejar las políticas del gobierno nipón.