La oposición controla el Legislativo de Corea del Sur y Taiwán: se avecinan tensiones políticas

Madrid. Realmente es llamativo que todo sea cada vez más geopolítico en un mundo cada vez más polarizado. Las recientes elecciones parlamentarias de Corea del Sur (10 de abril) han dado la victoria a la oposición que controlará la Asamblea Nacional y ello debilitará al Gobierno conservador de Yoon Suk-yeol, mientras en Taiwán, pese al triunfo soberanista del PDP en enero pasado, la oposición se hizo con la mayoría parlamentaria, lo que supone polarizar la escena política de ambos países. No obstante, en los dos casos, los respectivos jefes de Estado afrontan sus decisiones ante un Legislativo en contra pero con gobiernos presidencialistas y con separación de poderes, lo que no evitará tensiones internas.
En Corea del Sur, el opositor y liberal Partido Democrático (PD, centroizquierda) logró renovar su mayoría en el Parlamento en las elecciones legislativas, con un resultado mejor que el de hace cuatro años, lo que puede complicar al presidente Yoon Suk-yeol y al mismo tiempo a Corea del Norte, como suele hacer siempre que hay un resultado electoral, le servirá para aprovechar sus políticas con sus advertencias a Seúl pero con escasos resultados prácticos para Pyongyang.
Lo que está claro es que la polarización de la geopolítica mundial tiene ya en estos dos lugares (Seúl y Taipéi) un buen referente de lo que se avecina en lo que aún queda de 2024. La crispación política no estará exenta de connotaciones políticas externas y domésticas que, obviamente, tendrán sus propias derivadas.
Taiwán es un país moderno y democráticamente estable, una República presidencialista a la que China no dejará de presionar, y cuando el 20 de mayo próximo Lai Ching-te (del Partido Demócrata Progresista, PDP) tome posesión de la Presidencia en sustitución de Tsai Ing-wen, Pekín estará aún más vigilante y analizando los pasos que dé también el Yuan-Legislativo, en manos de la oposición, cuyos comicios se celebraron en paralelo a las presidenciales, pero todavía lejos de invadirla o de reconquistarla a la fuerza. No obstante, el ya inminente presidente taiwanés ha reiterado su oferta de diálogo con China sin «condiciones» previas, un argumento que Pekín difícilmente aceptará.
De esta forma, si la opositora Alianza Azul, formada por los nacionalistas del Kuomintang (KMT) y el Partido Primero del Pueblo (PPP), ganaron las elecciones legislativas en Taiwán al obtener 113 escaños en el Parlamento, en Corea del Sur el opositor y liberal Partido Democrático (PD) logró renovar su mayoría en el Legislativo con un resultado mejor que el de hace cuatro años, al obtener 175 escaños junto a su partido satélite de la Alianza Democrática Unida, o sea, 19 asientos por encima del resultado cosechado en las legislativas de 2020, mientras el gubernamental Partido del Poder Popular (PPP) de Yoon logró un total 108 de los 300 escaños de la Asamblea Nacional junto a los votos de su formación afiliada, el Partido del Futuro Popular, lo que supone 6 escaños menos que hace cuatro años.
El presidente Yoon ya ha movido ficha tras la dimisión del primer ministro surcoreano, Han Duck-soo, y se otros altos asesores. Así, el jefe del Estado nombró como sustituto esta misma semana a Chung Jin-suk, nuevo jefe de Gabinete, con el objetivo de enderezar la política presidencialista y lograr mayores cotas de popularidad del presidente del país, tras caer al 27 por ciento tras la derrota legislativa, y al mismo tiempo transmitir a Corea del Norte la seguridad de que en Corea del Sur no hay debilidad política alguna.
En cuanto a Taiwán, el Legislativo en manos de la oposición, que aboga por una unión con China en el futuro pero en democracia, le mostrará su posición al gubernamental PDP, pero ya incluso en recientes visitas a Pekín, tanto el expresidente Ma Ying-jeou (2008-2016) o la vicepresidente del Kuomintang (KMT), el principal partido de la oposición taiwanesa, Andrew Hsia, mostraron su objetivo de una reunificación pacífica de la que desconfía el gubernamental PDP, una oposición que ha dado más confianza a la China continental pero lejos de los proyectos políticos del nuevo presidente taiwanés.
En definitiva, dos interesantes escenarios políticos. Corea del Norte no cederá en sus juegos nucleares intimidando a Corea del Sur y aliados, mientras que Pekín continuará con su política de presión a Taiwán pero nunca ni Pyongyang va a atacar a su vecina del Sur ni el gigante asiático, al menos por ahora, tampoco lo va a hacer con la isla, pero el Legislativo en manos de la oposición no va a debilitar ni a los taiwaneses ni a los surcoreanos frente a los que quieren un conflicto bélico. Aunque, eso sí, la tensión en ambos lados estará presente a lo largo del año.