China pide a Japón que no hable del mar del Sur de China en la cumbre del G7

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Madrid. China ha pedido a Japón que no aborde los conflictos de Beijing con sus vecinos regionales en el mar del Sur de China en la próxima reunión del Grupo de los Siete, que tendrá lugar en la isla de Kashiko, en la Prefectura Mie, en Japón, los días 26 y 27 de mayo.

La razón aducida es que tratar este asunto sería un obstáculo en el proceso de mejora de las relaciones bilaterales sino-japonesas, según adelantaron recientemente, que recoge la agencia de noticias japonesa Kyodo.

La solicitud, efectuada por China, habría tenido lugar durante una reunión de viceministros de Asuntos Exteriores celebrada en Tokio el pasado mes de febrero y, al parecer, fue rechazada por los altos funcionarios japoneses que hicieron saber a sus interlocutores chinos que la comunidad internacional no puede aceptar que China lleve a cabo la construcción de islas artificiales en la zona para militarizarlas a continuación.

China hace frente en la actualidad a varias disputas territoriales y marítimas simultáneas en el mar del Sur de China ((mar de China Meridional) con Taiwán y cuatro miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) – Brunei, Malasia, Filipinas y Vietnam, donde se disputas la soberanía sobre las islas Spratly, y luego Hanoi y Pekín también se disputan el control de las Paracel (Paracelso), ambos archipiélagos asentados sobre reservas de petróleo y gas natural.

China «no titubeará» a la hora de defender su soberanía, aseguró el primer ministro chino, Li Keqiang, y afirmó su determinación de defender su soberanía e integridad territorial, en plenas tensiones entre Pekín con Estados Unidos y algunos de sus vecinos por el mar de China Meridional.

Por su parte, Japón ha inaugurado una base militar cerca de islas disputadas con China, dentro de la zona del mar de China Oriental, muy cercana a Taiwán, como son las Diaoyu (según China) y Senkaku, para Tokio), que han originado frecuentes choques diplomáticos, reclamadas por ambos países.

Esta nueva unidad permanente, que se encuentra en isla de Yonaguni, la porción de tierra habitada más occidental del archipiélago nipón, cuenta con 160 miembros de las Fuerzas niponas de Autodefensa (Ejército), según el Ministerio de Defensa nipón, por lo que la nueva base, a 150 kilómetros al sur de Senkaku, permitirá a los japoneses vigilar las actividades marítimas de China.

Al mismo tiempo, Shinzo Abe, primer ministro de Japón, está decidido a que se exprese con claridad la importancia del imperio de la ley en la declaración final de la cumbre del G7,conformado por AlemaniaCanadáEstados UnidosFranciaItaliaJapón y Reino Unido, además  de la Unión Europea (UE) que cuenta con representación política.

Pero para ello, según Abe,  quiere asegurarse primero que existe unidad sobre el asunto del mar del Sur de China en la reunión de ministros de exteriores del G7, previa a la cumbre, que tendrá lugar en Hiroshima en abril.

Si Japón llega a plantear la cuestión en la cumbre, el enojo de los chinos podría ensombrecer los leves signos de mejora que parecen asomar en las relaciones bilaterales de los dos países, marcadas por una disputa territorial que incluye las islas en el mar de China Oriental.

La cumbre de los Estados del G-7 está previsto que se celebre en la Prefectura Mie los citados días 26 y 27 de mayo.

En una reunión en el Ministerio de Asuntos Exteriores en Tokio con Shinsuke Sugiyama, viceministro de exteriores japonés para asuntos políticos, el 29 de febrero, Kong Xuanyou, un funcionario ayudante del ministro de Asuntos Exteriores chino, manifestó de forma enérgica su descontento con la crítica abierta de Tokio a Beijing sobre el asunto del mar Meridional de China, según distintas fuentes.

Al parecer Kong le hizo saber a Sugiyama que Japón, que no está involucrado en las disputas en esas islas del mar Meridional, da la impresión de estar actuando como parte interesada, lo que le llevó a expresar sus dudas acerca de si Tokio realmente quiere mejorar las relaciones con Pekín.

Las relaciones entre las dos naciones alcanzaron su punto más bajo tras la compra por parte del gobierno japonés de la mayor parte de las islas Senkaku, en el mar oriental de China, a su propietario, un particular japonés, en septiembre de 2012, aunque las tensiones habían empezado a ceder como consecuencia de la primera reunión que el primer ministro Abe mantuvo con el presidente chino, Xi Jinping, en noviembre de 2014.

Por otro lado, el diplomático chino incluso advirtió que la forma en que Japón plantee el asunto en la cumbre del G-7 servirá como prueba respecto a  la posible mejora de las relaciones bilaterales y añadió que China estará observando con mucha atención, pero Sugiyama respondió que no es aceptable cambiar el statu quo en el mar del Sur de China mediante el poder militar y que consolidar el estado de derecho en el mar va a favor de los intereses de la comunidad internacional.

Pese a todo, Kong manifestó cierto optimismo por lo que pueda resultar de la futura visita del ministro de Exteriores japonés, Fumio Kishida, a China, esta primavera, aunque mantuvo cierta cautela respecto a dar una fecha para la celebración de una cumbre trilateral entre Japón, China y Corea del Sur o de una reunión de ministros de Exteriores este año en Tokio.

Kong y Sugiyama también manifestaron puntos de vista distintos en relación a determinados hechos históricos, como cuando Kong acusó a Sugiyama de falta de sinceridad durante una reunión de expertos en la Organización de Naciones Unidas, en febrero, en la  que siempre, según el diplomático chino, aquél había comentado que Tokio no conocía documento alguno que confirmara que las llamadas esclavas sexuales hubieran sido reclutadas a la fuerza por autoridades civiles o militares durante la Segunda Guerra Mundial.

En todo caso, tanto el ministro de Exteriores japonés como su homólogo chino, Wang Yi, ya han tratado el asunto del mar del Sur de China  en las conversaciones telefónicas que han mantenido recientemente. Y eso debería bastar.

Juan de Castro Pita

ex consultor de Naciones Unidas

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