China y su comunidad en España contribuyen al crecimiento de la economía local

Madrid. China como país a través de las inversiones y sus inmigrantes en España contribuyen, día a día, al avance de la economía local, que en 2024 creció un 3,2 %, mejorando el 2,7 % registrado el año anterior y en contraste con las cifras de otros países europeos, un empujón en el que las empresas del país asiático han puesto su granito de arena.
Con una subida de los sueldos cerca del 5 % en promedio y una mejora del consumo de los hogares, todo parece indicar que la economía española mantiene, al menos en el plano macroeconómico, su tendencia al alza, una dirección en la que las inversiones del gigante asiático y la actividad de sus empresarios en el país mediterráneo han jugado un papel a destacar.
La Cámara de Comercio de España espera en 2025 un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) superior al 2,0 %, avance apoyado en la demanda nacional -consumo principalmente- y en el que China y sus empresarios pueden seguir contribuyendo como lo han hecho en los últimos años.
La inversión de China en España ha ganado protagonismo, como demuestra la compra por parte de Three Gorges, por 400 millones de dólares, a los fondos Northleaf y Q-Energy, de una planta solar fotovoltaica de 494 MW en la localidad de Mula (Murcia, sureste de España).
La china Contemporary Amperex Technology (CATL), junto a la compañía con sede en Países Bajos Stellantis, invertirán 4.100 millones de euros para construir la mayor planta de baterías de España, una ‘joint venture’ que construirá una planta de baterías de litio hierro fosfato (LFP) en Zaragoza, otra muestra del interés del gigante asiático por el territorio ibérico.
Estas dos millonarias inversiones son solamente un pequeño ejemplo de cómo China apuesta por España para invertir, una llegada de dinero que se refuerza con la diáspora en el país ibérico, donde sus ciudadanos hoy son ya la séptima población extranjera con más permisos de residencia, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Los chinos, de acuerdo a la entidad estatal, alcanzaban en España las 226.718 personas en 2024, lo que supone el 3,5 % de los extranjeros, un incremento que puede constatarse en otros ámbitos, entre ellos la educación.
En el curso 2021-2022 más de 12.000 estudiantes chinos pasaron por las aulas de las universidades españolas atraídos por el incentivo de mejorar su formación y el atractivo de mejorar sus conocimientos de la lengua de Miguel de Cervantes.
El acercamiento entre los dos países se vio refrendado el pasado verano, cuando el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, junto al ministro chino de Comercio, Wang Wentao, presidieron en Madrid la vigésimo novena Comisión Mixta Económica e Industrial Hispano-China, foro bilateral para estrechar relaciones.
El interés de las autoridades de los dos países por mejorar los intercambios comerciales busca incrementar e igualar una balanza comercial en la que en 2024 las importaciones desde China sumaron 20.746 millones de euros, frente a unas exportaciones españolas a China que alcanzaron, en el mismo periodo, 7.467 millones de euros.
China, en el año 2024, fue el cuarto socio comercial de España y su segundo proveedor de bienes, además el duodécimo cliente para sus exportaciones.
Las inversiones chinas en España en 2022 generaron 11.998 empleos, mientras que ese mismo año las inversiones españolas en China facilitaron el mantenimiento de 24.363 puestos de trabajo.
Estas cifras suponen movimientos de capital a nivel macroeconómico, pero hay otra economía más a nivel de calle pero no menos importante.
Más de la mitad (65 %) de las empresas chinas en España se establecieron entre 2010 y 2020, en especial en Madrid y Cataluña, donde cerca del 30 % ha recibido incentivos para la contratación de personal.
De las empresas chinas instaladas en territorio español, casi siete de cada 10 escogieron la Comunidad de Madrid (65 %) como área preferida para llevar a cabo su actividad, seguida por Cataluña (18 %).
Una parte importante de los chinos residentes en España provienen de la provincia de Zhejian y concretamente de la ciudad de Qingtian. En cuanto a los negocios que la comunidad china abre en España se han ido extendiendo en los últimos años de los tradicionales restaurantes a la distribución comercial, bares o negocios inmobiliarios, mientras es destacable la puesta en marcha de negocios dirigidos a los propios chinos que viven en España como los operadores de telefonía Hong da Mobile o You Mobile.
Huawei cuenta actualmente en España con más de un millar de empleados, Lenovo abrió una oficina en Barcelona y la compañía ZTE estableció su sede para el sur de Europa en Vizcaya, en el País Vasco (norte de España).
La presidenta de China Club Spain, Estela Li, señala a este periódico digital que la inmigración proveniente de su país en España comenzó a cobrar relevancia a partir de los años 80. Desde entonces, destaca, la comunidad ha evolucionado significativamente, dando paso a una segunda e incluso tercera generación de empresarios afincados en el país.
«Su influencia en la economía española es cada vez más notable, gracias a su capacidad de inversión y a la dinamización de diversos sectores», detalla Li, al frente de una asociación privada sin ánimo de lucro formada por los profesionales chinos con experiencia en empresas y entidades españolas.
Li destaca que aunque inicialmente concentrados en el comercio minorista y la hostelería, los pequeños empresarios chinos instalados en España han diversificado su actividad hacia ámbitos como la cadena de suministro, la tecnología, la logística o el sector inmobiliario.
«En este último, han pasado de gestionar negocios tradicionales a desarrollar marcas propias con aspiraciones de expansión tanto a nivel nacional como internacional», dijo.
Li apunta que el papel de las empresas chinas en España no sólo es significativo en la actualidad, sino que todo apunta a que seguirá en aumento en los próximos años.
«Las relaciones comerciales entre ambos países han experimentado un crecimiento sostenido con un volumen de intercambios que supera los 50.000 millones de euros y una perspectiva de expansión. Este fortalecimiento del vínculo económico se traduce en un flujo continuo de inversiones y en una mayor integración de las empresas chinas en el tejido productivo español», detalla Li.
La presidenta de la organización mantiene que España se ha convertido en un destino estratégico para las multinacionales chinas, que, como destaca, «ven en el país una puerta de entrada al mercado nacional, así como al conjunto de la Unión Europea, África y América Latina«.
Para Li, la estabilidad económica, la ubicación geográfica y la creciente apertura del entorno empresarial de España han favorecido la llegada al país ibérico de nuevas compañías con ambiciones globales.
La opinión de Li es ratificada por un informe sobre la inversión de empresas chinas en España del ICEX, tras la consulta a 80 empresas de capital chino con sede en este país, que señalaba que un 19 % espera que el crecimiento se mantenga en el corto plazo.