El coronavirus pasa factura a China y su PIB se desploma hasta el 6,8 por ciento

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Mientras China trata de ir normalizando la situación tras el varapalo recibido por el coronavirus, la economía del gigante asiático ha recibido su primer gran aviso al caer su Producto Interior Bruto (PIB) al 6,8 por ciento, una cifra que no se producía desde 1976 y que evidencia los enormes trastornos que ha causado la pandemia y que obviamente también repercute en la economía mundial.

Desde el punto de vista económico había interés en ver cómo iba a evolucionar el país al ser el primero en ser duramente golpeado por el coronavirus a finales de 2019 cuando en la ciudad china de Wuhan se produjeron los primeros brotes de la pandemia. Para los analistas, se espera que entre abril y junio China vuelva al crecimiento tras registrar en el primer trimestre su “desaceleración más severa desde la revolución cultural”, aunque eso sí, pese a una cierta mejora de las condiciones sanitarias en las últimas semanas, cientos de millones de chinos siguen limitando sus desplazamientos por miedo a contraer el nuevo coronavirus, pero las perspectivas económicas podrían -con enormes limitaciones- ir saliendo del agujero para que también otras economías de más de medio mundo puedan ir beneficiándose. La incertidumbre vinculada a la pandemia impide a China elaborar un sendero económico más nítido para cumplir objetivos de crecimiento en 2020, aun así el Fondo Monetario Internacional (FMI) valoró esta semana un crecimiento “moderado” del 1,2 por ciento para este año y de un 9,2 por ciento para 2021 una vez se recupere la economía mundial. En suma, con globalización o desglobalización el coronavirus marcará las pautas de la economía mundial para los próximos años.

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