La Exposición Universal de Osaka 2025, contribución de Japón a las sociedades del futuro

Madrid. Japón acoge hasta el próximo mes de octubre la Exposición Universal de Osaka 2025 bajo el lema «Diseñando la sociedad del futuro para nuestras vidas», la segunda vez en su historia que la urbe de un país que es la cuarta economía del mundo es anfitriona de un evento que busca contribuir a dar respuesta a los problemas globales del futuro.
Las metas de la Expo 2025 Osaka son contribuir a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), también conocidos como la Agenda 2030, y el logro de la estrategia nacional de Japón de la Sociedad 5.0, un plan del Ejecutivo de Tokio para que el país aproveche unas transformaciones tecnológicas en curso que deben beneficiar a toda su sociedad.
Unido a estos dos objetivos se incluye la apuesta del Gobierno del país asiático por poner en el mapa con mayor relevancia a un territorio de más de 120 millones de habitantes que en las últimas décadas ha visto como su rol internacional quedaba condicionado por el gigante chino, pero que es referencia mundial por el peso de su economía, cultura y que quiere jugar un papel relevante en el futuro, tanto a nivel asiático como global.
La que es tercera ciudad del país cuenta para sacar adelante este ambicioso proyecto con la experiencia de la Expo de Osaka de 1970, la primera de Japón y Asia, que fue una ayuda incuestionable en aquella época para respaldar un crecimiento espectacular de su economía en esos años del pasado siglo.
A este histórico evento le siguió en el país asiático, décadas después, la Expo Aichi 2005, bajo el lema de la «La sabiduría de la naturaleza» y que ahora tendrá continuidad hasta el próximo 13 de octubre con la cita de Osaka.
La organización busca que la Expo de Osaka 2025 se convierta en una plataforma para trabajar en favor de los objetivos de la Agenda 2030 y de la Sociedad 5.0, en este último caso establecidos por el Gobierno de Tokio y que persiguen un desarrollo para su país centrado en el ser humano con el apoyo de internet, inteligencia artificial, robótica y la biotecnología.
Las autoridades niponas trabajan para que esta cita reúna en Osaka a lo último en las tecnologías innovadoras, facilitar la inversión, activar las economías regionales y de pequeñas empresas locales, pero además que sirva de escaparate mundial para la rica y milenaria cultura japonesa.
Osaka como eje de desarrollo en avances en biomedicina y de ciencias de la vida que eleven la ciudad como centro de intercambio económico son otras de las claves de esta cita que deberán reforzar la notoriedad internacional del país.
España abrió el pasado 13 de abril al público su pabellón en Osaka, donde invita a quiénes se acerquen al recinto a sumergirse en un trayecto oceánico guiado por la corriente Kuroshio y la cultura del país mediterráneo.
La ceremonia de inauguración estuvo apoyada con la presencia del embajador de España en Japón, Íñigo de Palacio, y el presidente de Acción Cultural Española y comisario general de España para la Expo, José Andrés Torres.
Las autoridades españolas han querido con la presencia del pabellón subrayar las históricas relaciones entre los dos países, con hechos históricos como el rescate de la tripulación del Galeón San Francisco en las costas de Onjuku, en el siglo XVII, o la expedición del samurai Hasekura Tsunenaga, conocido como Felipe Francisco de Fachicura, a Nueva España (hoy México), España y el Vaticano, en 1613.
Los responsables del pabellón de España señalaron a este periódico digital que la presencia española en la Expo de Osaka busca avanzar hacia un acercamiento con Japón destacando los lazos históricos establecidos ya en el siglo XVI, cuando el navegante vasco Andrés de Urdaneta descubrió el tornaviaje -ruta de retorno que buscaba conectar por mar el virreinato de Nueva España y las islas del Sudeste Asiático– usando la corriente Kuroshio (corriente negra) que pasa por Japón y llega a las costas de California.
Informaron que durante seis meses el pabellón funcionará también como «una plataforma para las comunidades autónomas» españolas y algunas tendrán su semana «dedicada a la difusión de sus productos, turismo y empresas».
El pasado 25 de abril tuvo lugar la primera presentación de flamenco y un centenar de personas se acercaron a ver el espectáculo que tiene lugar todos los días en la Plaza del Sol, en el centro del pabellón.
Las autoridades japonesas esperan que la Expo de Osaka atraiga a unos 28 millones de visitantes, entre ellos cerca de 3,5 millones de extranjeros, además de generar para la economía local hasta 17.000 millones de euros.
Los pabellones están ubicados en Yumeshima, una isla artificial situada en el oeste de la bahía de Osaka construida para transformar el paisaje urbano de la ciudad.
La cita ha atraído la participación de 158 países y siete organizaciones internacionales que contribuirán a que el evento sea una referencia para el avance tecnológico y nuevas ideas que ayuden a resolver problemas globales.